En la galería Casa Riegner en Bogotá se encuentran exhibiendo sus obras la genial artista María Fernanda Cardoso y el polémico Danilo Dueñas.
María Fernanda Cardoso (Bogotá 1963) es una artista que trabaja con la morfología de lo orgánico. Comenzó realizando unos cementerios simbólicos donde las flores de plástico que atravesaban una pared representaban las víctimas de la violencia en un aparente jardín artificial. Después se le ocurrió realizar como los pisos coloniales, lozas con huesos de vaca.
Cada acto artístico y heroico nos deja siempre con la duda de cómo será su próxima obsesión.
De sus estudios minuciosos en lápiz trabaja las ideas que después plasma de manera extraordinaria en donde el círculo, como forma geométrica, es la imagen continua que amarra mundos. Con La corona de Lagartijas disecadas empezó la dualidad entre la vida y la muerte porque en la disecación permanece la forma. Los enormes círculos de sapos fueron obras muy representativas del momento. Igual las alas de mariposas manejadas dentro de un orden cromático absoluto que tienen una atracción fascinante. Las lenguas de las mariposas en el círculo crean una forma minimalista.
En el camino, apareció su Circo de Pulgas. El estudio y comportamiento del animal microscópico más la investigación sobre los circos en el mundo como un espectáculo, la llevaron a recrear esa información en un performance: ella vestida de domadora realiza sus presentaciones que a través del medio audiovisual magnificaban los actos para que el público pudiera observar cómo la pulga vestida bailarina camina sobre la cuerda floja. Cómo la pulga bala sale de unos cañones milimétricos hasta llegar a una red o cómo se llevaba a cabo un duelo con espadas entre muchos otros. Esta observación y este estudio con su propuesta tuvieron éxito rotundo. Tanto que tuvo que renunciar a ellas para seguir su trayectoria creativa.
Salió de la tierra y llegó al mar de Australia donde vive actualmente. Empezaron a brillar las estrellas de mar en forma circular, también los caballitos hacen parte de esta serie. En esta exposición presenta un proyecto de arte público que consta de un archivo visual y dos maquetas arquitectónicas. La obra fue instalada en el Sídney South Hospital. El eje es una serie de árboles australianos con el tallo en forma de botella redonda que crecerán mientras los espectadores los observaban sentados en unos bloques cuidadosamente ordenados en forma de espiral. La obra se llama While I Live I Will Grow.
Danilo Dueñas, Altar Mayor de Colonia, 2018
Por otro lado se encuentra Danilo Dueñas (Cali, 1956) presenta unas obras dedicadas al beato austríaco Franz Jaegrstaetter que nació en 1904 y murió condenado por no colaborar en la guerra de los nazis.
Danilo Duñas, Andamio, 2018
En la exposición hay unas piezas muy interesantes en pequeño y mediano formato porque hacen parte de su trabajo con sus materiales en madera encontrada que pinta en colores sobrios. Esos ensamblajes hacen parte de largo repertorio de mundos muy armados con seguridad. Pero cuando se trata del Altar de Colonia para el beato o la presencia de un andamio en el espacio, todo se viene abajo porque la mística se vuelve grandilocuente y el simple andamio de construcción una parábola del ego.