En pleno siglo XXI los colombianos siguen vendiendo el voto al mejor postor, a quien le regale una tejita de zinc, o a quien le de unos bulticos de balastro, o la que nunca falta, a quien le de los cincuenta mil del alma. “Santos”, diría yo, que hacen apariciones milagrosas cada cuatro años, aunque debo decir que no todos, pero si una cantidad considerable de políticos siguen corrompiendo la conciencia de los colombianos. Por ejemplo, en el departamento de Córdoba, más específicamente en Montería, en el barrio Santa Fe, personas inescrupulosas ofrecían diez mil pesos a quien registrara la cedula. ¡Tan lindos! Puro amor de patria. Es más, los recogían en la puerta de su casa y los volvían a traer en sus camionetas polarizadas. Eso sí, la promesa era lo mejor, cuando voten son cincuenta “barras” que se ganan. Y después nos quejamos de por qué los políticos son unas ratas, si nosotros mismos los elegimos.
Otra santa, se apareció en la parroquia Perpetuo Socorro del barrio el Alivio en Montería, y en plena eucaristía le dio a la iglesia una donación, ¿no será más bien inversión? de un millón de pesos mientras los feligreses presenciaban este acto “desinteresado”, tan querida; ella viene de los “santos” de Córdoba que han controlado la política en este departamento por años, una pista: rojo. Ella tan ingeniosa, nunca había regresado después de ser elegida la primera vez. Quién me contó lo sucedido dice que se sintió comprometido por el gesto de la santa.
Con estas artimañas, los futuros legisladores de Colombia demuestran que en materia política estamos como el cangrejo, es decir, en vez de ir para adelante vamos para atrás. Y antes de despedirme, las apariciones milagrosas del día sin carro, con esa la sacaron del estadio, dice la leyenda que en los barrios la castellana y el recreo de Montería, los “san” candidatos se veían ir y venir como si nada en la vida, en sus camionetas, en ¡caravana! haciendo “política”, ¿no era día sin carro? Pero bueno son “santos”, será hacerles un rosario. Si los que aspiran a representar a sus votantes en la cámara y el senado no respetan las leyes, que podemos esperar, como dicen en el chapulín ¡Oh! Y ahora ¿Quién podrá defendernos? Así estamos los colombianos con estos políticos que más que políticos parecen “santos”, que solo aparecen cada cuatro años.
Tristemente las situaciones que afronta el país parecen no cambiar.
@riverojuandavid
