Es un milagro lo de los niños indígenas; por fin algo nos une y no es un partido de la selección Colombia y es un punto de oro para Petro en su imagen; pero pintemos el peor escenario: ¿Y si no hubieran aparecido? ¿Nos perderíamos de tres científicos a futuro? ¿Vacunas que salvarían millones de vidas no serían desarrolladas en un futuro porque ellos las inventarían? La verdad no creo, en el mejor de los casos serían unos jovenzuelos del SENA inteligentísimos invitados a la NASA en algún concurso de robótica, porque hicieron unos robots que se mueven con aceite de palma, y eso les fascina mostrar a los noticieros cuando se las dan de “positivos”. En Colombia los niños son para comparar: ¿Cuántos niños de la Guajira podrían medio comer con lo que se gasta en papel higiénico Francia Márquez? ¿Cómo así que 6 niños? Indignante¡ O son para ser reclutados por alguna Guerrilla a la fuerza y luego ser despedazados en un bombardeo como pasó con el exministro Molano, hoy descarado aspirante a la Alcaldía de Bogotá. O para ser “protegidos” del “flagelo de la droga”, pues han fracasado, acá el promedio de edad de inicio en el consumo es de 12 años obviamente en los estratos 1 y 2 y la droga es bazuco, los niños del Liceo Francés la probaran un poco más tarde y será alguna droga sintética en el paseo de último grado en Tel Aviv.
O serán violados por un padrastro bazuquero y Alcohólico repetitivamente hasta que la madre pueda independizarse económicamente y por fin pueda denunciarlo, antes no se podía, el hijueputica era el que ponía el pan sobre la mesa. Pero no, acá nos rasgamos las vestiduras y las greñas porque no aparecen los niños indígenas, esos mismos hipócritas que siguen la noticia “preocupadísimos” y ahora felices acariciando a su perro con pedigrí, perro que la pasa muchísimo mejor en su vida que un pelao en el Guaviare, un ejemplo, en dicho departamento algunos niños andan descalzos sobre caminos de piedra casi hirviendo por el sol canicular de mediodía, en la ciudad un maldito pet lover se echa a la espalda al perro bajo ese mismo sol para que no se queme las patas cuando toca sacarlo al parque, (parque con césped claro está) lo he visto en redes sociales, y tengo un amigo con negocio de guardería campestre para mascotas que me comenta que los dueños dejan de comer para comprarle al animalito un bulto de concentrado de $400.000 que le dura 21 días. Eso señores de los medios si es putamente indignante, rásguense ahora si las vestiduras, ah no, eso no se puede mostrar, la marca de concentrado para mascotas les pauta, ni modo.
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¿Saben que? Hasta mejor que no hubieran aparecido los niños del Guaviare, porque entonces Petro les colocará una camiseta y una cachucha de “Colombia potencia mundial de la vida” enfrente de las cámaras, les prometerá una beca estudiantil en su Universidad de los saberes indígenas que piensa hacer, y Paloma Valencia y compañía gritaran histéricas que eso es instrumentalización, entonces ellas les prometerán becas pero en la Universidad del Cauca y serán tendencia los hashtags #losniños no son petristas. Ojalá hubieran sido secuestrados por un duende como salió una babosa pitonisa a decir en Televisión, porque cuando lleguen a Bogotá veremos en vivo y en directo como les darán comida que solo probarán una sola vez en su vida (una Big Mac y un Mc Flurry) les dirán que luchen por sus sueños, como si esto fuera Disney, entonces la turba opinadora, la masa histérica mirará para otro lado apenas Vicky Dávila publique algo “urgente” o “gravísimo”, y hasta ahí nos llegó la unión, después vivirán peor que una mascota y jugarán fútbol con una pelota de trapo descalzos en una polvorienta cancha de algún corregimiento, y eso si corren con suerte y no los reclutan a la fuerza un grupo armado ilegal, porque de las Becas no se acordará nadie si logran graduarse de Bachilleres, no sé que hubiera sido peor, si no hubieran aparecido nunca y se hubieran fundido en un solo organismo con la selva, o haber sido rescatados para nosotros presenciar el showcito de quinta que nos espera.