Con el fichaje de Leo Messi por el PSG, el mundo ratificó el inmenso amor que Antonela Roccuzzo tiene por la “pulga”. Ella, literalmente, lo acompaña en las buenas y en las malas. En la despedida del Barça le ofreció un pañuelo mientras lloraba, y camino a París su sonrisa se combinaba con la del 10 argentino.
Se conocieron desde muy pequeños debido a que el primo de Antonela hacía parte de las infantiles de Newell 's Old Boys, equipo donde Messi inició su camino futbolístico. Tan solo tenía 9 años cuando la “pulga” se enamoró perdidamente de Antonela, pero como quien no quiere la cosa, Roccuzzo solo lo veía como un amigo. ¡Qué dolor el que debió sentir Messi! y mucho más cuando se fue a España en el 2000 y Antonela se ennovió con alguien más.
Sin embargo, convencido de que Antonela sería su amor para toda la vida, nunca perdió la fe, y fue en una situación muy dura para Antonela que Messi logró enamorarla. El crack argentino viajó desde Barcelona para acompañarla en el duelo que tuvo por el fallecimiento de una gran amiga, y ese fue el momento en el que la relación entre Messi y Antonela empezó a florecer.
Messi regresó a España; Antonela se quedó en Argentina, pero la distancia, más que separarlos, los unió mucho más. Hablaban a diario y compartían cartas. Cuando Messi cumplió 21 se hizo oficial la relación y todo el planeta fútbol quería conocer a la mujer que le había robado el corazón.
Para el Mundial de Sudáfrica 2010, Antonela viajó a Barcelona y se radicó en la casa del futbolista. Desde ese momento, nada ni nadie los ha separado. Tuvieron su primer hijo en 2012, contrajeron matrimonio, y después llegaron dos retoños más al hogar. Están siempre juntos, acompañan a Messi en cada partido, salga victorioso o derrotado. Y lo siguen en cada decisión que toma.
Seguramente para Antonela y los niños fue duro saber que dejarían Barcelona, pero ahí están, apoyando incondicionalmente a Messi y demostrando que la historia de amor entre el 10 y Antonela, es digna de ser un cuento de Disney.
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