Te falta ser más educado como para ser grosero.
No eres lo suficientemente pobre como para ser uribista.
No eres lo suficientemente rico y de clase como para ser de izquierda.
Te falta subir de estrato como para andar en coupé.
No eres tan guapo como Lenny Kravitz, como para que pretendas lucir como un dandy al vestirte de harapos.
Te faltaría haber venido desde más abajo para tener ese Mercedes-Benz.
No eres lo suficientemente malo como para ser político.
No eres lo suficientemente noble de espíritu como para ser artista.
No eres lo suficientemente bruto como para ser profesor.
Te falta ser un poco más ladrón como para ser fiscal.
Tienes demasiado estudio como para ser presidente del Senado.
Te falta una trisomía en el cuarto par de cromosomas como para ser presidente, maldito trastorno disocial pseudopsicópata.
Te falta odiar más a las mujeres y portarte más misántropo para fungir de líder espiritual.
Te falta ser más fanático para declararte ateo.
No eres lo suficientemente listo como para ser gay.
Te falta odiar más a los hombres para ser feminista.
Deberías haber leído menos como para ser columnista de opinión.