Está disponible en el país el juguete que ha causado furor en escuelas de Estados Unidos, porque además de ser divertido es un instrumento que fomenta la recursividad, la creatividad y la integración de los niños.
Mientras que los aparatos y juegos electrónicos avanzan en su permanente camino hacia la tecnología que vende mundos virtuales y personajes irreales, hay un instrumento que parece haber regresado del pasado y se ha convertido en un juguete para niños que potencia sus expresiones artísticas, creatividad y habilidades sociales.
Se trata del Rainbow Loom, un telar miniatura con el que niños y adolescentes pueden crear todo tipo de manualidades elásticas: pulseras, collares, llaveros, bolsos, fundas para celulares y todo cuanto su imaginación les permita.
En Estados Unidos, los más jóvenes crean todo tipo de accesorios decorativos para lucir ellos mismos y también como un modo de expresar agradecimiento y conmemorar la amistad. Es usual ver en las escuelas a los niños con los brazos llenos de pulseras de goma de colores brillantes.
Un instrumento lúdico y de aprendizaje para socializar.
Las artes manuales presentan grandes beneficios en el desarrollo cognitivo de los más chicos y generan habilidades sociales y de comunicación. Expertos aseguran que actividades como tejer, armar, cortar, enlazar, entre otras, estimulan no solo la creatividad, sino el pensamiento abstracto, pues al interactuar con este tipo elementos que juegan con el color, líneas y uso del espacio, los pequeños adquieren facilidades para resolver problemas matemáticos, espaciales y de lenguaje.
Juguetes como el rainbow loom, favorecen además la destreza en la motricidad fina; estudios neurológicos confirman que el ejercicio de la movilidad sobre todo de las manos, puede estimular en los niños, el desarrollo celular en el cerebro y así reforzar la base física del pensar.
Las ventajas de este juguete son muchas: los niños lo ven como un entretenimiento con el que pueden crear sus propias joyas de goma, para regalar a sus amigos y familiares. Los padres lo consideran un instrumento que los aleja de los juegos electrónicos y les permite hacer accesorios que estimulan la creatividad, la capacidad artística y las habilidades sociales.