Estimado lector, no pretendo más que causar en usted la reflexión sobre un hecho actual en Colombia.
Confieso ante usted que hasta hace pocas semanas no reconocía el nombre de Mauricio Leal, me era totalmente desconocido.
La prensa, en su afán desmedido por lo amarillo, nos describió perfectamente los horrores que antecedieron a la muerte del señor mencionado. Al tenor narrativo pudimos leer cada gota de sangre y cada desgarre de sus carnes y en momentos de esta historia nuestros ojos se humedecieron y quizás nuestra alma se contrajo.
Aquí está frente a nosotros el reflejo de los antivalores de surcan la sociedad colombiana, que estremecen nuestras entrañas, pero que al final nos muestran en un espejo de lo que deseamos ocultar.
Ahora bien, con el permiso de la real academia de la lengua, nace el análisis de estos hechos en el espectro ANTIGONESCO.
Nos retrae en inicio la idea de que un ser querido considere justa la causa de la muerte hacia un ser amado, y podríamos decir que es TRÁGICO que un hermano considera que el éxito de su hermano es causal de su destino incierto y por lo mismo desdichado, y no existiendo otra razón de fondo, detalla un plan a todas luces cantinflesco para el asesinato de sus seres queridos.
¿Y por qué trágico? Los medios nos mostraron el cuchillo, la sangre en el piso, las heridas en sus cuerpos y nos acongojamos con esto. Alguien consideró que la tristeza de estos hechos podría ser el reflejo del dolor, y las acciones del hermano de la víctima (Yhoiner Rodolfo Leal), que como Eteocles, en la tragedia de Antígona argumentó como razón suficiente y justa su desdicha financiera para entramar el plan asesino contra su hermano, pero al contrario de Polineces, no se encontró en igualdad de condiciones para su defensa; dramática escena. Mata a su víctima para robarle y aquí nace el ataque a la moralidad, para (Yhoiner Rodolfo Leal, hermano de la víctima) asesinar a su hermano está bien , por qué asesinar, ¿si considero que es justo, no es un hecho antimoral?
Ahora bien, desde la perspectiva (con el perdón nuevamente) CAINESCA, nace la brutalidad; un asesino extingue la vida de un inocente, lo cual es a todas luces chocante e irritante, pero no por ello se trata de algo trágico. Sencillamente porque la tragedia se enmarca dentro de posiciones que con argumentos la sociedad considera justas, y al tenor de la defensa de esa justicia no se considera el punto de vista adverso.
Inmoral y tan vulgar como un asesino que sustrae la vida de su víctima por un celular en nuestras calles, un hermano celoso de su hermano lo asesina, sufriendo la ira de Dios y, afortunadamente, de la justicia. Golpeado hasta la muerte, Mauricio yace con la cruel puñalada en su cuerpo, mientras desde el cielo Dios destierra a (Yhoiner Rodolfo Leal), y en la tierra la justicia de los hombres llega.
Estimado lector, estos hechos, reflejo de nuestra sociedad, en la cual el éxito es codiciado, el dinero no es un medio, es un artículo de lujo.
¿ASESINAR está bien si es para alcanzar mi éxito?
NO existe tragedia en estos hechos. nos muestran el camino que como sociedad estamos recorriendo, y no existe tragedia porque no son justas las razones que enfrentan estos adversarios, más aún, son inmorales y brutales.
Y termino preguntando…
…¿vulgares ladrones?