Lo llamaron loco, lo llamaron soñador, y sus padres, lo llamaron Aurelijus Rutenis Antanas Mockus Šivickas.
Antanas es realmente un subversivo. Un hombre que cambia algunos comportamientos de las personas basado en la educación, la cultura; que transforma la manera de hacer política en un momento histórico en el que todos buscaban un político diferente (hasta que se cansaron de la diferencia como nos recuerda Jaime Garzón), debe tener ese calificativo.
Se le pueden criticar muchas cosas, “no es una perita en dulce para caerle bien a todos”, ni más faltaba. Pero, claramente ha sido uno de los mejores alcaldes de las últimas décadas. Una persona que va con la bandera del respeto por la vida, por lo público; que lleva la bandera de la honestidad, y que pudo ser presidente de Colombia, si no fuera por las maquinarias y la campaña sucia de nuestro honorable presidente y sus asesores.
Hace un par de días mencionó en una carta que “en algún momento fue simpatizante de las Farc”. No se me hace extraño, hace 30 años cuando menciona haber participado en algunas reuniones y ser un contacto con escalas menores, no era tan mal vista la lucha guerrillera. Los orígenes de las guerrillas datan desde la persecución de los presidentes y líderes políticos contra el pueblo, el genocidio de los años 40-50 en Colombia contra el gaitanismo y el partido comunista. Para la época, una legítima defensa.
Como Antanas, también me declaro culpable de esta maldita guerra. Me duelen las muertes de los 47 colombianos en combate; creo que el retroceso del proceso de paz en la semana anterior es un error; me declaro culpable por omisión (creer hace unos años que no puedo hacer nada para cambiar el país). Pienso que muchos colombianos lo somos, gran culpa de esto es que siempre caemos en las divisiones que generan los llamados padres de la patria y por no saber leer la realidad y dejarnos robar el lenguaje.
La palabra subversión tiene su origen etimológico en el latín, específicamente en el término subversĭo, que derivaría en el verbo subvertir: Invertir, desestabilizar o destruir lo establecido. Por eso, quiero ser también un subversivo amigo Antanas, alguien que intenta subvertir el orden social o moral establecido.
