No sé cuantos millones de personas sufrimos de ansiedad. No se cuantas personas día a día sienten la ansiedad pasar por sus cuerpos e intensificar emociones bajas. Sé que somos muchos los que tenemos ansiedad. Sé que cada vez somos más. Y por eso le quería dedicar este artículo a ella, porque antes iba en contra la corriente, quería controlarla y erradicarla pero hoy, quiero agradecerle.
La ansiedad nos incomoda, nos irrita y nos mueve todo dentro de nosotros. La ansiedad se puede sentir a nivel emocional y físico. Se abalanza sobre nosotros y nos domina, toma el control de nuestro cuerpo y nuestra mente. Entramos en modo supervivencia pero no sabemos cómo actuar. Nunca hubo ninguna clase en la universidad que nos enseñara cómo comportarnos cuando tuviéramos ansiedad, cómo sobrellevar esta emoción. Se preocuparon más los conocimientos que debíamos aprender, que nuestro propio manejo emocional.
Tony Robbins, el célebre orador internacional, tiene un concepto que denomina como "la casa emocional". Él explica que nuestra calidad de vida depende de la calidad de nuestras emociones recurrentes. Si nuestras emociones recurrentes son bajas, nuestra casa emocional estará puesta a colapsarse ante cualquier situación, cualquier viento puede acabarnos y estamos vulnerables a cualquier factor externo que sea una posible amenaza a nuestra casa emocional.
Respira un momento. ¿Cómo es tu casa emocional? ¿Cuáles son las emociones que sientes frecuentemente?
Si somos conscientes de cómo nos sentimos la mayor parte del tiempo, podremos interrumpir el patrón. Si nos dejamos dominar por nuestras emociones, nuestro cuerpo regirá cómo nos sentiremos y cualquier viento nos sacudirá por dentro, a nuestra casa emocional.
Pero entonces, ¿Por qué le agradezco a la ansiedad?
Por que me permitió darme cuenta que mi cuerpo me estaba dominando, por que me permitió sentir las emociones bajas como frustración, miedo, rabia, vergüenza e identificarlas en mi cuerpo. Y sobre todo porque aprendí a conocerme más. La ansiedad ha sido una guía , que me ha llevado por el camino del autoconocimiento y que me ha abierto nuevas oportunidades en mi vida. La ansiedad me permitió cuestionar mi casa emocional y replantear cómo quería seguir viviendo.
¿Ya se ha ido? A veces está, a veces no está. Pero cuando va a llegar, soy más consciente y en esos momentos aparezco yo para decirle, estoy a cargo de mi cuerpo, gracias por avisarme que estaba incómodo.