“Verdad, justicia, reparación integral para las víctimas familiares de Jairo Zapa, ahí ocurrió un crimen político y no “un crimen pasional” cómo se quiere hacer ver la aberración que se cometió con Zapa y su familia.”.
A un año de su desaparición y posterior asesinato, el crimen de Jairo Alberto Zapa, ingeniero y jefe de regalías de Córdoba, sigue impune como tantos crímenes en Colombia. Las violaciones a los derechos humanos de personas honestas, que desde su trabajo hacen patria, sin dejarse contaminar por la corrupción deben ser de conocimiento público.
Crímenes como el de Zapa, que están relacionados con asuntos de interés general, ocurridos en las regiones, deberían ser de interés nacional, y sus juicios estar a la vista y vigilancia de todos los colombianos para garantizar el verdadero acceso a la verdad, justicia y reparación de las víctimas.
Desaparecer, asesinar, amenazar y desterrar a la familia, contaminar el proceso judicial. ¿Qué más falta? ¿Por qué tanta saña? ¿Por qué Colombia entera no clama justicia en un caso tan relevante, ¿o es que en nuestro país “ser corrupto” paga?
Las responsabilidades dentro del trabajo Jairo Zapa son muy grandes, así mismo sus retos y procesos eran según se conoce, exigentes. Así lo relató el diario El Espectador cuándo se denunció la desaparición del ingeniero Zapa “Se trata de una especie de “chequera” con un saldo que en tres años se acerca al billón y medio de pesos”.
Con tanta carga encima, ¿porque el Estado colombiano no procuró su protección?
“Le pregunté cómo lo habían hecho, que si a tiros y me dijo: ‘No, lo estrangularon’. (...) Que Jairo se arrodilló diciéndole a Joyce: ‘Yo te conozco, piensa en mis hijos, no lo hagas’ ”Georgina Valdez Valencia, enfermera y testigo del caso Zapa.
Al cumplirse un año, la comunidad Monteriana clamó justicia en las calles y en una misa recordaron al desaparecido jefe de regalías; sus familiares en el destierro solo tienen de consuelo una petición que elevaron al presidente de la república para que de forma solidaria y cómo la Constitución se lo permite, logre que el juicio se haga en Bogotá, dónde no lo alcance los vicios de una justicia local presuntamente manipulada.
6 personas está vinculadas por la Fiscalía en el caso del asesinato, entre ellos un desmovilizado de las AUC que confesó el homicidio y dio las indicaciones para encontrar el cuerpo sin vida. Pero sus familiares presumen que falta descubrir mucho más de éste caso.
Isabel Valencia, viuda de Zapa, esposa de Jairo contó al Diario El Tiempo: “Quiero que se haga justicia. Que la verdad salga a la luz. El hecho de que el caso haya sido trasladado a Bogotá es un alivio para mí y también para la familia de Jairo. Eso hace que el caso se desarrolle con transparencia, para que al final se sepa qué fue lo que motivo el crimen que terminó con la vida de mi esposo, y que nada de lo que ocurrió vaya a quedar en la impunidad”.
El juicio sobre el Caso Zapa, debe ser realizado en Bogotá, para garantizar que el país se entere los motivos que llevaron presuntamente a empresarios y contratistas a acabar con un hombre que de rodillas clamó por su vida. Aquí en Colombia debemos sentir que la justicia nos cobijará cuando lo necesitemos sin necesidad de acudir a tribunales internacionales. Las víctimas de desaparición forzada como Jairo Zapa merecen la verdad, ¿Por qué los desaparecen? ¿Por qué los asesinan?¿Quién se benefició con la muerte de Zapa?
La justicia nos tiene que responder éstos cuestionamientos pronto.
Claudia Quintero
Foto Cortesía Deiby Palomino