Este movimiento por sí solo, únicamente con propuestas a favor de la protección de los animales, logró curules en asambleas departamentales, concejos y juntas administradoras locales, tanto en capitales de departamentos como en otros municipios. Sumando además a candidatos tradicionales que adoptaron propuestas sobre este tema.
Además, gobernadores y alcaldes electos se comprometieron con defensores de animales de varias regiones por medio de diversas propuestas, inclinando la balanza a favor de ellos.
Algo para tener en cuenta es que ningún partido político se rehusó a adoptar el discurso animalista, por lo contrario, en varios departamentos y municipios las propuestas superaron las expectativas. No sorprende que gobernadores electos de maquinarias políticas duras, por ejemplo Cambio Radical, tengan propuestas bien estructuradas.
Esto mismo sucede con los liberales y conservadores, quienes en su agenda ya tienen como punto central la protección de los animales desde varias perspectivas, lo que se puede evidenciar en departamentos como Antioquia o ciudades como Bogotá.
Los verdes habían estado prácticamente ausentes hasta que llegó la renovación en el Congreso, a pesar que animalistas tienen curules en los concejos de varios municipios, sobretodo del eje cafetero, desde años atrás. Ahora la lista crece por los nuevos elegidos en otras regiones más.
Precisamente esta experiencia ha creado confianza en el electorado. Es importante tener en cuenta que para muchos políticos puede ser más difícil mantener una curul que lanzarse por primera vez, dado que tienen que mostrar resultados si quieren continuar y construir una agenda permanente.
Serán más los salones de las asambleas y concejos donde se abordarán diversas discusiones para luchar por todos los animales, el debate será cada vez más profesional y se evidenciará nuevamente que hablar de otras especies es transversal a todos los discursos sociales, y no es un tema menor, las direcciones administrativas tendrán que ampliar el menú para ofrecer opciones veganas a los honorables cabildantes animalistas.
Esta avanzada nacional debe tener un impacto en el Congreso de la República, donde convergen las regiones y de esa manera, para los congresistas, será muy difícil votar en contra de algún proyecto de ley que busque defender a los animales. Un ejemplo de esto es que cada vez son más los legisladores que quieren ser parte de las Comisiones Accidentales de Protección Animal de Cámara de Representantes y Senado, continuando así una agenda que le falta mucho para superar el déficit de protección animal alertado por la Corte Constitucional.