Con bombos y platillos se anunció el nombramiento de la nueva gerente del Centro de Protección Animal en Bogotá, una entidad que se encargará de acoger animales maltratados, principalmente perros y gatos, y promover su adopción. Aparente victoria de la lucha por los derechos animales. Pero mientras esto ocurre, se le da la espalda a la fauna nativa de la ciudad, mucha de ella en peligro de extinción.
Estos son los animales que podrían ser afectados por los planes del alcalde Peñalosa, quien se niega a reconocer y darle atención a los conflictos ambientales que generan sus propuestas:
Mamíferos y Zarigüeya
El humedal Conejera es hábitat de especies como zarigüeyas (Didelphis pernigra), musarañas (Cryptotis thomasi) y comadrejas (Mustela frenata). Mamíferos que sólo se registra en humedales que tienen bordes rurales, los que Peñalosa llama potreros.
Si la Reserva Van der Hammen se urbaniza, como lo propone el Alcalde, el humedal la Conejera pasará a ser un ecosistema urbano y perderá la conectividad con la sabana.
En la propuesta del Alcalde para edificar el 90% de la reserva se observa como los ‘corredores ambientales’ que plantea ni siquiera abarcan toda la extensión norte del humedal. Su área es además muy reducida. Si la Reserva se mantiene y se recupera se garantizará una zona boscosa que abrace el borde norte del Humedal, permitiendo la protección de las especies del humedal.
Fauna del humedal Capellanía.
El humedal Capellanía perderá el 26% de su área protegida equivalente a 7 hectáreas por la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente ALO. Así lo denuncia su Plan de Manejo y Conservación Ambiental.
Actualmente no existe ninguna propuesta sostenible para evitar o disminuir el daño. En Capellanía no se planea ningún paso elevado o cambio de trazado. La respuesta del Alcalde es negar la situación y catalogar la reserva como potrero.
La siguiente imagen pertenece a un chorlito (Tringa solitaria) que se alimenta en uno de los brazos occidentales del humedal Capellanía. Este espacio es con frecuencia limpiado y cuidado por la comunidad vecina, es un sector que desaparecerá si se mantiene el trazado de la ALO.
Es de destacar que el humedal Capellanía está orientado de norte a sur, al igual que la ALO, por tanto el área afectada será mayor. En cambio, los humedales Tibabuyes y Conejera se ubican en sentido oriente occidente, con una menor área comprometida y con la promesa de construir puentes vehiculares. Ver Impactos de la Avenida ALO en los humedales.
Fauna del humedal Tibabuyes
El hecho de plantear pasos elevados para sortear humedales no es garantía de reducir los impactos negativos. No es claro que soluciones serán planteadas para evitar la contaminación sonora y lumínica de la infraestructura vial en zonas críticas.
El problema radica en que la ALO pasará sobre el humedal Tibabuyes en una de las áreas más biodiversas, conocidas como chucua de los curíes o chucua de Colsubsidio. Allí habita una población importante de curí (Cavia anolaimae) y tingua bogotana (Rallus semiplumbeus), ave endémica en peligro de extinción.
Replantear el trazado de la ALO un poco más al oriente permitiría evitar la construcción del puente sobre la chucua de los curies. Además se debería pensar que una compensación aceptable de los impactos ambientales de la ALO debería ser la ejecución total y definitiva del Plan de Manejo y Conservación del Humedal. Las obras de recuperación han sido evadido por el Distrito al ser éste el humedal más extenso de la ciudad y uno de los más degradados.
El hecho de plantear pasos elevados para sortear humedales no es garantía de reducir los impactos negativos. No es claro que soluciones serán planteadas para evitar la contaminación sonora y lumínica de la infraestructura vial en zonas críticas.
El problema radica en que la ALO pasará sobre el humedal Tibabuyes en una de las áreas más biodiversas, conocidas como chucua de los curíes o chucua de Colsubsidio. Allí habita una población importante de curí (Cavia anolaimae) y tingua bogotana (Rallus semiplumbeus), ave endémica en peligro de extinción.
Replantear el trazado de la ALO un poco más al oriente permitiría evitar la construcción del puente sobre la chucua de los curies. Además se debería pensar que una compensación aceptable de los impactos ambientales de la ALO debería ser la ejecución total y definitiva del Plan de Manejo y Conservación del Humedal. Las obras de recuperación han sido evadido por el Distrito al ser éste el humedal más extenso de la ciudad y uno de los más degradados.
Fauna de los cerros
En los últimos días un interesante acontecimiento ha ocurrido en la quebrada la Vieja, un ecosistema a escasos metros de la ciudad en los cerros de la Localidad de Chapinero. Varios caminantes han registrado la presencia de la especie coati o cusumbo (Nasuella olivacea). Este registro podría estar asociado a la restricción del Acueducto que impide la entrada de mascotas y regula la cantidad de visitantes.
Este hecho muestra que la actividad humana puede alterar la fauna de los ecosistemas. Por tanto, no es conveniente pensar en un sendero en los cerros que atraiga visitantes de forma masiva . Se debe considerar que todo ecosistema tiene una capacidad de carga, es decir, el número máximo de personas que puede tolerar. Además que existen actividades de alto impacto que deben ser restringidas.
Fauna de los humedales del Río Bogotá
Un proyecto de malecón para el río Bogotá que pretenda cementar sus bordes y aislarlo de sus humedales, meandros y zonas de inundación será la peor amenaza para la fauna que habita estos ecosistemas.
A diferencia del sueño del Alcalde que desea un río rodeado de edificios, viviendas y cafés, la CAR adelanta el Proyecto de adecuación hidráulica y parque lineal del río Bogotá. Para su ejecución fue necesaria la participación de la Sociedad Bogotana de Ornitolgia, quienes estudiaron las aves que habitan el borde del río y determinaron qué hábitats deberían preservarse para evitar su afectación. Hasta el momento han sido sembrados más de 50 mil árboles en 70 km del río. Ver Malecón del río Bogotá o elefante blanco.
Todos estos proyectos que generan conflictos ambientales en la ciudad no se deben toma a la ligera, ni con las pasiones, sentido antropocentrico e ignorancia ambiental que ha mostrado el alcalde Peñalosa.
* Tomado del portal Humedales Bogotá