La primera pregunta que me hicieron cuando quedé embarazada fue ¿cómo vas a hacer con tus 7 perros? Pensé que el interrogante era algún tipo de chiste, puesto que seguido me sugirieron “deshacerme” de mis acompañantes de vida como si se tratara de un trapo sucio de la cocina que desechas para luego sacar otro.
Convivir con animales no humanos, en este caso particular animales domésticos, en estado de preñez es complejo, más cuando en el imaginario se tiene la creencia de que los perros o gatos poseen enfermedades que pueden afectar la vida del feto. Esto se daría si y solo si el animal no humano no está cuidado y no cuenta con los mínimos básicos para convivencia en una casa.
Cuando la mujer pare y la cría humana empieza a convivir con los otros animales resulta aún más fuerte la situación para muchas personas que consideran que estos pueden transmitirles enfermedades o hacerles algún tipo de daño. Sin embargo, los perros y/o gatos son el reflejo de tu persona, se comportan como los criaste, entonces si los educaste de una manera correcta no harán nada de lo que debas lamentar. Además, si los aseas semanalmente, tienen sus vacunas al día, le cortas las uñas y los alimentas adecuadamente no existirá ningún riesgo de ataque y/o enfermedad.
Al principio será difícil, pues es otro ser que se adhiere a la manada ya existente. Debes ser paciente, aunque con seguridad habrá aceptación inmediata.
No debemos olvidar que somos animales, animales humanos, actuamos en manada, tenemos crías, nos comunicamos de una forma específica, razonamos de otras maneras, pero no por eso distamos de los animales no humanos. Considerar que los intereses de alguien no merecen un peso justo debido a su especie de pertenencia es un pensamiento y accionar especista, por tanto discriminatorio. El antiespecismo es una posición política y necesariamente está comprometida contra la discriminación, no es expresión de una simple preferencia personal, sino que es una posición ética. El antiespecismo es unión de necesidad medioambiental, ética humana y toma de conciencia social.
Para concluir, las nuevas maternidades son un ejercicio diario de deconstrucción de lo impuesto, de lo que socialmente debe ser, aunque no sea lo propio. Debemos empezar a ver un mundo donde quepamos todos, donde se pueda convivir con animales no humanos dignamente y estos no ser alejados por el hecho de que exista una cría humana, si bien esta necesita algunos cuidados especiales no debe ser algo alejado de lo real y lo cotidiano.