En el programa Nos cogió la Noche de Cosmovisión, el pasado jueves 15 de junio, hubo una buena discusión sobre la minería en Colombia. El director de asuntos corporativos de AngloGold Ashanti (AGA) la empresa que tiene títulos por muchos miles de hectáreas para ese fin en nuestro país, y en particular adelanta tres grandes proyectos en procesos preliminares y dirigidos a su explotación, llamados La Colosa, en Cajamarca, Tolima, Quebradona o Nuevo Chaquiro, en Támesis y Jericó, suroeste antioqueño, y Gramalote, en el municipio de San Roque, noreste de Antioquia también, hizo y sostuvo algunas afirmaciones y posiciones sumamente extrañas, curiosas, que se prestan a graves sospechas y que deberían ser explicadas a la opinión nacional.
La una es que en las tres oportunidades en las que se refirió al yacimiento de Jericó - Támesis, el alto funcionario habló solo de su riqueza en cobre, de un cobre muy puro y muy fácil de extraer, pero no mencionó las importantes proporciones de oro, plata y molibdeno presentes también en esa mineralización, y ni siquiera dijo una palabra cuando se le comentó que en un documento (News Release) de la compañía, fechado el 3 de noviembre de 2014 se ponderan con alta importancia esos otros metales. ¿Por qué los ignoran, los callan así? ¿Con algún objetivo? Para el país sería muy importante conocerlo. O, por lo menos, recibir alguna explicación válida.
La otra es la de la licencia ambiental del proyecto Gramalote, que tiene un historial bastante enredado y el alto funcionario lo enreda más. Comienza por negar rotunda y reiteradamente la existencia de una Licencia Ambiental expedida por Cornare para ese proyecto, a pesar de acercársela a fácil vista, con los claros datos que se muestran en la copia adjunta: cuarenta folios con la Resolución No. 112 – 1717 POR MEDIO DE LA CUAL SE OTORGA UNA LICENCIA AMBIENTAL… lo cual se ratifica en el artículo primero de su parte resolutiva, “OTORGAR LICENCIA AMBIENTAL A LA SOCIEDAD GRAMALOTE COLOMNBIA LIMITED, CON NIT. 900.084.407-9… para el proyecto minero de explotación de oro… a desarrollarse en la vereda Guacas del municipio de San Roque,…” y mientras tanto, insistía el señor Nariño en que la única licencia que existe para ese proyecto es la expedida por la ANLA. ¿Por qué el empeño de AGA en negar – ocultar, la obtención y la existencia de esa licencia? Entre la Empresa y Cornare deberán explicar.
Y continúa, aún más grande el enredo de su historial, con el hecho de que mientras “en promedio, en los diferentes estados de los EE.UU. la aprobación de un permiso minero toma entre 3 y 7 años y en Australia, 2 años …” según escrito del exministro de Ambiente Manuel Rodríguez Becerra (El Tiempo – domingo 21 de abril de 2013) la referid licencia de Anglo Gold Ashanti para Gramalote, fue otorgada por Cornare en menos de 2 meses (febrero 10 a marzo 25 de 2.010) como se puede leer en las fechas que aparecen en los dos primeros considerandos de la mencionada resolución.
La licencia fue expedida sin tener los estudios básicos o mínimos necesarios
para evaluar la severidad de los riesgos
a generarse con la actividad minera
Y más grave aún, pero muy acorde con esa celeridad que le pusieron, la licencia fue expedida sin tener los estudios básicos o mínimos necesarios para evaluar la severidad de los riesgos a generarse con la actividad minera y la viabilidad de expedir la Licencia Ambiental, como se hizo. Soportan esta afirmación varias exigencias de hacer a posteriori que trae el texto de la licencia, como la del parágrafo dos del artículo primero, que dice: “La sociedad… deberá desarrollar de manera inmediata los estudios y diseños finales de la presa de colas (¡Nada menos!) … así como los demás estudios que requiera el proyecto para la evaluación y aprobación previa por parte de Cornare”. O el Parágrafo tres: “…deberá llegar a un acuerdo con los mineros artesanos que se localizan dentro del título minero, con referencia a toda la información contenida en los aspectos sociales del EIA….”
Para tener debates honestos como insistentemente lo reclamaba el funcionario Nariño en sus intervenciones, AngloGold Ashanti deberá antes aclarar, conjuntamente con Cornare, las razones y los objetivos de esas actuaciones y esos procederes. Pero que no sean tonterías como la de que en esa entidad le ponen un equipo muy grande y eficiente al estudio de esas cosas o la de que les habían acompañado en todo el proceso de preparación. ¡Peor! Y todo bastante extraño, fuera de lo corriente.