“Cuando los niños tienen contacto con la música, a temprana edad, se les estimula la imaginación y la creatividad, aumentando su capacidad de concentración y mejorando sus habilidades matemáticas y de racionamiento, aspectos que fortalecen los procesos de aprendizaje en general”, manifiesta el maestro Luis Benavides, director de la Fundación y Escuela Musical Ángelus, institución que imparte enseñanza musical a la niñez del sur del departamento de Nariño.
“De igual manera, encausa emociones y sentimientos que mejoran su estado de ánimo, estimula la expresión corporal, la potencia y el control rítmico del cuerpo”, agrega Benavides, un apasionado por la difusión musical que descubrió su vocación, precisamente, en sus primeros años de vida y que insiste en la importancia de este tipo de formación artística para tener mejores ciudadanos.
“Desafortunadamente, los padres de familia de la zona no son conscientes del valor del adiestramiento musical para los niños”, se lamenta el promotor de Ángelus y observa que no se destinan recursos suficientes para apoyar esta clase de procesos, ni en los colegios se imparta un área relacionada directamente con la música.
Actualmente, Ángelus, que nació en la ciudad de Ipiales hace siete años con el apoyo de un sacerdote y que funciona en las instalaciones de una institución educativa, imparte clases de guitarra, piano, técnica vocal, instrumentos andinos, con énfasis en los valores humanos y sociales de los niños asistentes.
Cuenta con una sede alterna en otro municipio, independiente de Ipiales, y atiende a un importante grupo de niños entre los 7 los 12 años con amplio sentido de la formación estética y musical. “Es nuestro deseo que los niños sigan contando con estos espacios que apoyan su crecimiento y fortalecen su desarrollo espiritual”, concluye el Maestro Benavides con la convicción de quien conoce su trabajo y lo realiza respondiendo a un sentido vocacional.
No puede ser otra, entonces, la invitación que se realiza para que todos en el país brindemos importancia a estos centros de educación no formal y ofrezcamos, a la vez, una oportunidad a los infantes para que a través de la música logren un mejor crecimiento psicológico y emocional. Lo que hace Ángelus, en Nariño, sirve de ejemplo para que en las demás ciudades de Colombia se opte por esta capacitación enriquecedora y novedosa.