Gracias a la grata invitación de Berg Institute, tuvimos la oportunidad sin igual de conocer, saborear y casi acompañar en los propósitos y despropósitos que ocurren entre Israel y Palestina, en nuestro curso de Derechos Humanos en terreno; los sentimientos, insistimos, en el terreno hacen que, hasta los más profanos, los más indiferentes y por supuesto, a los que de alguna manera nos toca, nos encontrásemos en una sucesión de situaciones y emociones que, al cabo del día, daban la sensación de haber estado en una montaña rusa.
No todo se puede escribir y describir en líneas cortas, por eso lo haremos en tres entregas, no creo que seguidas, pues se debe dejar que la distancia ayude a la percepción, a la resolución y al juicio. Una de ellas ‘el paisaje inolvidable’; otra, el concepto y posible alcance de la situación nación y, por último, ‘Una Reflexión Humanitaria’.
El grupo concernido del todo, homogéneo, profesionales de diferentes fuentes, variadas edades, colmados de expectativas, de mente abierta y, sobre manera, a la espera de conocimiento práctico; se trataba de un turismo, sí, de turismo sin el concepto de descanso, sino de análisis, de experiencia vital; turismo, pues se observan paisajes, se toman fotos, se hacen apuntes calurosos, en fin chascarrillos; pero con todo, una visión de un turista que in situ observa lo que, seguramente, el turista ordinario no conoce o no le es dable conocer; a quién se le ocurre llevar a un turista al día-día de una realidad de la cual no desea apropiarse; presentación, idiomas, valores diferentes, conceptos diversos, puntos de vista hasta contradictorios, son el maná de cada segundo; sí, el maná, primera palabra común en ese entorno vital, todos lo esperan, lo han deseado, los llena de emoción.
Primos de origen así no se reconozcan, buscando su sitio bajo el sol; una tierra prometida … a varios, como lo expresaba uno de los profundos conferencistas; qué buena frase y, así es.
El detalle de trasfondo se encuentra en el paisaje
en el bellísimo, en el rarísimo paisaje
que una vez se pasa el control, atrapa los sentidos
De los confines de los siglos son los orígenes y, entonces las diferencias se retratan desde la Biblia, desde el antiguo testamento; al propio tiempo, todo se enruta en el cofre árabe que ayuda y complica a la vez la situación, allí se impone el concepto, desde siempre, de lo que denominan seguridad; claro, este no es el tema que estamos comentando, pues se hará más adelante. Empero, cuando ello sucede, cuando se bota todo por la seguridad, se distrae el argumento, pero el detalle de trasfondo se encuentra en el paisaje, en el bellísimo, en el rarísimo paisaje que una vez se pasa el control, atrapa los sentidos; tierras áridas como las que más, propuesta de volverse un jardín, un desierto que florece; y, cómo que no ha florecido, si es el punto de convergencia del pensamiento mundial, no solo de inicio de los tiempos, sino de los avances hasta lograr varios sabios forjados por la aridez de su existencia y, que sobre ella, nace así, el conocimiento: el saber.
Pero volvamos al paisaje inicial: armenios, cristianos, judíos, palestinos, vecinos entrelazados y, en el entorno los árabes; una cultura forjándose sobre, al lado, lateral a la otra; iglesias, mezquitas, sinagogas, todo allí se ofrece.
Símbolos, pieles, pensamientos, significantes, significados, todos tan cerca, todos tan lejos y, con muchos seguidores en la urbe; activistas, timoratos, seguidores y sobre ello, el concepto, el contenido de la nacionalidad: un paisaje inolvidable.
Las Naciones Unidas intervienen cuando el mandato de ‘El Reino Unido sometió la cuestión de Palestina a consideración de la Asamblea General casi en el momento del nacimiento de las Naciones Unidas. En el primer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, en abril de 1947, se constituyó una Comisión Especial para Palestina (Unscop) compuesta por 11 miembros. La mayoría de los miembros de la Comisión recomendó que Palestina se dividiera en un Estado árabe y un Estado judío con un estatuto internacional especial para la ciudad de Jerusalén, bajo la autoridad administrativa de las Naciones Unidas’. ¿Y? Ya veremos.