Respuesta a Richard Tamayo: la educación es el camino.
Ángela María Robledo. Representante a la Cámara.
Con este texto busco responder a las críticas que hace Richard Tamayo en su columna “Especialistas en objeción” publicada en Las 2Orillas el 20 de Noviembre, sobre el debate de control político que realicé a propósito de la crisis que vive la Universidad Nacional de Colombia
Respondo a lo que considero son los puntos centrales de sus críticas:
Sobre lo que él denomina oportunismo: quiero recordarle que como consta en mi trabajo académico, desde hace muchos años he realizado investigaciones, publicaciones , trabajo de formación y acompañamiento a cientos de jóvenes en Colombia. Primero como docente y luego como decana académica en la facultad de Psicología de la Universidad Javeriana. Y en cuanto a mi tarea en el Congreso sobre la problemática educativa en el país, el primer debate de control político que convocamos como bancada del Partido Verde fue sobre la situación de las universidades, en especial las universidades públicas en Colombia. Recordarle de igual manera que he acompañado la tarea de la Mesa Amplia Nacional por la Educación, Mane, en foros , audiencias y creativas movilizaciones desde el 2011, actividades que no sólo lograron hundir un proyecto que a todas luces atentaba contra el carácter de la educación superior como derecho porque buscaba incorporar el ánimo de lucro, sino también convocar una enorme solidaridad y apoyo de la ciudadanía de cara a las exigencias del movimiento estudiantil. Estas actividades no nacieron ayer, han sido una constante en mi vida estudiantil y profesional y en mi trabajo como parlamentaria desde el 2010 (Ver http://bit.ly/12ZkjAa )
Sobre la historia del debate a la UN: suelo asistir a distintas invitaciones que me hacen en la Universidad Nacional, y por ello he tenido la oportunidad desde hace algún tiempo de observar el sistemático y persistente deterioro de sus edificaciones. Iniciamos de manera sistemática la documentación de esta problemática hace algunos meses: reuniones con profesores, estudiantes, vecinos del sector aledaño al campus universitario. En el pasado período legislativo presenté una proposición de debate de control político en la plenaria de la Cámara, con el apoyo de los representantes Carlos Amaya y Wilson Arias. Dado que no logramos que fuera programado en la agenda por la mesa directiva de la Cámara de Representantes, trasladamos la proposición a la Comisión Sexta, en la cual se abordan los asuntos relacionados con educación. Lo anterior desvirtúa que nuestro debate, como lo sugiere Richard, surgió luego de la catástrofe que vivió la facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Desde el semestre pasado está radicada en plenaria la proposición que cita a debate de control político sobre la Universidad Nacional.
Sobre la referencia a Congreso Visible. Cita Richard los indicadores de Congreso Visible. Debo aclarar al respecto que dicha institución hace un seguimiento juicioso a la labor parlamentaria pero evalúa a los congresistas según su disciplina y no evalúa la actividad más integral de un congresista, la cual no se reduce sólo a producir leyes, que en ocasiones resultan inocuas, sino también hacer controles políticos y buscar que proyectos que atentan contra el interés general, puedan ser retirados o votados negativamente como la ya mencionada ley de reforma a la educación superior, la reforma a la justicia, la ampliación del fuero militar, entre otras. Aclaro también que según Congreso Visible, siguiendo el criterio de la disciplina de partido, debí haber votado a favor de la reforma a la Justicia. Claramente mis convicciones éticas y políticas no me lo permitieron.
Sobre mis aportes a la Universidad Nacional. Por otro lado, dice Richard que no he hecho nada a favor de la Universidad Nacional. Falso. En el primer semestre de 2011 el Estatuto anticorrupción evitaba, en su artículo 105, que la universidades públicas hicieran contratos de consultoría vía acuerdos inter administrativos. En esa época este tipo de contratos representaban una tercera parte de los ingresos de la Universidad. Aprobar este artículo implicaba quebrar inmediatamente la Universidad Nacional. Téngase en cuenta que el peso de los aportes de la Nación en los ingresos de la Universidad son cada vez más bajos y los recursos propios cada vez más altos. Los aportes de la Nación a la Universidad Nacional han pasado de un 73% de los ingresos totales en el 200 a un 53% en el 2012 (Cfr. http://bit.ly/IkxkN0 ). Por la tarea adelantada con rectores de algunas universidades públicas, en especial con el Rector Moisés Wasserman y otros parlamentarios, logramos modificar el artículo y preservar esa modalidad de convenio.
Sobre la estampilla. Fui la primera Representante que promovió la estampilla y la defendí en plenaria para que la Universidad tuviera recursos, dejando claro que este tipo de salvavidas son pañitos de agua tibia. Es irrefutable que la Universidad requiere esta estampilla pero no se debe negar que es indignante que un rector acuda al Congreso al pedir una estampilla y no a debatir los asuntos fundamentales de la Universidad Nacional y su crisis financiera y de infraestructura. En resumen, no debería haber estampillas, debería existir unos recursos asegurados en el Presupuesto General de la Nación para la educación superior pública y, en especial, para la Universidad Nacional. Dada la falta de voluntad política de este gobierno por apostarle a la educación se vuelve ineludible apoyar estas iniciativas.
Sobre mis propuestas a la educación superior pública. Mis propuestas son claras: las Universidades no deben vivir de recursos propios, los aportes de la Nación pueden aumentar si se reduce el presupuesto de la guerra, de la minería y se recaudan más impuestos eliminando las exenciones a los grandes empresarios de este país y de las multinacionales. Mi apuesta es por subsidiar la oferta de de tal manera que los estratos 1 y 2 puedan entrar a la UNAL y se mantengan con programas de acompañamiento académico para que no deserten. Los créditos son una manera de privatizar la Universidad.
Richard, lo invito a que nos acompañe a adelantar una gran acción colectiva entre profesores y profesoras, estudiantes, empleados y empleadas, ex alumnos y ex alumnas, ex rectores y personalidades de la Universidad para apoyar y defender la Universidad Nacional, que hoy se cae literalmente a pedazos. ¿Se le mide?