El 28 de junio del 2021, rodeada de su hijo, de su esposo, la exdiputada de Santander Ángela Hernández terminaba el suplicio que constituían las sesiones de quimioterapia y los extenuantes tratamientos que le había generado el agresivo cáncer de mama que le habían detectado en el año 2016, justo el año en el que explotó en la política nacional.
Nacida en Floridablanca en 1990 y graduada de abogada en la desconocida universidad Uniciencias de Santander, se inició en la política de la mano de su papá, quien fue en el 2003, bajo la égida del Nuevo Liberalismo y cuando ella tenía 13 años, concejal de Floridablanca. En su casa de lo único que se hablaba era de política y de religión. Iban a una iglesia de dios ministerial cerca a su casa en Floridablanca y Angela Hernández entendió desde muy niña que la religión no era otra cosa más que una vertiente de la política.
A los 21 años decidió lanzarse al Concejo con el aval del partido de la U. Aunque sacó apenas 700 votos, quemándose irremediablemente, Ángela Hernández logró acceder al Concejo gracias a la destitución de nueve de los 19 concejales que estaban debido a irregularidades en la contratación. Su único credo político ha sido Álvaro Uribe Vélez, por eso no ha dudado en afirmar que es una “uribista atrapada en el partido de la U”.
Su carrera política lo hizo de la mano de la iglesia a la que pertenecía en el exclusivo sector de Bucaramanga llamado Cabecera del llano, llamada Plenitud de vida. En el 2015 llegó a la asamblea departamental con 15.286 votos constituyéndose en una interesante fuerza política. Sin embargo ese año, y gracias a su cercanía con el entonces procurador y coterráneo suyo Alejandro Ordoñez, comandó el referendo de firmas “por papá y mamá” donde se condenaba de manera tajante la cartilla de educación sexual que promovía el ministerio de educación de Gina Parody. Todo se convirtió en una marea humana que terminó por cumplir su misión de satanizar el referendo por la paz que el gobierno de Juan Manuel Santos promovía para revalidar popularmente los acuerdos de La Habana. Ese año, después de sentirse físicamente mal, Hernández fue al médico y el diagnóstico cambió su vida.
El médico le dijo que la bolita como de desodorante que se le asomaba por debajo de la piel de su seno era grasa que se le podía disolver usando vitamina E. Durante tres años los médicos que la revisaban no le encontraban nada particular así la tal vitamina E no hubiera disuelto la bola. Esta siguió creciendo hasta el punto de que en el 2019, mientras se preparaba para un debate entre varios candidatos a la gobernación de Santander por el partido de la U, uno de los técnicos le iba a poner un micrófono de solapa. Entonces el hombre, por accidente, tocó su seno y la miró sorprendido. Ella por primera vez tuvo miedo y empezó a creer que, de pronto, no sería una bolita de grasa.
En abril del 2020, en plena pandemia, Ángela Hernández se hizo su primera biopsia. Entonces lo que descubrió la partió en dos a sus 20 años: tenia cáncer de mama y entre todos los tipos de cáncer el que ella tenía era uno de los más complicados: era un cáncer triple negativo, uno de los más agresivos y menos comunes. La terapia no pudo ser más agresiva ya que comprendió masectomías, quimioterapias y radioterapias. Cuando le extirparon un seno para frenar la enfermedad la joven política decidió renunciar a cualquier atisbo de vanidad y sincerarse con el mundo ante la eventualidad que enfrentaba en su vida y publicó esta foto en sus redes sociales:
Angela convirtió sus redes sociales en la pandemia en un rincón político pero también en una tribuna en donde le contaba a sus 32 mil seguidores los cambios que venía presentando con su cuerpo.
En junio de este año parecía, al menos con este video, que ella había derrotado al más feroz de los demonios con os que se había enfrentado:
Hoy estamos celebrando nuestro milagro, vencimos el cáncer. Gracias a Dios, a mi familia, al personal medico y a todos ustedes por darme tanto amor.
"Para el que cree todo es posible" pic.twitter.com/CNyEAPB9rP— Angela Hernández (@AngelaHer) June 28, 2021
Confiada en el poder sanador de su Dios, Ángela Hernández arrancó una gira por todo el país para contarle a sus seguidores, en su gira rosa, su experiencia con la enfermedad. Pero la felicidad le duró poco. La enfermedad reapareció haciendo estragos. La primera señal la tuvo a finales de octubre cuando empezó a sentir un hormigueo adormecedor en sus brazos y piernas. Se hizo chequeos y todo el proceso lo ponía en redes sociales. Sin embargo, el 7 de diciembre, le dijeron la verdad: el cáncer había reaparecido y esta vez atacaba la médula. En un video junto a su esposo Hernández comentó lo siguiente: “Necesitamos un milagro, y conocemos el Dios de los milagros. Gracias a todos ustedes por acompáñanos en esta dura prueba, hoy más que nunca necesitamos de sus oraciones y de su amor, siempre gracias”.
Este video muestra el impresionante cambio que ha tenido la que alguna vez la más aventajada de las discípulas de Alejandro Ordoñez en Santander:
Necesitamos un milagro, y conocemos el Dios de los milagros.
Gracias a todos ustedes por acompáñanos en esta dura prueba, hoy más que nunca necesitamos de sus oraciones y de su amor, siempre gracias.🙏 pic.twitter.com/yMZVQtT0I9— Angela Hernández (@AngelaHer) December 8, 2021