El delantero argentino reconoció que aunque no era su deseo se va del Real Madrid porque no se sentía valorado y anuncia que pasa a formar parte de la nómina del Manchester United de Inglaterra. Con su salida, según informan los diarios deportivos en España, se le abre el camino a Radamel Falcao Garcia, quien ya estaría fichado por el técnico Carlo Ancelotti y jugaría junto a James Rodríguez como en épocas en que se coronaron campeones con el FC Porto de Portugal. Este es el adiós de Di María:
Estimado Madridismo,
Mi ciclo en el Real Madrid ha llegado a su fin. Es imposible plasmar todo lo vivido en unas líneas, pero valga esta carta para comunicar lo que siento en el momento de la despedida. En estos cuatro años que tuve el honor de vestir esta camiseta no siento más que orgullo por todo lo que pasé y conseguí junto a mis compañeros.
Lamentablemente hoy me toca irme, pero quiero dejar claro que ese nunca fue mi deseo. Como cualquier persona que trabaja, siempre he querido progresar. Después de ganar la Décima me fui al Mundial con la esperanza de recibir un gesto de la Directiva, algo que nunca llegó. Se hablaron muchas cosas y muchas mentiras. Siempre quisieron atribuirme la iniciativa de salir del club, pero no fue así. Lamentablemente no soy del gusto futbolístico de alguna persona. Yo lo único que pedí es algo que fuera justo. Hay muchas cosas que yo valoro y muchas de ellas nada tienen que ver con mi salario. Espero encontrarlas en el Manchester United, uno de los clubes más grandes del mundo con el que ojalá pueda hacer historia.
He tenido la suerte de compartir vestuario con jugadores fantásticos, que han sido incluso mejores compañeros. Creo que esa fue la clave para conseguir la Décima. Quiero pedir disculpas por las veces que me equivoqué, dentro o fuera de la cancha. Nunca fue mi intención perjudicar a nadie. Sudé esta camiseta cada partido como si fuera el último. Había veces que las cosas me salían y otras que no, pero lo que sí puedo asegurar es que siempre lo di todo.
Quiero agradecer a España por todo lo que me dio y en especial por permitir que mi hija nazca en esta tierra. Y de manera muy particular a la gente del hospital Montepríncipe, a los que siempre voy a llevar en mi corazón. Mi mujer, mi hija y yo estaremos eternamente agradecidos. También a mis compañeros, que me dieron su apoyo siempre, en las buenas y en las malas, a los distintos cuerpos técnicos con los que me tocó trabajar y también a todas las personas que trabajan día a día en el club, con las que guardo una gran relación.
Deseo que el Real Madrid tenga una gran temporada y consiga los logros que este club siempre busca. Me llevo para siempre en mi memoria ese momento en la Supercopa en el que salté al Bernabéu y recibí de la afición un cariño tan inmenso. Muchísimas gracias. Todavía tengo la piel erizada. No se me ocurre mejor despedida para el que lamentablemente fue mi último partido.
¡Hala Madrid! ¡Y hasta siempre!