Andrés es un joven de 27 años, ingeniero industrial y actualmente estudiante de artes escénicas en Barranquilla. Conoció el teatro en el colegio, pero fue en el 2005 mientras iba en un bus que decidió dedicar su vida a este oficio. Estaba en quinto semestre cuando le prometió a su padre terminar la carrera de ingeniería, pero con la promesa que después de terminar esa, sólo iba a hacer teatro.
Para sorpresa y tristeza de su padre, la “maricada” no se acabó al terminar sus estudios, rechazó un empleo de 5.000.000 de pesos y pasó el 2009 a punta de deudas, porque como era de esperarse los pesos que le entraban del bolsillo de su padre fueron quitados. Dedicó sus días a estar entre ensayos y tablas. Fue profesor, hizo de Peter Pan en la obra de María Cecilia Botero, se fue de gira con Memo Orozco, participó en obras de teatros de formas “clandestina” de universidades a las que no pertenecía, y se metió en cuanto rincón teatrero conociera en Barranquilla.
En el 2011 con varios pesos en el bolsillo, más de diez obras actuadas y tres participaciones en cine, decide junto a su novia y su amigo El Flaco crear el colectivo Vivadi Teatro. Grupo de teatro con el cual se han presentado en Venezuela, en el Carnaval Internacional de las Artes, La Carnavalada en Barranquilla, en el ENITBAR y varias plazas locales. Al mismo tiempo que creó el grupo, empezó a estudiar formalmente arte escénica. El grupo actualmente se encuentra en receso porque cada uno de sus integrantes quiere buscar su camino individual para volver a unirse y saber con claridad la línea que va tener el grupo.
- El teatro y el arte en general se convierten en herramienta de transformación y reflexión personal, te acerca a ti mismo, te ayuda a conocerte. Cuando ya te conoces, sabes que quieres, a donde vas y el porqué, esto provoca que puedas relacionarte con tus semejantes, valorar la naturaleza y volverte senso-perceptivo a tu entorno
Después de tres años de su decisión de ser actor, su padre asistió a una de sus obras, fue la obra Amante del Nobel de Literatura del año 2005 Harold Pinter. Ese fue el último día que su papá hizo un comentario negativo frente a su carrera.
Tiene claro que no va ser millonario, pero también que no va morir de hambre. Andrés quien, quiso ser cura alas 17 años, vivió en 7 ciudades diferentes y ha estado becado toda la carrera por su promedio, asegura que del teatro se puede vivir.
-Uno de los hechos que marcan mi vida como actor es el poder recibir el aplauso, el calor y la sonrisa del público. Cuando viene el dinero ya es un valor agregado al trabajo satisfactorio que has hecho en escena. ¡Si se puede vivir del arte! lo que sucede es que muchas veces tienes que elegir si quieres dinero o quieres ser en realidad feliz, es tu decisión.
Sabe que su cuerpo es su herramienta de trabajo y que un actor siempre debe estar dispuesto para la acción, por eso estudia disciplinas y artes marciales orientales como el yoga, kalaripayuttu, susuki, danza butoh y tai chi. Cree que de las técnicas de teatro la que más te acerca al público es el trabajo de clown, porque sin la complicidad de quien te mira, esta no existe. El clown se alimenta del público para en cada presentación expresar la “locura cuerda” de un niño adulto.
La semana pasada estuvo en Bogotá en el Encuentro Nacional de Artes Dramáticas, dónde solo asisten los mejores promedios de los programas de teatro del país. Después de eso sabe que en dos años su futuro está en Rusia o Brasil para continuar sus estudios. Sueña con una casa grande donde pueda hacer y enseñar teatro, viajar por mundo haciendo teatro, quiere que en cada colegio de Colombia haya espacio para el teatro, quiere morir haciendo teatro, quiere que nunca muera el teatro.
Actualmente intenta escribir guiones, pero su amor por la bohemia y la vida nocturna, le impiden tener una disciplina al respecto. Le falta todavía calle, vida, sexo y música como para quedarse un viernes en casa. Le falta seguir una vida a lo Bukowski a este joven apasionado por la vida, que dejó una estabilidad económica y una vida familiar “tradicional” por el seguir su sueño de ser actor.