El Estado colombiano se ha construido por medio del resquebrajamiento del tejido social como empresarial por 60 años de conflicto armado interno. Sin olvidar, la corrupción galopante que se puede aseverar que en la Costa Atlántica es un sustantivo no un adjetivo. De ahí que la música, las letras, la literatura, el canto, el baile, la pintura, en términos generales el arte, puedan ser reivindicadores de la configuración de la sociedad colombiana.
El arte, entre otras cosas, es un posibilitador de la libertad del conocimiento como del amor, etc. Precisamente, Kundera pregonaba lo siguiente: “La cultura es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivír”. A la par, André Malraux resarcía que “la cultura hace al hombre algo más que un accidente del universo”. Por ello, el presente escrito es un reconocimiento al director actual de la Escuela de Bellas Artes y Humanidades de Sucre, Anatael Garay Álvarez, quien fue designado por el gobernador del departamento del Sucre, el señor Héctor Olimpo Espinosa, en el presente año.
Anatael Garay Álvarez es licenciado en Español y Literatura de la Corporación Universitaria del Caribe (Cecar). Asimismo, es especialista en Escritura Narrativa de la Universidad Central. Actualmente, desarrolla el doctorado en Humanidades, Humanismo y Persona en la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá. Oriundo de Corozal Sucre, es un galardonado artista que ha reivindicado el tejido social a través de su vocación. Ha sido director de los programas de Diseño Gráfico y Bellas Artes de la Universidad Antonio Nariño, creador y rector de colegios como de centros de formación técnica, director de Letras de Cocodrilo, proyecto de talleres y escritura creativa. Acotando que fue becario ganador de la residencia artística para creación literaria de la Academia de Artes Aplicadas y la Organización Cultural y Artística Nube, Rijeka, Croacia, en el año 2017.
Además, es una persona que fuera de vigorizar el alma costeña, es un juglar de las letras. En efecto, en el periodo comprendido entre los años 2001 al 2007 contribuyó en la ampliación de competencias gruesas y blandas en poblaciones víctimas de masacres en Colombia, como las acontecidas en Montes de María. De igual manera, en ese momento fue un activista por los derechos civiles de los resguardos indígenas de San Andrés de Sotavento como el de Zenú, junto con Ramiro Manuel Sandoval Mercado, quien fue asesinado por los paramilitares en el 2003 y una de las variables por las que tuvo que exiliarse en Bogotá por las amenazas de muerte.
Entre sus publicaciones se destaca Memorias de Caín, que fue publicado en el año 2009. Una contribución poética donde aparece el capítulo titulado Relojerías de gaitas para pájaros, donde construye como memoria histórica las masacres acontecidas en la Costa Atlántica: la del Salado, Mapiripan y Chuengue. De igual forma, publicó Los poemas del purgatorio, en el 2009. En el 2011, fue ganador del concurso interno en el programa de Especialización en Escritura Narrativa, Universidad Central, con el cuento Muerte sin vainilla para Juan. De la misma forma, publicó Los poemas pistoleros y La ensoñación del algoritmo. Su más reciente publicación en colaboración se tituló Cinco tocan a la puerta, antología de cuentos y escritores colombianos contemporáneos en el año 2019 con la editorial Taller de Edición Rocca.
En el presente, Anatael Garay Álvarez es el director de Escuela de Bellas Artes Humanidades de Sucre, donde ha priorizado el marketing digital como estrategia frente a la contingencia de la pandemia, y ha traído reconocidos talleristas en dibujo como el caricaturista fisonómico, Omar Figueroa Turcios. De igual manera, establece diálogos de cooperación con John Juniles, becario del Centro de Artes de Canadá y el Banco de la República con su parte cultural. Con el mismo propósito, con Cristo Hoyos y Jaider Orsini, director de la plataforma Caníbal de Arte Contemporáneo y la Fundación Divulgar del Caribe Colombiano, ha abierto exhibiciones artísticas como Las Otras, seminarios certificados en pedagogía y en la enseñanza de las artes para los docentes de la Institución Educativa San Martín de Loba, de San Antonio de Palmito.
Por otra parte y más desde la construcción de la cultura en el departamento en Sucre y en alianza con la gobernación y las alcaldías, se pretende la apertura en su gestión de subsedes de la Escuela de Bellas Artes de Sucre en los municipios de Caimito, Sincé y Coloso. “La extensión de la Escuela de Bellas Artes y Humanidades de Sucre, al municipio de Sincé nos permitirá atender la demanda de personal de los municipios de Betulia, El roble y galeras”, dijo Garay.
Para terminar, los cambios sociales, económicos y políticos que se han desarrollado en el Estado colombiano han propiciado individuos que han tenido que ser resilientes frentes a las adversidades de un territorio como de una territorialidad en construcción. Un ejemplo de templanza, trabajo, disciplina y talento es el doctorante Anatael Garay Álvarez, quien con su vida y su profesionalismo ha desarrollado la cultura del departamento del Sucre y en esta nueva etapa ha jugado un importante papel como dinamizador de una Escuela de Bellas Artes Humanidades de Sucre, ambiente pedagógico por excelencia de la cultura
