El Presupuesto General de la Nación para 2025, presentado por el Ministerio de Hacienda ante el Congreso, plantea importantes retos de financiación y la posibilidad de una nueva reforma tributaria, en un contexto donde los aumentos de impuestos podrían estar generando efectos contraproducentes.
"El presupuesto de 523 billones de pesos presenta aspectos positivos, como el incremento en recursos para salud, pensiones y el Sistema General de Participaciones, lo que permitiría una mejor distribución de recursos en los territorios", señala Alejandro Escobar, gerente estratégico de Sectorial.co.
Un análisis reciente realizado por esta firma de análisis económico revela que Colombia podría estar experimentando el fenómeno descrito por la Curva de Laffer, donde el aumento en las tarifas impositivas está resultando en una disminución del recaudo.
"A pesar de las dos reformas tributarias recientes que aumentaron los impuestos tanto para empresas como para personas naturales, el recaudo tributario ha disminuido un 10% en lo que va de 2024", explica Escobar.
El análisis revela preocupantes restricciones financieras. "Del total presupuestado, 113 billones serán destinados al servicio de la deuda, representando un incremento del 19% frente a 2024. Además, los recursos para inversión son de apenas 82.4 billones", detalla Escobar.
El sistema tributario colombiano depende principalmente del impuesto de renta y el IVA, que representan más del 80% del recaudo. Sin embargo, "la evidencia sugiere que disminuir el impuesto de renta podría, paradójicamente, aumentar el recaudo al estimular la actividad económica", señala el experto.
Con un déficit fiscal que supera el 5% del PIB, el presupuesto 2025 enfrenta un desfinanciamiento inicial de 12 billones de pesos. "Este faltante podría ser incluso mayor, con algunos analistas sugiriendo que podría alcanzar los 40 billones", advierte.
En opinión de Escobar, Colombia ya tiene la tasa de tributación empresarial más alta de la región, junto con Argentina, en un 35%. Para personas naturales, el país tiene una de las tasas más altas con 39%, solo superada por Chile. Este nivel de imposición podría estar generando ineficiencias en la economía".
El Ministerio de Hacienda ha sugerido cambios que incluyen una reducción gradual del impuesto de renta empresarial del 35% al 30%. Sin embargo, el analista sugiere que "en lugar de buscar nuevas fuentes de impuestos, podría ser más beneficioso reducir las tarifas para estimular el crecimiento económico y mejorar el recaudo a través de una mayor actividad económica".
"Una economía más eficiente y en crecimiento genera un mayor volumen de actividad económica, lo que puede traducirse en un aumento de los ingresos fiscales", concluye Escobar. El análisis de Sectorial sugiere que es posible encontrar un equilibrio que beneficie tanto a la economía como a la administración fiscal del país, posiblemente a través de una reducción estratégica de impuestos que estimule el crecimiento económico.