El fruto del anacardo, que posee el mismo nombre o nuez de cajú como también se le llama, es un fruto seco con muchas propiedades medicinales. Es rico en ácidos grasos insaturados como el ácido oleico y linoleico, así como tiene un gran contenido en minerales entre los que destacan el selenio y el magnesio.
Estos son los 14 secretos que hacen que este codiciado fruto seco sea bueno para la salud.
- Mantiene la salud del corazón.
Al ser rico en ácidos grasos monoinsaturados como el oleico y ácido palmitoleico, ayudan a reducir el colesterol LDL dañino al tiempo que aumenta el colesterol bueno HDL.
Previene enfermedades coronarias así como los accidentes cerebrovasculares.
- Ayuda en la pérdida de peso.
El 75% de la grasa que contienen los anacardos son grasas no saturadas o grasas buenas.
Los anacardos también contienen gran cantidad de fibra e impulsan el metabolismo.
- Anticancerígenos.
El alto contenido en cobre y proantocianidinas, una clase de flavonoles, luchan contra las células tumorales que restringen la división celular, especialmente en el cáncer de colon. Al mismo tiempo los anacardos ayudan al cuerpo a utilizar el hierro de manera eficaz y a eliminar los radicales libres dañinos.
- Fuente de magnesio.
El magnesio de los anacardos ayuda a proteger contra la presión arterial alta, los espasmos musculares, dolores de cabeza por migraña, tensión, dolor y fatiga. El magnesio también ayuda junto con el calcio a mantener los huesos y los músculos sanos.
- Nutren el pelo y la piel.
Ayuda al cuerpo a utilizar el hierro, eliminar los radicales libres, el desarrollo del hueso y el tejido conectivo, y producir la piel crítico y pigmento del pelo, la melanina.
- Fortalecen los huesos y nervios.
El magnesio hace que el calcio se asimile correctamente por el cuerpo ayudando a regular los nervios y el tono muscular a la vez que mantiene los nervios relajados.
- Beneficia al cerebro.
El cerebro se basa en dos tipos de grasa, poliinsaturadas y monoinsaturadas, para la producción de células cerebrales. Los anacardos también aceleran el flujo de oxígeno al cerebro.
- Previenen los cálculos biliares.
La ingesta diaria de anacardos puede reducir el riesgo de desarrollar cálculos biliares hasta en un 25%.
- Antioxidante.
Los anacardos contienen cobre, componente esencial de la enzima superóxido dismutasa, vital en la producción de energía y la defensa antioxidante, lo que produce una mayor flexibilidad en los vasos sanguíneos, huesos y articulaciones.
- Ayuda a la digestión.
Los anacardos ayudan en la síntesis de ácidos nucleicos y a la digestión.
- Vitaminas.
Los anacardos son ricos en vitaminas del grupo B como el ácido pantoténico (B5), piridoxina (B6), riboflavina (B2), tiamina (B1) y niacina (B3) beneficiosas para la prevención de anemia sideroblástica o problemas de epidermis.
- Reduce el riesgo de diabetes.
Las grasas monoinsaturadas que contienen los anacardos pueden reducir los niveles de triglicéridos y así reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Fortalece las encías y los dientes.
Una vez más el contenido en magnesio que tienen los anacardos mantiene la salud de los dientes, así como mantienen alejadas a las bacterias.
- Mejora la visión.
Los anacardos proporcionan funciones de protección y filtrado de los rayos UV y ayudan a prevenir la degeneración macular asociada con la edad debido a los antioxidantes.
Nota importante:
El consumo de anacardos, aun siendo un fruto seco muy saludable, está contraindicado para aquellas personas que tienen el estómago delicado, pacientes que sufren de cálculos renales y de vesícula biliar, así como no se aconseja su consumo en niños pequeños.
Algunas personas también pueden ser intolerantes a los anacardos así como pueden producir una reacción alérgica con síntomas como urticaria, vómitos, diarrea o dificultad para respirar.
Tomado de curejoy.com