Un día salí de mi trabajo con mucho dolor en el costado izquierdo de mi espalda. Decidí tomarme una radiografía por recomendación de un médico particular porque, después de ir durante ocho meses a los médicos, siempre me diagnosticaron “espasmo muscular”. Pero el dolor persistía y se hacía cada vez más fuerte. En la radiografía se veía un derrame pleural en el pulmón izquierdo; posteriormente, fui diagnosticada con un cáncer de pleura llamado mesotelioma. Me quitaron el pulmón izquierdo, la pleura, el pericardio, músculos… después viví radioterapias y ahora recibo quimioterapias de alto riesgo. Jamás me imagine tener un cáncer, mucho menos tan raro, y a la tan temprana edad de 39 años. Tengo una hija de dos años y un esposo de 36.
El cáncer que tengo fue generado por respirar aire con fibras volátiles de asbesto. El asbesto, también conocido como amianto, es un mineral cancerígeno, usado en Colombia para elaborar productos como tejas, tubos, canaletas y otros. Este material está prohibido en más de 55 países, porque al contaminar el medio ambiente daña los pulmones del ser humano.
Hasta los 17 años viví en el barrio Pablo Neruda, vecino de una fábrica de Eternit, cerca de Sibaté, Cundinamarca, en donde usan el asbesto como materia prima en sus productos. Esa es la causa de mi estado actual.
Según estimaciones de la OMS, más de 107.000 personas mueren cada año por cáncer de pulmón, mesoteliomas y asbestosis, debido a la exposición ocupacional al amianto (asbesto). Una de cada tres muertes por cáncer ocupacional se debe a este producto. Una de las principales características que tiene este tipo de enfermedad es que se genera después de un periodo de latencia amplio posterior a la exposición al asbesto, generalmente mayor a los 20 años. Esto significa que aflora en tumores después de un prolongado tiempo.
El mesotelioma maligno, por exposición al asbesto, está incluido en la nueva Tabla de Enfermedades Laborales expedida mediante el decreto 1477 de 2014 por el presidente de la República, Juan Manuel Santos. Eternit dice que solo usa un tipo de asbesto, el crisolito, y que no es maligno. Pues bien, está demostrado en literatura científica internacional que el asbesto en todas sus formas, incluido el crisolito, es cancerígeno.
¿Por qué nadie sabe sobre esto en nuestro país? Si alguien tiene alguno de mis síntomas, el sistema de salud lo manda a tomar medicamentos para el dolor. Los que viven cerca de una fábrica de Eternit o de una mina de asbesto, como la de Antioquia, no tienen ni idea de qué lo que hace el asbesto y, tercero, a este gran emporio no le interesa que se conozca ni que se difunda esta información. Hace pocos años, en Italia, un gran juicio llevó a muchos directivos de Eternit Italia a la cárcel.
El asbesto puede hacerse volátil al romper un teja, por ejemplo, al moverla o rezagarla en su casa de campo. ¿Sabe usted de qué material son los tubos con los que juegan sus hijos en el jardín? Verifique para que no le pase lo mismo a usted o a su familia. En muchos países la remoción de asbesto se hace con los mismos o similares equipos que se usan en el manejo de materiales radiactivos. Entonces, si ya sabe que se puede enfermar por causa del asbesto, cuídese, aléjese de los elementos elaborados con este material.