Qué complicado debe resultar sacar uno a rastras al amigo del alma y a quien trajimos a la gran fiesta que invitaron y quien en medio de la borrachera de rigor sacó a bailar a la dueña de casa, tocándole impunemente la cintura, bajando y subiendo las manos como si fuese un mago y, después del Despacito vergonzante salió de sus cabales y no por voluntad, sino por torpeza alcohólica rompió aquel frutero de porcelana finísimo y carísimo que todos dijeron provenía de épocas decimonónicas , de cuando el bisabuelo de los anfitriones estuvo de embajador en París.
Y mientras se retiraba, soportando las miradas esquivas y evasivas de sus conocidos o amigos de siempre y quienes en voz baja denigran del comportamiento vergonzante de ese sujeto que te aclaro, es la primera vez que veo.
Igual ocurre cada vez que cualquier autoridad judicial pone bajo rejas a un dirigente político acusado de corrupción. Oh sorpresa, todos sus aliados de bancada, así como aquellos beneficiados por aquel contrato de solo setenta y cuatro mil millones de pesos, se comportan como los amigos de siempre de aquel borrachito de la fiesta.
No lo distinguen.
Nadie se acuerda de él, y solo se les viene a la memoria lejana que tal vez un amigo de un conocido que casi nunca veo una vez les comentó de la existencia de aquel político mañoso, pero que conste que jamás han cruzado palabra con él a pesar de llevar más de diez años compartiendo bandera política.
Como con el dictadorzuelo venezolano.
Solo lo secundan aquellos dirigentes de Bolivia, Nicaragua, Cuba
y un corto etecé de países que nada tienen que perder
Como con el dictadorzuelo venezolano. Solo lo secundan aquellos dirigentes de Bolivia, Nicaragua, Cuba y un corto etecé de países que nada tienen que perder al reafirmar su apoyo al asalto a la legalidad por parte de aquello que llaman la revolución bolivariana.
Y en Colombia, aparte de la claridad expresada por los dirigentes de las extintas Farc que en forma expresa han manifestado su apoyo irrestricto, vemos a una izquierda incapaz de expresar sus puntos de vista con claridad en la materia y decir de una vez por todas si les parece que la Venezuela de hoy es el país de los sueños del mundo de hoy, o es una triste y sanguinaria dictadura.
Y hablando de…
Y hablando de sueños, ¿llegará el día en el cual los buses públicos sean sometidos a la revisión periódica que prohíba circular a aquellos que solo escupen humo negro?
