Que perdiste, dicen por ahí. Tú no lo crees, te niegas a creerlo, pero parece que es así.
Tranquilo que no fue por mayoría aplastante, tan solo un sesenta y algo por ciento de tu pueblo que dijo que no más.
Qué vaina amigo Nicolás, qué vaina, y créeme que estoy contigo en eso de quitarle las ayudas a tu gente que no te acompañó. ¿Cómo así que no votaron por la revolución bolivariana?, cómo así, dirás con razón, ¿cómo así que la gente ignorante vota en tu contra después de haberle regalado una tableta y una casa? Y sí, el de la chequera eres tú y yo de ti los cogería de uno a uno a que expliquen semejante afrenta a los legados de Chávez y los encerraría tal como haces con los opositores que te incomodan.
Es que, qué vaina, pero parece que las llamadas nuevas izquierdas latinoamericanas van perdiendo todo su peso después de décadas de gobiernos mal tildados de dictatoriales, ajenos a la libertad de expresión y en donde dicen que se limitan a la simple demagogia unida al grito contra el imperio gringo ligado todo con ayudas puntuales que parecen solo buscar el voto y la aprobación.
Yo diría que tienes razón
al decir que los malos han ganado
Amigo Maduro, parece que la revolución bolivariana ya maduró y está a punto de caerse de su árbol y yo diría que tienes razón al decir que los malos han ganado. Ahora te enfrentarás a una siniestra mayoría de malos que quién sabe qué maldades harán.
¿Sabías que dicen que dijo el primer ministro británico Winston Churchill la muy inquietante máxima que dice algo así como quien en sus veinte años no es comunista, pues no tiene corazón, pero si a los cuarenta sigue con la cosa, resulta que no tiene cabeza?
Y eso parece que le ocurrió a tu pueblo, que ya ha madurado y ha elegido a quien promete acabar con la corrupción y la pobreza, tal como tú inútilmente prometiste, y tal como por siglos han prometido los políticos por estas tierras.
Se acabaron tus años de gloria y júbilo, así como a Cristina, años divinos en donde tus arcas han crecido de forma maravillosa, y ahora vendrán otros que se enriquecerán de igual forma.
Hiciste cosas, sin duda que hiciste cosas, y frente a ellas solo me queda recordar aquella idea del novelista francés Jean-Baptiste Alphonse Karrquien en 1849, por allá en las épocas del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, dijo “plus ça change, plus c´est la même chose“, algo así como contra más cambios, más es la misma cosa. Lampedusa en su Gatopardo lo resumió con la muy utilizada frase en la ciencia política del si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie.
Llegarán para tu país otros momentos, donde ojalá sean tiempos en donde se considere la actuación política como la simple hechura de cosas en bien de todos.
Buen viaje amigo Maduro, que sigas con tu cuentachistes bien alejadito de Miraflores pero, lo más importante, es que aceptes la derrota.
… y hablando de…
Y hablando de derrotas o de victorias, es inquietante el gran apoyo popular que va teniendo el Frente Nacional de Marie Le Pen. Es que definitivamente, el terror solo causa terror.
