Culminó en Barranquilla la XIII cumbre de la Comunidad de Policías de Latinoamérica y el Caribe. Quizá el evento de mayor relevancia desde la creación de Ameripol en 2007. Actualmente son 35 cuerpos de Policía de la región los que integran Ameripol, contando además con observadores de lujo como Interpol, Europol y el Cuerpo Nacional de Policía de España, quienes en los últimos años se han constituido en los más valiosos cooperantes para que Ameripol se consolide como la tercera comunidad de Policías con mayor proyección del mundo.
La llegada de Interpol a la Policía Nacional en el año 2010, el ingreso de Colombia a Europol en el año 2003, y la membresía de la que goza la institución policial desde 2010 haciendo parte del club más exclusivo y privilegiado de pensamiento de policía del mundo, “Pearls in Policing”, que se reunirá en junio en Berna (Suiza) para reflexionar sobre la infiltración de las mafias en la estructuras económica, social y de gobierno de los países; posicionan a la Policía Nacional de todos los colombianos, en el seno de las más influyentes, profesionales y tradicionales instituciones policiales del mundo; le permite ser reconocida como el cuerpo policial con mayor desarrollo de Latinoamérica y el Caribe, y le otorga un liderazgo y amplia confianza para continuar siendo el motor del más importante mecanismo de cooperación policial de la región: Ameripol. Y en esta tarea, la Policía Española, Europol e Interpol en cabeza de sus directores han sido el más importante respaldo, referente y engranaje.
En la reciente cumbre en Barranquilla, estuvieron presentes el secretario general de Interpol, el delegado de la directora de Europol y el director del Cuerpo de Policía de España; también el director de la Gendarmería Argentina quien ejerce como presidente de Ameripol, y el director de la Policía Federal de Brasil que ocupa la Secretaría Ejecutiva. Colombia ha hecho un esfuerzo económico y de otros recursos significativos para asegurar la sede de la comunidad y garantizar su rol a cargo de la Secretaría Técnica permanente, lugar donde tienen asiento los oficiales de enlace de las policías adscritas a Ameripol.
La histórica cumbre celebrada el 7 y 8 de abril, deja una notoria huella que marcará el antes y el después de Ameripol, de cara a convertirla en la fuerza policial más poderosa, técnica, profesional y efectiva de las Américas. Claramente lo dijo el director de la Policía de España: “España es un país amigo de América Latina, pero también el puente más directo para avanzar en las relaciones de cooperación con la Unión Europea”.
Cuatro líneas estratégicas de desarrollo inmediato serán la prioridad de Ameripol. Todas ellas estrictamente integradas a los más grandes desafíos de la región en materia de seguridad pública, ratificado así por los ministros del Interior y Seguridad en convenio firmado en agosto de 2018 en Buenos Aires (Argentina). Su enfoque es muldimensional y articula esfuerzos de intercambio de información, investigación, capacitación, tecnología inteligente y procedimientos estándares de actuación policial.
Las líneas de acción estarán concentradas en la puesta en marcha del Sistema de Información Policial de Ameripol – SIPA-, estructurado con el apoyo del Centro de Procesamiento de Datos El Escorial de la Policía Española; se creará el Centro Especializado Antidrogas de Ameripol con sede en Colombia, el que funcionará en coordinación con la Escuela Regional de la Comunidad Andina Antidrogas –Ercaiad y auspiciado por Cicad–OEA; se implementará el Centro Especializado contra el Cibercrimen – AC3, el cual se constituirá en el único en su especie en Latinoamérica y el Caribe, y con mayor relevancia ahora cuando los ataques de esta índole contra la infraestructura crítica de los estados aumenta en 24 % cada año; y finalmente se dará origen al Centro Especializado para el combate al tráfico de migrantes y trata de personas - CTT, fenómeno de preocupación global que afecta a 84 millones de desplazados en el mundo y que en la región crece a un ritmo de 60 %.
Narcotráfico, cibercrimen, tráfico de migrantes y trata de personas serán las prioridades de las policías de América, y cada vez uniendo mayores fronteras, que auguran efectivos, prácticos y ágiles mecanismos de cooperación en el marco de Ameripol, y con una ventaja excepcional, se combatirá el crimen transnacional en directa conexión e integración al mundo a través de Interpol y Europol.
Argentina, Brasil y Colombia han sido claves en la consolidación de Ameripol, asi como el “proyecto Europol” liderado por España, además de la voluntad de los países firmantes del convenio de Buenos Aires. Ahora el reto es dar el paso trascendental para su constitución legal que será el próximo mes de junio en Santiago de Compostela donde se congregarán más de 15 cancilleres y ministros del Interior y Seguridad de Europa y Latinoamérica y el Caribe. Así nació Europol en 1994 como una unidad policial Antidrogas, y la voluntad política fue categórica en su fortalecimiento y proyección, posicionada hoy como la policía más efectiva del Continente Europeo contra el crimen.
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El gran desafío para Ameripol será avanzar en la integración del más poderoso sistema de información y de investigación de las Américas
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Este será el gran desafío para Ameripol, avanzar en la integración del más poderoso sistema de información y de investigación de las Américas, mediante la unificación de esfuerzos para combatir el delito desde la Patagonia en Argentina hasta México y el Caribe, y donde ningún delincuente podrá encontrar guarida para evadir la aplicación de la ley. Claro, con excepción de Venezuela y Cuba.
Esta es la Policía Nacional de Colombia, ejemplo de liderazgo y proyección internacional, reconocida en los más exclusivos foros mundiales y referenciada como ejemplo en otras latitudes. Es un Cuerpo de Policía integrado eficientemente con el mundo de la seguridad global, de vanguardia, baluarte exponencial del estado del arte en policiología.
LPNSN: Lo ocurrido en la vereda El Remanso (Putumayo) es consecuencia de la cohabitación de comunidades indígenas, campesinas y comunales con grupos al margen de la ley alrededor del negocio de la cocaína; también de la ausencia integral del Estado, que facilita a detractores de la institucionalidad deslegitimar el deber operacional de la Fuerza Pública.
