El 2018 fue sin duda, el año de las patinetas eléctricas. Una tras otra, las diferentes ciudades del mundo, entre las que se encuentran Bogotá y Cali, vieron rodar por sus aceras y ciclorutas a personas de todo tipo en un aparato que pasó súbitamente de equipo de diversión para jóvenes, a una opción de transporte para viajes cortos de hasta tres kilómetros.
El sector inversionista también ha visto con buenos ojos el surgimiento de este nuevo transporte privado, aportando financiamiento en diversas rondas de inversión para compañías como Uber, Lift y Grin, todas en busca de apropiarse rápidamente de una buena porción del mercado, antes de que se inicie la consolidación que, según los expertos, será la única forma de sobrevivir a largo plazo.
Las primeras que llegaron a Bogotá hace un año fueron las patinetas Movo que hacen parte del grupo empresarial español Maxi Mobility, el cual incluye marcas como Cabify y también Easy Taxi. Juan José Acosta, el country manager para Colombia, ha indicado que uno de los principales diferenciales que tienen como grupo, es la posibilidad de implementar tecnologías integrales que permitan ofrecer varias alternativas de transporte al usuario, así, por ejemplo, si en el futuro una persona se dirige a determinado lugar en un carro o taxi, pero en medio del trayecto hay un trancón, la aplicación podrá sugerirle bajarse en determinado lugar y completar el trayecto en patineta. Por lo pronto, esperan dar los primeros pasos en esta materia al integrar a Movo en la App de Cabify en los próximos meses.
En octubre del año pasado, bajo el ala de la exitosa plataforma Rappi de Simón Borrero, llegaron las patinetas de tecnología mexicana Grin. Colocaron 150 monopatines en el sector norte de la capital, entre las calles 147 y 82, y entre la Carrera Séptima y la Autopista Norte. Hasta el momento las patinetas están distribuidas en más de 30 estaciones, pero es común verlas en los andenes de la ciudad donde las dejan los usuarios al llegar a su destino y donde iniciará el trayecto un nuevo cliente.
Los aplicativos - Apps en el celular permiten ubicar las patinetas disponibles cercanas al interesado y activarlas, el costo se carga al medio de pago electrónico incluido por el usuario, normalmente un cargo fijo más un costo por minuto.
Lime, la firma estadounidense que opera en más de 100 ciudades en los EE. UU. y en 27 ciudades internacionales, llegó hace unos meses a Cali con 1.000 patinetas que se encuentran rodando en dos zonas de la ciudad, el sur y el norte. Cuenta con el apoyo de la Subsecretaría de Movilidad Sostenible de Cali y comparten las vías para las bicicletas. A finales de abril, inició operaciones en Bogotá con 200 patinetas y este año esperan también abrir Medellín. Uber, quién posee una participación minoritaria de Lime permite en otras partes del mundo solicitar el servicio a través de su aplicación. Uber, saldrá próximamente a la Bolsa en Nueva York, y quiere ser conocido como el App para todas las necesidades de transporte a solicitud.
Enel-Codensa, empresa perteneciente a la multinacional italiana Enel, esta también próxima a incursionar en Bogotá en alianza con Emobi, plataforma que hasta la fecha se dedicaba al alquiler de carros eléctricos, y que proveerá la logística necesaria para su operación.
En el resto del mundo, Bird, empresa que actualmente tiene un valor de más de dos mil millones, fue la primera compañía de patinetas eléctricas de alquiler, fundada por Travis Vander Zaden, un exejecutivo de Lyft y Uber, que inició operaciones en septiembre de 2017 en Santa Mónica, California. Su éxito fue tal, que un año después, anunció que alcanzó 10 millones de viajes en sus mas de 100 ciudades y más de 2 millones de usuarios en el momento.
Luego vino Spin, que comenzó como una startup de bicicletas compartidas y que en noviembre del año pasado, Ford decidió comprarla mediante un acuerdo cercano a los $ 100 millones de dólares. La startup mexicana Grin fue fundada por Jonathan Lewy y Sergio Romo quienes tomaron la delantera en la región de América Latina y han acumulado $ 72.4 millones de dólares en cuatro rondas de inversión; y finalmente Lime, fundada en 2017, ha sido avaluada en más de mil millones de dólares, gracias a la inversión de Alphabet y su asociación con Uber.
Este año, en cambio, los inversionistas, han decidido frenar la financiación ante los resultados de una operación que no esta dando el tiempo suficiente para recuperar el costo de adquisición de la patineta. Mientras más viajes y kilómetros duren mejor para el negocio, pero en la actualidad en EEUU, no duran mucho, 28.8 días con un promedio de 3.5 viajes diarios. El problema radica en que nunca se diseñaron para usarlas tanto, casi todas las empresas lo que hicieron fue utilizar las patinetas existentes colocándoles una calcomanía con la marca, de ahí que solo se diferencian en el color. Lime, Bird y Spin se lanzaron con patinetas de Ninebot, una compañía china que se fusionó con Segway.
Esto comenzó a cambiar con la entrada de las patinetas Skip en San Francisco, fundada el año pasado y apoyada con $ 100 millones de dólares por parte de la aceleradora, Y Combinator, y que hizo su debut con patinetas más resistentes y de batería con larga duración, además de sus nuevas versiones con cámaras y candados.
En mayo, Lime se asoció con Segway para lanzar su próxima generación de patinetas diseñadas para ser más seguras, más resistentes, y con una batería más duradera. Pero esta asociación no ha estado exenta de problemas, en octubre, Lime retiró algunas de sus patinetas debido a problemas con el fuego de la batería.
Uno de los limitantes que existen, tanto en el país como en el resto del mundo, es el tema regulatorio. En varias ciudades se ha limitado el número de patinetas, pero igual si las ciudades no tuvieran límites en el número de operadores, no existen suficientes diferenciadores importantes entre las compañías como para que alguna obtenga una cuota preferencial de mercado, de ahí la competencia por “pegar” primero en cada ciudad.
En los próximos días se espera que la Secretaría de Movilidad de Bogotá emita una resolución, que según su borrador, habilitará zonas exclusivas para la “la ejecución de la actividad de alquiler, préstamo o uso compartido de patinetas”, lo cual desconoce el principio rector del modelo del negocio, que es su facilidad de ubicación, alquiler y disposición final.
Las empresas operadoras han indicado que el gobierno debe analizar las ventajas para la ciudad en la disminución de los viajes en carro que este medio no contaminante esta logrando y no atacar los principios rectores de la operación.
La resolución final está por verse, pero por lo pronto, traerá en beneficio para la capital, un pago por el uso del espacio público de acuerdo a variables que se están evaluando como el número de patinetas disponibles.
