Dos años antes de Diana Spencer hubo otra mujer que estuvo muy cerca de haber sido la princesa de Gales. Se trata de Amanda Knatchball, prima lejana del Príncipe Carlos. Aunque no se convirtió en Princesa de Gales, mantuvo una relación bastante cercana con Carlos a lo largo de su vida. Tanto así que fue invitada al matrimonio del Príncipe con Camilla Parker en 2005. Hoy se hace llamar Amanda Ellingworth, tomando el apellido de su esposo, y es una filántropa británica pero hace 40 años era la más opcionada para ocupar el lugar en la historia que ocupó Lady Di.
Cuando estaba terminando la adolescencia, Amanda tenía todas las cualidades que agradaban a la familia real. Era de origen noble, refinada, educada en las escuelas de la élite pero su principal atractivo era la imagen casta y virginal que parecía ser requisito para ser pareja del príncipe. Por si fuera poco, su abuelo Lord Mountbateen era el mentor del príncipe, quien lo quería como si fuera su segundo padre. Mountbateen había sido fundamental en todos los aspectos de la vida del joven príncipe, de hecho, fue él quien presentó a sus padres.
A principios de los años setenta, cuando Carlos conoció a Camilla Parker, la monarquía británica se estremeció con la sola posibilidad de que la joven, que claramente no cumplía ninguno de los requisitos para ser Princesa de Gales, fuera la escogida del príncipe. Había que alejarlos y juntar a Carlos con otra joven que tuviera un mejor perfil. Así, fue Lord Mountbateen quien se había encargado de preparar el camino para que Amanda pudiera llegar a ser reina. El aristócrata no perdía oportunidad para llevar a su nieta ante los ojos de la reina en palacio ni para juntarla con Carlos.
En 1979, cuando Amanda ya era novia del príncipe, logró hacerse invitar junto con su nieta a un viaje que Carlos preparaba a la India para el año siguiente. Sin embargo, los padres de ella se opusieron porque pensaron que la exposición de la joven a los medios en una visita oficial podía dañar la relación. Ese mismo año ocurrió un incidente que cambió la historia de Gran Bretaña. El grupo IRA dejó una bomba en el yate de Lord Mountbateen mientras él estaba de vacaciones al norte del país. La explosión lo mató. Era tanto el cariño que el príncipe le tenía que él sufrió más que su propia nieta la pérdida. El dolor le hizo entender que la mejor manera de honrar la memoria de Mountbateen era bastante obvia.
El abuelo se fue dejando todo listo para que su nieta se convirtiera en Princesa de Gales, la propuesta de Carlos era solo cuestión de tiempo. Sin embargo, Amanda se llenó de miedo. Las circunstancias en que murió su abuelo le hicieron creer que convertirse en Princesa de Gales podría volverla un blanco sumamente atractivo para el IRA. Además, la joven no se imaginaba asumiendo un rol que significaba un trabajo de por vida. Así, cuando el momento que tanto anheló el difundo Lord Mountbateen llegó y Carlos le propuso matrimonio, ella rechazó la propuesta. Dos años después, una desconocida Diana Spencer lo llevó al altar. La historia después de ese día es conocida por cualquier ser humano de este planeta.