Una piedra en el zapato. A eso se redujo la imagen del ex-presidente y senador Uribe en la mente de muchos colombianos. Al hombre que un día fue aclamado (injustificadamente) como el salvador de la patria por lograr devolver la tranquilidad al país, hoy se le ve como lo que en realidad es (y siempre ha sido), un ególatra y narcisista buscando torpedear cualquier progreso que el y los suyos no logren.
Hace casi siete años salió Uribe de la presidencia y ese mismo tiempo tiene criticando el proceso de paz que lleva el gobierno de Santos. Mas allá de las salvedades lógicas que se pueden tener respecto al tratado, es importante resaltar que si hay un grupo de personas en este país que no tienen la autoridad moral de criticar el proceso, es el grupo que se auto nombró representante del NO. Dichos "representantes" del NO son conformados por un grupo de ineptos y/o corruptos. En primer lugar se encuentra el también ex-presidente Andres Pastrana que lideró el proceso de paz anterior con la misma guerrilla, teniendo la diferencia que en este, ni la guerrilla se acabo, ni los colombianos ganamos tranquilidad (por el contrario, le cedió a la guerrilla un terreno del tamaño de Suiza). Después tenemos a el destituido procurador Alejandro Ordoñez, una de las figuras que representan el clientelismo y la corrupción que tanto mal le hacen a este país (destituido por esas mismas razones). Liderando este grupo se encuentra una figura que representa corrupción y abuso de poder, el hombre que ostenta el récord de tener el gabinete con mayor numero de investigaciones y condenas: el senador y ex-presidente Alvaro Uribe Velez. El hombre que habla públicamente como si fuera el próximo mesias, al parecer tiene una memoria muy corta (al igual que gran parte de este país).
Desde su salida, y aun antes de que se realizara esta, el gobierno de Uribe ha estado salpicado constantemente por acusaciones y condenas, principalmente por escandalos de corrupcion y parapolitica, entre otros. Solo hace falta echar un ojo a la larga y sucia lista de nombres del gabinete de Uribe para darse cuenta de que el senador no es tan impoluto como quiere hacerle creer al pueblo. Como primera evidencia podemos presentar a Andres Felipe Arias, conocido en sus mejores momentos como "Uribito", quien fue condenado por repartir los subsidios de AIS a gente de clase alta, con preferencia en aquellos que financiaron las campañas electorales del presidente. Hoy es prófugo a la justicia en EE.UU (condenado a diecisiete años de carcel) y enfrenta la extradición. Siguiendo la lista de los buenos muchachos del expresidente podemos ver a la infame Maria del Pilar Hurtado. Una de las últimas dirigentes del hoy extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), hoy pagando una condena por chuzar las comunicaciones de varias figuras importantes del país posiblemente bajo ordenes de su jefe, el entonces presidente. En la lista también figura el ex-secretario general de presidencia Alberto Velazquez condenado por el escándalo de yidispolitica, en el cual la funcionaria publica (Yidis Medina) admitió vender su voto (posiblemente no fue la única) a cambio de votar a favor de la re elección inconstitucional del presidente. La lista de nombres continua extensamente al igual que la de los escándalos; yidispolitica, las chuzadas del DAS, el cuestionado proceso de paz con las AUC, el gabinete presidencial estadísticamente mas corrupto en la historia del país, entre otros ejemplos.
De esto se pueden sacar dos posibles conclusiones: o Alvaro Uribe es un inepto, manipulable al cual le hicieron todo a sus espaldas, o el expresidente es de las figuras mas corruptas y dañinas que este país puede tener. Si es la primera conclusión, el hoy senador habrá demostrado que no tiene la aptitud ni para dirigir este país ni para actuar como figura del poder legislativo. Si es la segunda, el expresidente no tiene ninguna autoridad moral de criticar de cualquier forma el gobierno actual y mucho menos, el proceso de paz con las FARC, que se llevo de una forma mas impoluta que un gran porcentaje de las acciones del gobierno Uribe. Francamente, es mas posible que la realidad se acerque a la segunda conclusión.
Pd: Ser critico de Uribe y defensor de la paz, no convierte a nadie en defensor de Santos.
