Debo confesar que Álvaro Uribe por poco y me convence en su entrevista en W Radio. Me sentía como a quien le están rogando perdón (sin hacerlo) y hasta pude sentir algo de ternura y lástima. Casi dos horas de entrevista bastaron para autocuestionarme y pensar si en todo este tiempo había estado equivocada. Uribe se mostró pacífico y al mismo tiempo frentero y dispuesto, como lo dijo él mismo, a dar la cara las veces que fuera necesario. De hecho, afirmó que por los problemas que enfrenta no huiría del país ni pediría asilo alguno. Además, fue muy calmado al hablar (como casi siempre) y contó que no le gustó cuando lo grabaron diciendo groserías, ni menos hacer eso delante de las mujeres. Eso demostró su caballerosidad, su decencia.
Por otro lado, y a pesar de mostrarme en desacuerdo con muchas de las entrevistas que hace Vicky Dávila (aunque las veo solo por informarme), me gustó la parte en que ella le habló sobre el suicidio del expresidente Alan García, como queriéndole preguntar si él lo haría, pero sin hacerlo de frente. Por el comentario, Uribe no dijo nada puntual. Me sorprendió la memoria del expresidente y que dijera que para el próximo periodo de elecciones tal vez se retiraría. Por un momento, regresé a la época en la que voté por él para su primera elección y pensé que era un buen ser humano. Me sentí injusta y cruel por no haber creído en él estos últimos años.
Debo confesar, además, que en esas casi dos horas tuve bastantes olvidos: se borraron de mi mente de sus procesos, los que según él ni entiende; dejé de pensar en aquel video de noviembre de 2006 en el que les dijo a los congresistas que “mientras no estén en la cárcel, deben votar por las transferencias, la capitalización de Ecopetrol y la Reforma Tributaria”; no recordé la expedición de la Ley 789 de 2002, sancionada por él, en la que se modificó el pago de las horas extras, se redujeron las indemnizaciones por despido sin justa causa y otras cosas más que significaron una reducción de los ingresos y una desmejora para los empleados.
Y eso no fue todo. Quise dejar a un lado el enriquecimiento de sus hijos con los predios que compraron en treinta y tres millones y luego se valorizaron en tres mil millones. Me olvidé también de cuando Jerónimo, su hijo menor, fue acusado en la Universidad de los Andes de plagio en la tesis de grado (el abogado Jaime Lombana evitó su expulsión. Dejé de recordar la entrevista en Telesur, en donde Pablo Hernán Sierra, alias Alberto Sierra, exjefe paramilitar, denunció al exmandatario, afirmó que este era un hombre activo en las autodefensas y la cabeza del paramilitarismo en Colombia, y mencionó que le recogieron $270 millones para la campaña a través de una subasta (en otra declaración señaló que Álvaro Uribe y Santiago Uribe fueron unos de los fundadores del Bloque Metro, por ese motivo fue denunciado por calumnia por parte de los Uribe, pero absuelto posteriormente).
Así mismo, olvidé cuando Popeye, uno de los sicarios más sanguinarios de la historia, afirmó que Uribe, siendo director de la Aeronáutica, autorizaba las pistas de aterrizaje para Pablo Escobar, pero que no se referiría mucho a él porque Uribe “era el dueño de la ciudad” (ver video). Olvidé de igual forma cuando Salvatore Mancuso dijo que se reunió con Uribe y que hizo aportes para su reelección (ver video), y que en otro video de Colprensa explicó unos puntos importantes que hicieron referencia a denuncias en contra de Uribe nuevamente (ver video). También olvidé dos videos de Noticias Uno en los que se muestra a Uribe reunido con integrantes de las Autodefensas (ver noticia y videos) o una producción de Telesur de más de dos horas en la que entrevistan a varios personajes que dan datos referentes a Uribe con relación a nexos con narcotraficantes (ver video).
De la misma manera, decidí no hacer memoria en cuanto a los atentados que han tenido los testigos en el caso de Urbe vs. Cepeda de acuerdo con una investigación de Semana (ver noticia). Caso en el cual también fue asesinado el testigo Carlos Enrique Areiza el 17 de abril de 2018 (ver noticia). Además, quise olvidarme del libro de Sergio Camargo en el que se hace referencia al expresidente como El narcotraficante Nº 82 Álvaro Uribe Vélez (ver noticia). Quise sacar de mi cabeza lo que hace veinte años decía Jaime Garzón decía sobre Álvaro Uribe entre chiste y chanza (ver noticia y videos).
Del mismo modo, tuve otros olvidos por las casi dos horas de todo lo visto y lo leído en todos estos años (y creo que a muchos les pasó). Olvidé las investigaciones que ha hecho el parlamentario Iván Cepeda, y que tiene parte en el proceso de la indagatoria que le realizarán el 8 de octubre. Asimismo, la investigación hecha por parte del periodista Nacho Gómez, amenazado de muerte en múltiples ocasiones por hacer una investigación que mostraba la existencia de un helicóptero, propiedad de Uribe, ubicado en el laboratorio Tranquilandia. La breve narración fue denominada ‘Uribe y el paramilitarismo’ y presentada en History Channel y en donde muestran un documento confidencial de 1991 (ya desclasificado) de relaciones denunciadas por los servicios de información norteamericanos que dice: Perfiles de narcotraficantes colombianos en el que se lee: Álvaro Uribe, senador: colabora con el Cártel de Medellín al más alto nivel gubernamental y es amigo íntimo de Pablo Escobar (ver narración, segundo 46 y minuto 1:37).
Incluso, por esas casi dos horas olvidé la entrevista que le hizo Hollman Moris a Pablo Hernán Sierra en la Cárcel de Itagüí en la que el exparamilitar, adujo que Uribe debía reconocer ser victimario por hacer parte de la conformación de los grupos de las Autodefensas. Por su parte Morris afirmó en un momento que nadie sabía que él iba para allá a hacer la entrevista y Uribe ya lo sabía por lo que Sierra habló enseguida de los informantes que Uribe tenía en la Cárcel de Itagüí y a los cuales afirmó, el expresidente les daba dinero (ver entrevista, minuto 9:50). También olvidé el libro de Virginia Vallejo (examante de Escobar) en el que dijo que en uno de los dos cruces con el expresidente, escucha decir a Uribe a los dos muchachos (trabajadores de Escobar) que la van a llevar al aeropuerto: “saludos al patrón”, además de otras aseveraciones por parte de Vallejo en la que menciona en varias ocasiones los nexos de Uribe con Escobar (ver entrevista, minuto 12:44).
De igual modo, olvidé haber visto un video denominado ‘Hagamos memoria’ (que ya no se puede ver) de Gloria Cuartas, exalcaldesa de Apartadó, que se acogió a la JEP y que, en varias ocasiones ha aducido ser víctima de persecución y muerte política por parte de Álvaro Uribe y Rito Alejo del Río (ver entrevista). Se me olvidó el video de La Pulla en 2012 titulado ¿Por qué nadie se mete con Álvaro Uribe? (ver video) y el escándalo de la Yidispolítica por las dádivas en favor del referendo de la reelección. Dejé a un lado el tema de los falsos positivos en el que en un artículo en The New York Times se menciona: “La fiscalía señala que, entre 1998 y 2014, se registraron 2248 víctimas (…) aunque los números extraoficiales (…) estiman que las ejecuciones pueden haber llegado a diez mil” (ver artículo) y frente a eso, traté de no pensar en la entrevista hecha por Gonzalo Guillén a Adolfo Guevara Cantillo, alias ‘101’ en el que Cantillo afirmó haber pertenecido a las Autodefensas, siendo miembro activo del ejército y, aduciendo al mismo tiempo que irónicamente no mató a ninguna persona siendo de las Autodefensas, pero sí asesinó a personas siendo militar (ver video, minuto 13).
Así mismo, quité de mi memoria la denuncia contra Santiago Uribe por la presunta participación en la creación del grupo paramilitar ‘Los 12 Apóstoles’ y en la que aún está siendo investigado (ver artículo). Igualmente, lo hice con el programa Agro Ingreso Seguro en el que se beneficiaron varios cercanos a Uribe, según un artículo de la Revista Semana titulado ‘Hasta Mario Uribe se benefició con Agro Ingreso Seguro’ y el escándalo de las chuzadas por el que fueron condenados funcionarios del DAS, adicional a la condena de José David García Fernández, exjefe de Seguridad de la Policía Nacional. Condenas reveladas en El Espectador por el periodista Yohir Akerman (ver noticia). Además de todo lo relacionado, me olvidé de las investigaciones que ha hecho el periodista Daniel Coronell en contra de Álvaro Uribe y, por lo que tuvo que exiliarse (los exilios de Daniel Coronell) y llegué a pensar en no volver a revisar la biografía no autorizada de Álvaro Uribe escrita por Joseph Contreras, actual oficial de información pública para una misión de paz de la ONU, con la colaboración del ya fallecido, escritor, abogado y periodista Fernando Garavito.
Tuve una pequeña amnesia sobre el debate de Petro el 18 de mayo de 2003 en el que hizo alusión a la denuncia del alcalde de El Roble (Sucre), Eudaldo León Díaz Salgado que en un consejo comunitario el 1 de febrero de 2003 ante el entonces presidente Álvaro Uribe, adujo estar amenazado de muerte, y responsabilizó a Salvador Arana, exgobernador de Sucre, quien había sido electo en 2001 (ver video). Dos meses después de realizar la denuncia pública, el entonces alcalde Eudaldo Díaz fue asesinado. Posterior a eso, Álvaro Uribe envío a Salvador Arana a la embajada de Colombia en el país de Chile. En cuanto al proceso posterior contra Arana, fueron asesinados 14 testigos, según un artículo de Daniel Samper Pizano del 12 de diciembre de 2009 (ver artículo). No obstante, Arana en la actualidad se encuentra condenado a 40 años según la Sentencia 32672 de 2009.
Por último, no se trataba de que Uribe me convenciera después de la entrevista. Eso era lo menos importante. Se trataba de que convenciera a todos los que han dejado de creerle hace muchos años (y son bastantes). Por lo tanto, dejé de pensar en los funcionarios condenados y cercanos a Uribe como Jorge Noguera Cotes, exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), hallado culpable de los delitos de homicidio y concierto para delinquir. Mauricio Santoyo, general ascendido por Uribe y que fue jefe de su esquema de seguridad, condenado por narcotráfico y paramilitarismo y, por lo cual fue extraditado, Mauricio Pimiento Barrero y Fuad Emilio Rapag, senadores de su partido político y también condenados. El congresista Mario Uribe Escobar, primo del presidente y uno de sus principales aliados políticos, condenado por el delito de concierto para delinquir agravado y parapolítica. Es más, para terminar, se me olvidó algo y no menos importante, cuando Álvaro Uribe le dijo violador a Daniel Samper, aunque estoy segura de que al periodista nunca se le ha olvidado.
Quedaron algunos olvidos pendientes, pero, en definitiva, casi me olvidé de todo, y Álvaro Uribe ¡por un poquito y me convence!