Como habitante de Cali, no me pude sustraer al paseo obligado que en el mes de diciembre uno hace para sentir el orgullo de estar en la capital del valle y disfrutar del alumbrado que por éstas épocas las administraciones locales se esfuerzan por darle a propios y visitantes.
Y allá me fui, al boulevard del Rio para recorrer el alumbrado del 2013 que con bombos y platillos habían anunciado la Administración Municipal. Y marché hacia allá convencido que me deslumbraría con lo que la prensa había anunciado. Porque no nos metamos mentiras…bulla en los medios si le hicieron.
Marchaba con el alma en vilo, el corazón en acelere y los ojos abiertos porque estaba dispuesto a disfrutar de la magnificencia que se pregonó el día de la rueda de prensa. Iba preparado para ver la instalación “de figuras gigantes, luces reflectoras de colores y elementos con los que los caleños podrán interactuar mientras recorren el boulevard” como decían en la promoción que al espectáculo hicieron.
Iba recordando como la encargada de la coordinación por parte de la Alcaldía de Cali había anunciado que se iban a crear experiencias como la de los árboles de los deseos. Y Agregó que “aprovecharemos un espacio que hay al costado de la Ermita para realizar un pesebre gigante con ayuda de vitrales”.
Con todo ese palabrerío resonando en mis oídos llegue al boulevard y… ¡Que desencanto!”. El alumbrado, era un espectáculo triste, sin gracia, con más bulla que belleza real.
Yo, que iba preparado para disfrutar del gusto que dizque tienen las personas que hoy asumen las riendas de la ciudad (bueno, eso es un decir) que, porque ellos si tienen ingenio y excelente gusto, me llevé la sorpresa de que la mayoría de las personas a quienes les pregunté su concepto sobre lo que veían. Invariablemente me respondían ¡que tristeza de alumbrado!
Hice el camino de regreso a ver si era que había pasado por alto algún detalle de la magnificencia del espectáculo pero no pude descubrir nada de que admirarme, por eso creo que me quedo con mi apreciación inicial: el de este año es un alumbrado sin gracia y triste.