La emblemática bailarina cubana falleció el jueves pasado en La Habana a los 98 años, tras una larguísima carrera sobre los escenarios y luego como fundadora, directora y coreógrafa del Ballet Nacional de Cuba. “Como dijo el poeta Miguel Barnet, Alicia Alonso rompió el mercurio de la pereza tropical”, nos dice Heriberto Cabeza, portavoz del Ballet Nacional de Cuba.
Alonso fue la única bailarina latinoamericana en la historia en haber sido catalogada "prima ballerina assoluta", un título simbólico otorgado sólo a las bailarinas más excepcionales. La cubana lo fue a pesar de haberse quedado casi ciega a los 20 años, víctima de un doble desprendimiento de retina.
Así bailó Alicia Alonso, 54 años más, orientándose con las luces y los sonidos. Eso tampoco le impidió fundar la escuela de ballet de Cuba y de formar a varias generaciones de bailarines prodigiosos, y de crear un rico repertorio de coreografías clásicas y contemporáneas.
“Fue la mayor exponente del arte de la danza del contexto latinoamericano, fue una de las mejores bailarinas del siglo XX. Para Cuba significa la pérdida de uno de los pilares fundacionales de nuestra identidad. Como dijo el poeta Miguel Barnet, Alicia Alonso rompió el mercurio de la pereza tropical. Es decir, creó un movimiento de danza en un país donde no había tradición de danza y eso irrigó las otras esferas. Es una pérdida tremenda”, nos cuenta Heriberto Cabeza, portavoz del Ballet Nacional de Cuba.
La última vez que Alicia Alonso estuvo en París fue en 2017 con el Ballet de Cuba en la sala Pleyel
Por su academia pasaron cientos de bailarines que hoy se desempeñan en ballets de todo el mundo. Entre ellos el multi premiado Osiel Gouneo, actualmente Primer bailarín en el Ballet de Múnich, Bayerisches Staatsballett (Alemania) y que ha sentido la pérdida de Alicia Alonso como la de un miembro de su familia. “Los 24 o 31 de diciembre, a los alumnos que no podíamos volver a nuestros pueblos, nos hacía una cena y nos invitaba a su casa siempre. Era parte de la familia de uno”, destaca en RFI el bailarín de 29 años y oriundo de Matanzas.
Medalla de oro en el Gran Premio de Cuba y en el Concurso Internacional de Pekín, Osiel Gouneo, considera que la danza “ha perdido un pilar muy importante”.
“Se preocupaba mucho por la salud de todos nosotros. Sacaba a los niños de los orfanatos y les decía: caballeros les voy a poner a bailar. Pero no a bailar como ustedes saben bailar, esto es una cosa compleja. Luego, el hecho de saber que delante de ti hay una persona que no te puede ver pero que se sabe cada cuenta, cada contacto. Yo no lo podía creer. Nos evaluaba por el sonido, bastante por el sonido, vamos a decir que el 90% de las veces tenía razón”, recuerda el bailarín.
Muchos le criticaron a Alicia Alonso su cercanía con el régimen castrista. Fue de hecho la vitrina cultural del gobierno comunista. Pero lo cierto es que puso a Cuba en el mapa del ballet mundial.
*Artículo originalmente publicado en Radio Francia Internacional