La mala gestión de los ingresos petroleros ha impedido el desarrollo de otros sectores económicos, dejando a Venezuela vulnerable a las fluctuaciones de los precios del petróleo. Parece que de nada ha servido tener la mayor cantidad de reservas de crudo, incluso sobre los países árabes, si su gestión no es la adecuada. No una, tres manos amigas han salvado al país de la ruina, China, Rusia e Irán, han ayudado a Maduro a sortear las sanciones impuestas por Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump, y de diferentes formas contribuyen a la nación.
En el aspecto económico su mayor contribuyente es China, con Rusia han asegurado la defensa y con Irán solventar importantes problemas, esto afirma Evan Ellis, investigador especializado en América Latina de la Escuela de Guerra del Ejército de EE.UU. También añade “han contribuido a que Maduro pueda resistir”. Además reconocieron y reafirmaron su triunfo en las elecciones del 28 de julio.
Es desgarrador ver cómo Venezuela, hace un tiempo una de las naciones más prósperas de América Latina, ha sufrido una decadencia tan pronunciada. Su economía, altamente dependiente del petróleo, se ha visto gravemente afectada. Con más del 90% de sus exportaciones y un cuarto de su PIB provenientes del sector petrolero, cualquier disminución en la producción de crudo tiene un impacto directo y devastador en la economía nacional. El país está expuesto a los vaivenes de los precios internacionales y a la volatilidad de los mercados, sin tener en cuenta en el asunto la desviación de recursos que preexiste y prevalece.
La deuda
En 2014 cuando la economía venezolana se desinflaba, la petrolera rusa Rosneft le dio a la estatal venezolana Pdvsa préstamos y créditos por unos US$6.500 millones; y, dos años más tarde, entregó otros US$1.500 millones, ofreciendo como garantía el 49,9% de Citgo, la empresa refinadora de petróleo que tiene Venezuela en Estados Unidos.
Otro asunto no tan reciente, Xi Jinping, presidente Chino, recibe cientos de miles de barriles de petróleo diarios, para saldar la deuda de US$59.000 millones que Pekín le prestó a Caracas entre 2008 y 2015. Este compromiso debió plantear nuevos acuerdos, muy invisibles para la sociedad porque China no ha otorgado nuevos créditos y continúa recibiendo petróleo venezolano.
Los beneficios
China y Rusia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, es decir si alguno de ellos emite un voto negativo, la resolución o decisión falla automáticamente. Irán, con grandes reservas de hidrocarburos, uno de los principales productores de petróleo en el mundo, se ubica como una potencia regional en el Medio Oriente. Son socios estratégicos para Venezuela, de los que se ufana, a los que se refiere como hermanos, aliados y más, sin saber qué pueden estar tomándolo todo.
Evan Ellis, investigador especializado en América Latina de la Escuela de Guerra del Ejército de EE.UU. Afirma que “La compra de petróleo por parte de China ha dado cierta liquidez al régimen de Maduro, ayudando a garantizar que tenga algo de dinero”. Y no solo es un tema de provisión de dinero, también han otorgado vehículos para el control de manifestaciones, en pandemia mascarillas, vacunas y lo más reciente son armas, drones, lanchas rápidas, equipos de vigilancia y seguridad para controlar a los disidentes y opositores. Toda una cooperación técnico-militar de Rusia e Irán con Venezuela. A este inocente apoyo e intercambio no se le analizan sus reales pretensiones, Venezuela con necesidades que trascienden lo armamentístico y militar, sigue cegada.
Otros países como Brasil y México hacen fila para entrar a este grupo, esta unión de países, más económica que otra cosa y que pesa en los mercados que hoy son considerados en recesión. Todo lo que ha pasado con la guerras es tratar de desviar la atención de una crisis económica, tal como hizo la pandemia y lo hace la navidad adelantada en Venezuela, no realmente por afinidad con el pueblo, es toda una cortina de humo para tratar que la atención de los venezolanos no esté en las elecciones de julio, un plan ya ejecutado años antes con el gran apoyo de estos países que saben que tener a Venezuela e Irán en el grupo implica tener aproximadamente el 50% de las reservas del mundo, es la forma de hacer peso, manejar las fluctuaciones y el mercado del petróleo.
El desenlace
La salida de Venezuela de la crisis requerirá un profundo cambio estructural, iniciando por el modelo económico y político. Es indispensable diversificar la economía, fortalecer las instituciones democráticas y combatir la corrupción y la desigualdad. La cooperación internacional es crucial, pero debe ser independiente de intereses geopolíticos que puedan perjudicar al país, con el interés ya no tan oculto de quebrar las economías, para que su economía salga a flote. La estabilidad de la región depende de una solución sostenible a esta crisis.