Algunas consideraciones sobre la homosexualidad

Algunas consideraciones sobre la homosexualidad

La orientación sexual de las personas sigue siendo un tema ampliamente discutido y en muchos casos controversial. Acá una mirada detallada al respecto

Por: Diego Alejandro Ramírez
diciembre 28, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Algunas consideraciones sobre la homosexualidad
Foto: Alexander Grey - Pexels

Feliz día a todos. Les comparto algo que escribí respecto al rechazo social hacia las personas homosexuales y los intentos por cambiar su orientación sexual.

1. Los homosexuales como víctimas de la brutalidad de personas ignorantes

Quiero empezar aclarando que en este discurso cuando use la expresión "atracción sexual" me voy a referir al deseo de acceder físicamente al cuerpo de una persona, principalmente con el fin de complacer ese cuerpo y/o complacer el cuerpo propio, incluyendo la posibilidad de estimular los órganos genitales de estos cuerpos. A la par, cuando hable de alguien“homosexual”, me voy a referir a una persona que siente atracción sexual hacia personas del mismo sexo y por ello está interesada en sostener relaciones de pareja o sexuales con alguien de su mismo sexo. Quiero decir que no sería homosexual una persona que alguna vez en su vida ha sentido atracción hacia personas del mismo sexo, sino alguien que actualmente si tuviera la oportunidad cedería a esa atracción sexual con alguien que le parece atractivo. 

Es justo reconocer que una cantidad importante de personas homosexuales, por lo menos en el siglo pasado y el presente, ha sido víctima de tratos degradantes por causa de sus preferencias sexuales; tratos recibidos por parte de profesionales del sector salud, personas obrando por motivos religiosos y personas en general. Han atentado contra la salud física y mental de estos individuos, obligándolos a realizar rituales religiosos, causándoles dolor para que lo asocien con aquellos deseos sexuales que tienen (terapia de aversión), forzándolos a decir cosas que en realidad no sienten o no creen, insultándolos o agrediéndolos físicamente, etc.

Cuando alguien agrede física o verbalmente a una persona porque no está de acuerdo con la forma en que esta usa su cuerpo está pretendiendo que la vida de esa persona le pertenece y tiene derecho a maltratarla. Eso es actuar bajo la brutalidad y la ignorancia. Los que hacen estas cosas son gente peligrosa. Si son profesionales de la salud no merecen sus estudios, y si son religiosos no conocen a dios. 

Aunque lo anterior es una realidad lamentable que es importante reconocer, existe, sin embargo, la posibilidad de que alguien homosexual, por diferentes razones, libremente decida buscar la forma de cambiar sus sentimientos de atracción sexual, porque considera que eso es lo mejor para su vida. Puede ser que por ello voluntariamente busque a una persona que le pueda ayudar a efectuar este cambio. Esas personas de apoyo pueden llegar a ser profesionales de la salud o personas religiosas, lo digo porque individuos de este tipo han tratado de cambiar la orientación sexual de personas homosexuales.

Ahora, en este tipo de procesos, si las personas que apoyan al interesado carecen de inteligencia y consideración por la salud mental de este último, puede ser que lo insten a adoptar hábitos que lo agotan física y mentalmente para luchar contra sus deseos. También, puede que lo presionen hasta llevarlo a mentir sobre sus sentimientos (esto es inducir al individuo a una conducta autodestructiva, porque lo obliga a aceptar lo que, según su conciencia, es perjudicial). A la par, es posible que la persona se sienta muy mal cuando parece que su sentimiento de atracción homosexual le está tomando ventaja y no lo puede controlar, pues sus familiares o alguien más le han dicho que su homosexualidad es algo malo.

Hay casos en los que la persona hace lo humanamente posible por huir de sus deseos, pero no lo consigue. Respecto a esto, pienso que el problema no es que a uno le digan que su conducta es mala porque es algo moralmente incorrecto, pecado o perjudicial… sino que el problema es que a uno le digan que es malo dándole a entender que un individuo por ser homosexual no tiene derecho a ser amado por otras personas y a construir un proyecto de vida que le satisfaga y sea útil a la sociedad. 

Es lamentable ver cómo en ciertos casos estos procesos se convierten en un trauma para las personas, marcando sus vidas, arruinando su adolescencia, su adultez, sus relaciones con sus familias, etc. Más que todo porque llevan a los individuos a estados de muy baja autoestima. Creo que esto es culpa principalmente de aquellas personas que intervienen en el proceso creando condiciones de presión sicológica excesiva, condiciones que no se necesitan para apoyar u orientar a una persona que quiere dejar de ser homosexual.

En verdad una persona homosexual tiene derecho a ser amada, y en verdad puede llegar a ser más útil para su sociedad que muchas personas heterosexuales. Pero también tiene derecho a tratar de cambiar sus sentimientos de atracción sexual cuando libremente decide que eso es lo mejor para su vida.

2. Diversidad de convicciones morales

En este punto quiero aclarar que para mí tener derecho a algo no significa que ese algo esté bien. Me explico, un padre tiene derecho a prohibirle a su hijo jugar un videojuego, y el vecino puede creer que ese padre actúa injustamente, pero igual el vecino no tiene derecho de impedirlo porque no es su hijo. Tú tienes derecho a hacer lo que quieras con tu dinero, y aunque las demás personas pueden pensar que estás usando tu dinero de una forma imprudente o perjudicial, igual no pueden impedirte usarlo. En ese sentido, pienso que las personas homosexuales tienen derecho a ser amados por otras personas y construir un proyecto de vida que los satisfaga y sea útil a la sociedad, pero no digo que el estilo de vida de ellos sea bueno. ¿Hay un ser humano con derecho de imponer lo que debo creer?

Tener derecho a ser amado, no significa que tengo derecho a obligar a los demás a que piensen que ser homosexual es algo correcto, ejemplar, o ideal. El amor no consiste en aprobar todo lo que alguien hace, sino en buscar el bienestar de tal persona. Claro que no pensamos lo mismo acerca de qué es lo que trae más bienestar, pero lo justo es tratar a los demás como queremos ser tratados, por lo tanto, el heterosexual no debe obligar al homosexual a creer que el homosexualismo es malo, y el homosexual no debe obligar al heterosexual a creer que el homosexualismo es bueno. Este amor podemos tener: No imponer a otro nuestra voluntad cuando él no nos impone la suya, y cuando estemos de acuerdo en que algo trae bienestar, compartir eso.

De manera que, desde que no le falten a uno al respeto en razón de sus preferencias sexuales, ¿qué importa lo que crean los demás acerca de mi sexualidad?

Considero válido mencionar que, como hijos, procedemos físicamente de nuestros padres, somos una extensión de ellos mismos, y a la vez, algo que ellos siembran, cuidan y alimentan para que crezca; somos parte de su proyecto de vida, algo que ellos administran, de manera que ellos tienen todo el derecho a decidir cómo educarnos, tienen derecho a hacer todo lo posible por moldearnos para que seamos los mejores seres humanos, según lo que ellos consideren mejor. Pero deben respetar nuestra libertad, que mientras vamos creciendo podemos adoptar convicciones diferentes a las de ellos.

3. Cambios en el objeto de deseo sexual

¿Está mal ser homosexual y querer dejar de serlo? Una persona que se considera homosexual y quiere dejar de serlo puede sentir como que está frente a una lucha contra sus propios deseos que tal vez la llevará a caer muchas veces y tener que esforzarse para levantarse, confundirse y tener que esperar sin las respuestas a sus preguntas, estar batallando para dominar sus pensamientos, aprendiendo a estar satisfecho en condiciones que no consideraba las más cómodas, hallando el valor de cosas que antes no estimaba valiosas, disfrutando de cosas que antes no veía agradables… 

Puesto que esto de adoptar nuevas ideas y hábitos es algo que a veces el ser humano hace por naturaleza, digo que el hecho de que uno se niegue a sus propios deseos y trate de enfocarlos en otra vía, no es algo perjudicial en cualquier caso. Además, hay cosas en la vida que pueden ser más satisfactorias que el hecho de poder tener una relación con alguien que quieres en cierto momento de tu vida, porque no somos simplemente un ser con deseos sexuales o afectivos, hay otras cosas que, por decirlo así, pueden ser grandes motivaciones en nuestra vida e influir mucho en nuestros intereses. 

Puede haber una persona que hoy se sienta atraída hacia alguien de su mismo sexo, pero mañana se sienta atraída hacia alguien del sexo opuesto, pues las personas no deciden todo lo relativo a su sexualidad antes de nacer, sino que al pasar el tiempo, los deseos sexuales pueden ser influidos por diversos factores, como los vínculos afectivos que creamos, las convicciones que decidimos adoptar respecto al tema, circunstancias vividas que te llevan a asociar a cierto tipo de persona con algo negativo o positivo, entre otros. Por lo tanto, digo que el objeto de deseo sexual de cualquier persona en un determinado momento puede llegar a cambiar e igual ser satisfecho el deseo sexual, sin que exista maltrato físico o emocional en el proceso.

4. El derecho a disfrutar de la riqueza biológica propia en las relaciones de pareja

Cuando una persona es homosexual, siempre puede pasar que llegue a interesarse en tener, no solo una relación sexual, sino como tal una relación de pareja con aguien del mismo sexo, una relación en la que comparta su cuerpo solo con esa pareja, porque el ser humano naturalmente puede desarrollar amor celoso (celos no "tóxicos") hacia algunas personas con las que se relaciona, y ese amor puede ser mutuo en una pareja, porque quieren unirse íntimamente el uno al otro, no unirse a cualquiera y estar cambiando de pareja cada año, pues consideran que su cuerpo es muy valioso y buscan una estabilidad en sus emociones y en su proyecto de vida, además quieren vivir un amor muy especial con su pareja el resto de sus vidas.

Ahora, supongamos que tienes un amigo o amiga, que se llama Jessy. Cuando tú le sugieres a Jessy que tenga una relación homosexual de noviazgo contigo o le dices que le viene mejor identificarse como homosexual, independientemente de que a Jessy también le llame la atención, le estás pidiendo que renuncie a ciertos bienes que a Jessy le son otorgados como un don por naturaleza, los cuales no podrá disfrutar cuando se enamore de una persona del mismo sexo y quiera tener una relación de pareja; estos bienes son, entre otros:

- La posibilidad de engendrar o concebir hijos, todos los que su cuerpo le permita tener, sin limitarse a que sea posible o no adoptar; y no sólo eso, sino hijos que son producto de la unión amorosa exclusiva entre su cuerpo y el de su pareja, hijos que se parecen a Jessy y su cónyuge, que literalmente proceden de lo íntimo de sus cuerpos.

- La posibilidad de que el hijo varón tenga a alguien con un cuerpo de varón también, que le oriente como padre en el manejo de ese tipo de cuerpo, y que la hija tenga una madre que la oriente en el manejo de su cuerpo de mujer. También los padres pueden enseñar a su hijo acerca de cómo tratar a las personas del sexo opuesto, quiero decir, un hijo que quiere saber cómo tratar a una mujer puede tener un consejo de su padre, y otro con otra perspectiva, de su madre.

- La posibilidad de que en su familia sus hijos cuenten con expresiones más diversas de amor cuidador, no es lo mismo la sicología de un padre cuidado a su hijos que la de una madre cuidando a sus hijos (ella los tuvo en su vientre, los dio a luz, y los amamantó; él no); no es lo mismo un niño o niña jugando con un hombre que puede tener barba, mayor desarrollo muscular, voz masculina, y como tal un aspecto físico por decirlo así, más feroz, que un niño o niña jugando con una mujer que no tiene estas cosas pero tiene senos, voz femenina, y un aspecto por decirlo así, más tierno.

- La posibilidad de tener todas estas cosas sin necesidad de, además de sus afanes de la vida con los que todo el mundo debe lidiar, estar ocupándose de destruir su cuerpo o agregar forzosamente cosas a este (en algunos casos poniendo en riesgo su salud), teniendo que tratar sus órganos en cierta forma como una cosa que estorba, con desprecio, lo cual es maltratarse a uno mismo, porque nuestro cuerpo es parte de lo que somos. 

- El hecho de contar con un criterio imparcial y estable que le permita definir qué atracción sexual debe seguir, este criterio lo proporciona tu propia anatomía (la forma en que está constituido tu cuerpo), significa que, si tienes cuerpo masculino, eso te guía para saber que tu experiencia sexual, si la tienes, debe ser con una mujer. Si dependes de tus sentimientos para decidir este asunto, hay que tener en cuenta que nuestros sentimientos nos pueden engañar, porque puede que un día vayan para aquí, y otro día para allá, mientras que tu cuerpo siempre dirá una sola cosa, o eres hombre o eres mujer, eso es algo estable.

Por lo tanto, si decides no hacer caso al criterio que tu anatomía proporciona, la estabilidad de tus relaciones de pareja y como tal de tu familia o proyecto de vida, tiene más probabilidades de fracasar; también es más probable que pases por momentos de confusión en tu vida al no tener una definición estable de tu identidad, lo cual puede afectar negativamente tu salud mental.

No estoy diciendo que estos son los únicos bienes a los que renuncias si decides optar por un estilo de vida homosexual. Todo ser humano tiene derecho a disfrutar de estos dones naturalmente recibidos. Tampoco digo que un cuerpo masculino o uno femenino tienen siempre muy marcadas las características que puse de ejemplo para cada uno, pero sí es claro que las características de nuestros cuerpos siguen por naturaleza una de dos tendencias evidentemente distintas, una es masculina y la otra femenina.

Los casos de personas con trastornos del desarrollo sexual de nacimiento como discordancia entre órganos sexuales y el resto de la anatomía, u órganos sexuales formados de manera no claramente acorde con la anatomía masculina o femenina, son para revisarse y manejarse cada uno de un modo particular, debido a su complejidad y a que, con el respeto debido a estas personas digo, son casos poco frecuentes, pues se estima que se presentan en 1 de cada 2000 niños nacidos, esto según un artículo de American Academy of Pediatrics del año 2016.

5. La prohibición de la crítica a la conducta homosexual

Entonces, es una decisión muy seria cuando tú, pudiendo disfrutar de aquellos bienes que tu cuerpo te proporciona naturalmente, los deshechas. Eso tiene grandes repercusiones en tu desarrollo personal y tu proyecto de vida.

Así que, vuelvo con el ejemplo de Jessy, puede pasar que tú le convenzas de seguir una orientación homosexual y luego Jessy se ponga a pensar que le hubiera gustado disfrutar plenamente de la riqueza biológica de su cuerpo, pero por encontrarse en una relación de pareja homosexual ya no lo puede hacer, eso puede perturbar la felicidad que Jessy siente en su relación de pareja, pero si Jessy hubiera oído de alguien que no cree que sea lo correcto seguir una conducta homosexual, habría existido la posibilidad de que Jessy pensara más el asunto valorando la riqueza biológica de su cuerpo, y que por ello Jessy decidiera buscar una relación de pareja con alguien del sexo opuesto, llegando a sentirse feliz así.

Suponiendo que Jessy se considera homosexual, ¿para qué impedir que alguien le diga que hay otro camino diferente a su homosexualidad, si es posible que sus sentimientos de atracción sexual cambien y con ello llegue sentirse igual de satisfecho o incluso más que siendo homosexual? Si tú silencias toda opinión contraria a que Jessy sea homosexual, no tratas a Jessy con amor, porque con ello puedes estar limitando las posibilidades de felicidad para él.

Visto de otra forma, supongamos que hay dos escenarios sociales donde existe la libertad de pensamiento: Uno en el que sólo hay personas que piensan que es bueno sentirse bien en el momento aunque eso les cueste renunciar a la riqueza biológica de su cuerpo, y otro en el que, está ese primer grupo de personas, pero también hay quienes piensan que es mejor aprovechar la riqueza biológica del cuerpo que sentirse bien en el momento. En el segundo escenario Jessy tiene un mejor criterio para decidir qué hacer con su sexualidad, porque ambos caminos pueden hacerla sentir satisfecha, y tuvo la oportunidad de escoger entre los dos.

Así que, reitero, si tú silencias toda opinión contraria a que Jessy sea homosexual, puedes estar limitando las posibilidades de felicidad para ella, y además le impides tomar una decisión más consciente y responsable a cerca de cómo vivir su sexualidad, por lo tanto, estarías tratando a Jessy de una forma degradante.

Para complementar esta conclusión, quiero agregar que si dices que hay que prohibir que critiquen la cosmovisión o el estilo de vida de una persona porque eso la puede confundir y perturbar emocionalmente, entonces estás asumiendo que esa persona no tiene la suficiente inteligencia para examinar las opiniones del otro reteniendo lo que le parezca útil y desechando lo inútil, es decir, estás rebajando la capacidad intelectual que tiene esa persona para formarse unas convicciones estables sobre su vida, eso también es un trato degradante hacia esa persona.

Con todo esto, no pretendo aprobar el uso de algún tratamiento para buscar un cambio en los sentimientos de atracción sexual; mi intención es reflexionar en torno a la problemática del rechazo social hacia las personas homosexuales, procurando ser imparcial.

6. El caso de un proyecto de ley

A propósito de este tema, hace tiempo leí un proyecto de ley del representante a la Cámara Mauricio Toro de la Alianza Verde. En ese proyecto su intención era proteger a las personas LGTB+ de numerosas formas en que les han sido violentados sus derechos. Aunque ya hace varios meses que el texto del proyecto se publicó, me parece apropiado expresar ciertos comentarios sobre el mismo.

Defender el respeto por los demás es una causa justa, no importa si eres parte del grupo social que está siendo atacado, la verdad es verdad sin importar quien la descubra. Pero no estuve de acuerdo con el señor Toro que pretendía prohibir la aplicación de ECOSIEG a menores de edad y a mayores de edad en condición de vulnerabilidad, teniendo en cuenta que según el proyecto, un ECOSIEG es:

Todos los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad y Expresión de Género (...) Son todos los medios utilizados para intentar cambiar la orientación sexual, identidad de género y expresión de género incluyendo técnicas conductuales y psicoanalíticas, enfoques médicos, religiosos y espirituales que se practican con o sin consentimiento de la persona.

O sea que nadie podría oponerse, ni con el gesto más sigiloso, a que un menor de 18 años o un adulto vulnerable siga una conducta homosexual, porque un ECOSIEG es "todos los medios utilizados para intentar cambiar...".

No estoy de acuerdo con que se impida que una persona en algún momento de su vida reciba una crítica en relación con sus decisiones sobre sexualidad, por las razones que expuse previamente. Creo que quien pretende impedir eso, aunque procura defender a las personas LGTB+, termina tratándolas con desprecio al limitarles las posibilidades de reconocer y valorar los derechos que tienen a disfrutar de la riqueza biológica de su cuerpo.

7. El valor de nuestras libertades

Aunque sigo mostrando rechazo a las mal llamadas terapias de conversión, que constituyen atentados contra la salud física y mental de quienes las recibieron, veo que ese proyecto de ley tiene un énfasis súperdrastico en proteger las libertades de las personas LGTB+, como si las libertades de las personas de ese grupo social fueran más dignas de respeto que las libertades de las demás personas, como si hubiera que privilegiarlos por pertenecer a esa comunidad…

El hecho de que ese grupo social haya sido víctima de tratos o abusos degradantes no significa que sus libertades valgan más. Todos somos humanos. Las libertades de todos tienen la misma importancia. Ahora, de ninguna manera pretendo reclamar una protección súperdrastica para las libertades de los heterosexuales, ni para los LGTB+, ni para nadie, esa no es la solución al problema. Solo quería decir que en ese enfoque del proyecto no hubo un espíritu de justicia, sino la exaltación de unas personas sobre otras.

Creo que una mejor solución está en que cada uno de nosotros entienda que mi libertad termina donde empieza la tuya y que debemos respetar a las demás personas independientemente de su orientación sexual, pensamiento político o convicción religiosa. Rechazo cualquier caso en que una persona con el fin de cambiar la orientación sexual o autopercepción de su hijo lo agreda física o verbalmente, o lo obligue a decir cosas que no siente.

Por mi parte, considero que no le estoy faltando el respeto a nadie, expreso una opinión sobre un tema, dando mi parecer sobre un texto relacionado, procurando apoyarme en argumentos razonables. Y no es lo mismo yo expresarme así como lo estoy haciendo por este medio, que ir a meterme a la fuerza a su casa a destruir los afiches de su artista favorito o de alguna manera incitar al odio. Hay que saber distinguir esto, es importante, hay momentos y formas para uno expresarse. 

Reconozco también que lamentablemente los organismos del estado colombiano y de otros estados han sido desde hace varias décadas incapaces de proteger a las personas LGTB+ de muchas violaciones a su libertad de pensamiento y a su dignidad humana como tal, y que en esto ha podido influir el hecho de que muchos funcionarios de los gobiernos no saben respetar a su prójimo que ve la vida de una forma distinta, entonces, teniendo el poder del estado han aprovechado para tratar a unas personas con más dignidad que a otras, siguiendo prejuicios de altivez e ignorancia. Pero creo que esto puede cambiar, que pueden cambiar nuestras actitudes de prepotencia por falta de entendimiento acerca de quiénes somos, y para qué estamos aquí.

Las personas LGTB+ están en todo derecho de reclamar cuantas veces sea necesario que se les haga justicia por aquellos abusos que hayan sufrido al ser engañadas por profesionales de la salud o personas religiosas, siendo maltratados de diferentes formas. Claro que es justo que sean atendidos sus reclamos, pero no porque ellos sean personas LGTB+, sino porque son seres humanos. Y así como ellos, hay muchos otros grupos de personas, o individuos aislados, que han sido víctimas de abusos y agresiones por causa de sus convicciones, que los gobernantes de los países no han sabido proteger, y sus sistemas de gobierno siempre tienen cosas por corregir, como todo ser humano.

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