Álvaro Uribe Vélez es el ser humano más importante del país. No hay James Rodríguez, Shakira, Juan Manuel Santos, Gabo o Dr. Llinas que valgan. No hay un lugar en la geografía nacional donde el paisa no despierte amor y odio entre sus habitantes. Y sin duda lo seguirá siendo durante, al menos, algunos años más. Acá no aprendemos.
Siendo consecuentes con la importancia de este personaje y la realidad del país, no podemos decir que el título de "El gran colombiano", entregado el año pasado tras un concurso realizado por un canal de televisión visto por gente "inteligentísima", haya sido mal otorgado. Todo lo contrario. Era imposible tener más congruencia en cuanto a la designación del ganador. Su grandeza es evidente.
Uribe logró impulsar una reforma constitucional, impensable hace apenas unos años, cuando era presidente para poder tener el mismo cargo durante un nuevo período. Ésa es una muestra mínima de su poder. Cuando quiso tener otro mandato y no pudo hacerlo, fue quien le dijo al país (con su acento montañero) "Hijitos, voten por Santos". El pueblo siguió a su líder y el ex ministro de defensa llegó a la Casa de Nariño. Aunque al poco tiempo su "hijito", designado para ser el presidente, siguió el camino de la rebeldía y ahora son enemigos públicos. En total, entonces, 12 años eligiendo al mismo personaje de forma directa o indirecta. Somos brillantes los colombianos, por eso tenemos los índices de educación que tenemos.
Este año, en medio de las elecciones presidenciales, sin estar en el tarjetón (una vez más) fue clave de cara al destino del país. Muchos no votamos por Santos, votamos en contra de Uribe. Tal como pasaba en Venezuela con los votos que eran Anti-Chávez y no Pro-Capriles. Además, quienes "votaban" por Oscar Iván Zuluaga, estaban eligiendo era al señor que hoy por hoy maneja como quiere al Senado de la República. En definitiva una nueva elección donde él fue la figura rutilante. Impresionante para cualquier extranjero, común para cualquiera de nosotros. En Colombia todo es común, paso a paso estamos perdiendo la capacidad de sorprendernos. En América Latina solamente es comparable con el peronismo en Argentina y el propio chavismo del país vecino. De hecho su movimiento se llama uribismo ¿Sera esto coincidencia u otra jugada brillante de Álvarito?
El nuevo congreso de la República no ha cumplido 15 días de instalado y Uribe ya demostró, allí, su grandeza. La propuesta del senador Iván Cepeda Castro de citar a un debate de control político al senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez por parapolítica en Antioquia y Córdoba, se hundió con 52 votos en contra y 30 a favor. Nuestro gran colombiano logró esquivar un debate de este tipo, en un recinto creado para debatir. En otras palabras, sería como lograr entrar a una piscina desnudo y no mojarse. Éso es grandeza señoras y señores.
El poder de Uribe llega a niveles jamás vistos por un país que está en coma hace décadas. Aún recuerdo cuando fue a la Fiscalía General de la Nación a lustrar sus zapatos. Es tan grande Uribe que posee más investigaciones de la rama judicial que el 99% de los habitantes del país y es quien va a decidir nuestro destino. Algo paradójico ¿No creen? Chuzadas del DAS, paramilitarismo, Agro Ingreso Seguro, falsos positivos, compra de votos, etc. Hacen parte del prontuario de denuncias que reposan en contra del gran colombiano. Además, su familia y amigos hacen lo que quieren. Es uno de los 10 ciudadanos más ricos del país. No sabemos, siquiera, cuantas fincas tenga el gran montador de caballo. No sabemos, tampoco, con qué actividades entre el 2002 (año de posesión de su primer mandato) y 2010 (año de su salida del palacio de gobierno) aumentó su fortuna en cifras inimaginables. Nunca llegó a explicar por qué razón hay más de 1 millón de víctimas, por el conflicto, en sus 8 años de gobierno. En fin: nuestro gran colombiano.
Álvaro Uribe, queramos o no, es una persona que ha cambiado el rumbo del país. Ahora en el congreso, claramente, lo seguirá haciendo. Lo peor del caso es que no llegó al poder a través de un golpe de estado. No, no, no. Él llegó a ser presidente de los colombianos con triunfos sólidos. En 2002 y 2006 las elecciones para él no fueron más que un trámite. Un poco más de 5 millones 800 mil votos sellaron su llegada a la máxima magistratura del Estado en su primera candidatura, y 7.397.835 votos en 2006 definieron su reelección. Camino al capitolio nacional, el pasado 9 de marzo, fue el primer senador en resultar elegido. La extrema derecha de Uribe tiene millones de adeptos en Colombia. Finalmente Uribe es, guardando las diferencias, el Hitler colombiano. Por eso es el gran colombiano y nadie lo puede negar.
@andresolarte
facebook.com/olarteandres
#DESPIERTACOLOMBIA.