‘Sons of Sanders’ podríamos llamar a esta nueva temporada política en los Estados Unidos marcada, a paso lento pero constante, por la influencia del congresista Bernie Sanders.
A veces la política estadounidense aburre, principalmente porque buena parte de los medios se han encargado de reducirla a la pasmosa caricatura que han creado de Donald Trump. Pese a esto, recientes hechos electorales en ese país demuestran un interesante movimiento de fichas en el tablero de la política, como resultado del reacomodo que ha significado el gobierno del magnate neoyorkino.
Una muestra de esto es el surgimiento de nuevos y jóvenes liderazgos políticos como el de la ‘neoyorriqueña’ Alexandria Ocasio-Cortez, recientemente elegida como congresista de los Estados Unidos. ‘Neoyorriqueña’ es una manera de referirse a las personas nacidas en la ciudad de Nueva York y que tienen ascendencia puertorriqueña. Buena parte de esta población está ubicada en el Distrito 14 de la ciudad, especialmente en el barrio del Bronx.
Ocasio-Gómez fue elegida congresista tras derrotar el 6 de noviembre pasado a un otrora intocable del Partido Demócrata y de la política local, Joseph Crowley.
Es la primera vez que esta educadora comunitaria participará en la alta política estadounidense. A sus 29 años será desde el próximo 29 de enero, la congresista más joven en la historia de los Estados Unidos. Alexandria Ocasio-Cortez es miembro de los Democratic Socialists of America, la organización socialista más importante de los Estados Unidos donde se encuentran partidos, organizaciones y federaciones de esta tendencia política -como el sector más a la izquierda del Partido Demócrata representado por Sanders- y otros sectores y líderes socialdemócratas y laboristas.
De acuerdo a la mayoría de los análisis poselectorales, el triunfo de Alexandra Ocasio encuentra parte de su explicación en la capacidad para movilizar votantes en una zona donde habitualmente triunfa la abstención.
Poblaciones como la del Bronx tienen tradición apolítica ya que se percibe la participación como la legitimación de una elite política que se ha olvidado (en el mejor de los casos) de la exclusión de la que son objeto.
El teórico político argentino Ernesto Laclau, describió a esta situación como un “abismo” entre los ciudadanos y las personas que los representan. Para Laclau, este abismo tiene algo así como dos caras. Por un lado, produce desinterés en la participación, pero también puede ser una oportunidad estratégica para que fuerzas políticas nuevas aparezcan en escena.
La apuesta de Sanders y Alexandra Ocasio se ha basado en una idea tan simple como fundamental: para recuperar el terreno avanzado por la derecha y el pensamiento más reaccionario, los demócratas y los socialistas deben recuperar la capacidad de representar a la clase trabajadora estadounidense.
¿Cómo logró Ocasio-Cortez desarrollar esta capacidad? La identificación con el electorado ha sido la base fundamental de este proceso. Ocasio-Cortez no sólo vive en el Bronx, sino que también es hija de una familia de inmigrantes puertorriqueños, como muchos de sus vecinos, quienes hasta el inicio de la campaña la conocieron además de activista, como camarera de un bar del barrio, es decir, una persona cercana y por ello realmente consciente de los problemas de la comunidad.
El equipo de campaña de Ocasio (todos voluntarios) desarrolló un discurso con esta base y se encargó de reproducirlo -con la misma intensidad- en dos escenarios: las calles del distrito 14 por medio de reuniones, mítines, asambleas, etc., y las redes sociales. La utilización estratégica de Facebook, Twitter (la cuenta oficial de Ocasio tiene cerca de dos millones de seguidores), YouTube (spots publicitarios que alcanzaron el millón de reproducciones) y una campaña realizada principalmente con recursos recolectados a través de crowdfunding, le permitieron a la congresista electa desmarcarse de la casta del Partido Demócrata apoyada por fondos de las grandes corporaciones económicas y ofrecer al electorado una candidata realmente independiente.
Esta fue la misma estrategia que le permitiera a Bernie Sanders obtener 13 millones de votos en las primarias del Partido Demócrata en 2016. En esa campaña, Ocasio participó como organizadora promoviendo la organización en red a través de plataformas como Brand New Congress y Justice Democrats promoviendo candidaturas que abogan por la transformación dentro del Partido Demócrata y una agenda común para el cambio político en Estados Unidos.
Los triunfos electorales de Trump en los Estados Unidos, Abdo en Paraguay, Bolsonaro en Brasil, Vox en Andalucía y una larga lista de líderes y partidos de la derecha más cavernaria han sido tratados en los medios y en la opinión pública en general con un catastrofismo y un pesimismo que hace temer por el destino de la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, la incapacidad de gobernar y de administrar la economía que demuestran a diario, constituyen también una posibilidad para ponerles en jaque.
