Alex Saab entró por la puerta grande en Venezuela. Llegó liberado de Estados Unidos el 20 de diciembre y el presidente Nicolás Maduro lo designó de inmediato miembro plenipotenciario en la mesa de negociación con la oposición. El empresario colombiano a quien el gobierno venezolano otorgó el rango diplomático, señalado testaferro de Maduro, estuvo en una cárcel de Florida 1.286 días tras ser detenido en 2020 en Cabo Verde y extraditado al año siguiente a Estados Unidos donde se le acusa de lavado de activos hasta por USD 350 millones.
En la mesa de negociación presidida en el lado del gobierno por Jorge Rodríguez presidente de la Asamblea Nacional desde 2020, también está la esposa de Saab, Camila Fabri. Los delegados oficialistas incluyen a Nicolás Maduro Guerra, diputado de la Guaira e hijo del presidente Maduro, Francisco Torralba, ministro de Trabajo, Génesis Garvett, diputada por el estado Falcón, Diva Guzmán ministra para la Mujer e Igualdad de Género.
También están Gabriela Jiménez, ministra para la Ciencia y Tecnología, Larry Devoe, actual secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos; y William Castillo Bollé, miembro del Observatorio Venezolano Antibloqueo.
El canje de Saab por 10 estadounidenses – y la extradición del contratista militar estadounidense Leonard Francis, conocido como Fat Leonard, presunto responsable de uno de los mayores escándalos de corrupción en el Ejército de EE. UU.- y 20 venezolanos presos en las cárceles de Venezuela no se dio de a noche a la mañana.
Desde mayo y de la manera más secreta se reunieron en Doha, la capital de Qatar, Jorge Rodríguez, la mano derecha de Maduro, y Juan González, asesor de Joe Biden -asesor para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU.- sin presencia de mediadores ni terceros actores. Negociación “tú a tú”, la llamó Rodríguez al dar el parte del canje de ante la Asamblea Nacional.
Conversaciones secretas en Qatar
La monarquía de Qatar encabezada por la familia Al Thani armó el espació al intercambio de prisioneros, en un hecho señalado por el ministro de Asuntos Exteriores del emirato, Mohamed al Jalifi. Qatar está empeñado en tomar el liderazgo como mediador de conflictos en la región y el mundo, donde ha participado el primer ministro Mohamed bin Abdulrahman al Thani, y para mostrar están Afganistán, el nuclear del Irán y el reciente acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamás, poniendo un punto muy alto frente al otro duro de la región, Arabia Saudí.
Al parecer la mediación no ha terminado. “Este paso es parte de una mediación más amplia para abordar las cuestiones pendientes entre los dos países”, afirmó, el ministro, según la agencia oficial de noticias qatarí, QNA. Los asuntos pendientes, según conocedores, serían la inhabilitaciones, y particularmente la de la candidata de la oposición María Corina Machado.
En efecto, en medio de la algarabía suscitada por la liberación de Saab pocos se percataron que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) había pedido a la Contraloría los documentos sore la inhabilitación de Machado, en respuesta a una solicitud hecha por ella y que muchos observadores vincularon con la negociación de los presos políticos. Algunos analistas han hecho énfasis en que así como se liberaron presos políticos por órdenes políticas, la inhabilidad también se resolvería así.
Una vez liberado Saab que era el mayor interés de Nicolás Maduro, ahora se cuestiona cuál puede ser la pieza de negociación que sea atractiva. A Estados Unidos no le quedan muchas cartas de intercambio. Se volvería al punto de partida. las sanciones petroleras, las cuales son la única ficha de cambio que al parecer le queda a Joe Biden.
Pero en el futuro hay hechos trascendentales. En caso de que efectivamente se llegue a elecciones presidenciales en 2024, y ante un eventual triunfo de la oposición, Maduro aún tendría la orden de captura de EE. UU. y la recompensa de millones de dólares por su entrega. El mandatario no se arriesgaría sin un acuerdo previo que lo proteja del encarcelamiento. Por eso, se especula con la posibilidad de que se esté negociando a puerta cerrada algunos acuerdos de transición que le ofrezcan a él y a sus cercanos garantías muy sólidas en caso de perder las elecciones.
La declaración de las autoridades de Qatar en el sentido de que continuara siendo mediador entre Venezuela y Estados Unidos es, quizá, la señal que en el tablero de ajedrez aún quedan muchas fichas claves por mover.
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