Maná se ha destacado por muchas virtudes (talento, conexión con su público, capacidad de crear éxitos, etc.), pero sobre todo por su diversidad. Ya que han hecho rock, pop, balada, rancheras, reggae, reggaetón y la lista se nos quedaría corta. Alex ‘El Animal’ González, su baterista, simboliza mejor que nadie la mixtura con la que carga la agrupación.
Alejandro González es hijo de un padre paisa y una madre cubana, pero nació en Miami. De niño comenzó tocando cualquier cosa que se le atravesara, hasta que tuvo su primer juego de tambores y una maestra le regaló una batería de juguete marca Slingerland. Por su forma de tocar, lo apodaron ‘El animal’.
Como fanático de Kiss y The Beatles se formó inspirado en sus canciones. Incluso su forma de interpretar la batería ha sido comparada con la de Ringo Starr, el duro que ayudó a consolidar el sonido de esta famosa banda inglesa.
A mediados de los años ochenta, cuando tenía quince años, se radicó en México, en Guadalajara. Dónde había una banda llamada Sombrero Verde de la que todo el mundo hablaba y que él sintió que tenía que conocer. Audicionó, la rompió y así fue como comenzó a rebuscársela con ellos.
Juntos tocaron hasta el cansancio sus primeras canciones como “Profesor” y “Long time – Largo tiempo”, pero la banda no despegaba y Alex constantemente pensaba en dejar la banda. Fher Olvera, el vocalista, sabía que el joven era un diamante en bruto y constantemente lo motivaba a quedarse.
Alejandro y Fernando –junto al guitarrista Sergio Vallín y al bajista Juan Calleros– estaban destinados a romperla, pero con otro nombre. Con el cambio de discográfica, también llegó el momento de rebautizarse como Maná.
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Destinados para crear uno de los discos más importantes del rock latino
De todas maneras, bajo el nombre de Maná también les costaría el arranque y su debut lanzado en 1990 a través de Warner Music, con el nombre Falta amor, no tuvo el comienzo que esperaban.
El problema no fue la elección del sencillo, ya que apostaron por la ultrahitera “Rayando el sol”. Simplemente, aún tendrían que esperar, la canción recién se convertirá en éxito a un año de haber sido lanzada.
Para este momento no sólo Alex –quien vivía en un apartamento que ni siquiera tenía muebles– pensaba en abandonar la banda; su sueño de ser cantantes los había a todos dejado sin plata. Otros sencillos como “Buscándola” o “Perdido en un barco”, también sonaron, pero sería recién en 1992 cuando lanzarían no sólo uno de sus discos más importantes, sino un álbum fundamental para el rock latino.
El éxito de ¿Dónde jugarán los niños? ha sido tan apabullante, que es uno de los pocos álbumes de la música latina, donde casi todas sus canciones se han convertido en éxitos: “Vivir sin aire”, “Te lloré un río”, “Oye mi amor”, “Cómo te deseo”, “Huele a tristeza” y, por supuesto, “Me vale”. Uno de los mayores palazos de la historia de Maná, que está protagonizado por la voz de Alex.
A lo largo de la discografía de Maná, Alex también se le ha medido a componer algunas letras y ser –ocasionalmente– cantante, tal como ocurrió en las grabaciones de “Buscándola”, “Como un perro enloquecido” o “Latinoamérica”.
Además, hace años Alex ‘El Animal’ González inició su propia banda de metal llamada De La Tierra, que originalmente tenía a Andrés Giménez de A.N.I.M.A.L. (¿coincidencia?), Andreas Kisser de Sepultura y Flavio Cianciarullo de Los Fabulosos Cadillacs, como acompañantes. Cuatro figuras célebres del rock, que en su momento Metallica eligió como la banda de apertura en una gira latinoamericana.
En 2014, por medio de una amiga que trabajaba con ellos, pude entrevistar a Alex González en un café de México DF y preguntarle cómo es que el tipo de la agrupación de pop más grande del continente decidió en uno de sus momentos de mayor fama montarse en una banda de metal.
Alex simplemente me respondió que no veía nada sorprendente en eso, porque cada vez que tiene un concierto de Maná, se encierra en el camerino a escuchar canciones de metal pesado. Para así, poder sentir la adrenalina desde que pisa el escenario.
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El “nuevo” emprendimiento de Alex González de Maná, su marca de tequila.
Aunque Alex solamente es mexicano por adopción, ya lleva más de 30 años radicado en el país, así que tiene sentido que haya decidido rendirle homenaje a su querida Guadalajara con un tequila hecho en la región.
La empresa lleva siete años y el músico, que toca la batería en dos bandas reconocidas que recorren el continente y también es padre de familia, aparece como CEO de la compañía.
No es un tequila que se produzca a gran escala, porque Alex Gonzalez quiere preservar la calidad y no caer en la tentación de hacerlo por dinero, sino por placer. Comenzó a venderlo en México y Estados Unidos, para posteriormente hacer algunos envíos a Europa.
En los últimos años, Alex González y su equipo de la compañía Mala Vida, han puesto a la venta algunas botellas exclusivas diseñadas por otras marcas amigas para coleccionistas.
Además, la empresa remarca en su página web que el producto es libre de componentes que hayan sido alterados genéticamente y que tiene denominación kosher, que hace referencia a los estándares dietarios judíos sobre cómo se tienen que preparar los alimentos y que puede referir desde la forma en que se obtienen los ingredientes hasta –en algunos casos– que el producto haya sido producido exclusivamente por trabajadores judíos.
