En 2016 comenzó un plan en el departamento del Vichada para producir energía propia y dejar de comprarla al gobierno venezolano. Desde 2001, cuando el gobierno colombiano, entonces encabezado por Andrés Pastrana, y Cadafe, una de las empresas estatales de electricidad de Venezuela, firmaron un convenio binacional, la energía del departamento provenía del país vecino. En aquel año Hugo Chávez apenas transitaba su primer mandato y las relaciones entre los dos países caminaban derecho.
Puerto Carreño, la capital del Vichada, ha vivido la crisis venezolana casi como si fuera suya. Los apagones que se convirtieron en una constante ya con Nicolás Maduro como presidente golpearon directamente a la ciudad que poco respaldo encontró en el gobierno colombiano. Pero desde 2016 el ministerio de minas del gobierno Santos se había proyectado cambiar esta situación y romper esas relaciones económicas entre el país y el régimen chavista, que entregaba la energía pero en medio de diversas dificultades se hacía difícil pagar las facturas. Para ello se firmó un contrato para construir una planta de biomasa para Puerto Carreño. Aquel año se le entregó el proyecto a EcoEnergía que le vendería la energía a Electrovichada, la empresa del departamento. Sin embargo, EcoEnergía no pudo sacar adelante la planta y tuvieron que vender el contrato. Los Santo Domingo entraron al negocio.
En 2018 compraron el contrato 084 de 2016 a través de Valorem, el holding del Grupo Santo Domingo. Hoy RefoEnergy, la empresa que adelanta la operación, se puso manos a la obra, montando una planta híbrida de diésel y biomasa para la generación de energía. Después de casi cuatro años y una inversión de US $26 millones la planta en Puerto Carreño es una realidad. Esta nueva tecnología convierte a este municipio en la primera capital departamental en contar con un servicio de energía renovable a sus 18.000 habitantes. Para ello, se tienen cultivos de 1.200 hectáreas de Eucalipto que sirven para alimentar la planta.
La planta con capacidad de 4,5 megavatios trabaja con madera que se origina de bosques plantados con ese objetivo, garantiza el flujo continuo de energía al contar con el Diésel como respaldo de 4,48 megavatios. Las astillas de madera se van a la caldera donde se produce el vapor que mueve las turbinas, y de allí al alternador que crea la energía eléctrica. La planta fue desarrollada por la empresa Berkes de Uruguay, experta en el desarrollo de proyectos de biomasa.
Ahora Valorem trabaja en una nueva inversión en Villanueva, Casanare con conexión al Sistema Interconectado Nacional – SIN y que les permitirá competir con los grandes de la industria.