Los nexos entre Alejandro Lyons y Bernardo “El Ñoño” Elías se estrecharon aún más cuando el exgobernador de Córdoba contrajo matrimonio, en octubre del 2013, con Johanna Elías, hermana del senador por el Partido de la U. Por entonces, Alejandro Lyons era considerado el segundo mejor gobernador del país y joven promesa de la política en Córdoba. Es ya conocida su llegada a la gobernación de Córdoba, gracias al apoyo mayoritario de los senadores Musa Besaile, Ñoño Elías y Martín Morales Diz, los dos primeros nacidos en Sahagún, Córdoba, de donde también es Lyons.
Hoy nadie se atreve a hablar bien de Alejandro Lyons en Córdoba. Ni siquiera quienes en su momento lo trajeron de la fría Bogotá a gobernar un departamento que durante décadas estuvo bajo el poder de Mayorías Liberales, el grupo político del exsenador y condenado por parapolítica Juan Manuel López Cabrales.
El exgobernador Alejandro Lyons tiene los ojos de la justicia colombiana encima por diversos escándalos de corrupción que han salido a la luz después de su salida de la gobernación.
Sin embargo, a pesar de la responsabilidad política de Musa Besaile y Ñoño Elías quienes pusieron en el poder a un joven sin ninguna experiencia política, cualquier comentario negativo sobre los Ñoños en espacios públicos provoca violentas retaliaciones de sus simpatizantes, como señala una fuente.
Alejandro Lyons está involucrado en escándalos por corrupción como el saqueo de los recursos del Programa de Alimentación Escolar (PAE), botín que se repartió entre los contratistas que ellos mismos recomendaron; la muerte del director de regalías de Córdoba, Jairo Zapa; la inejecución de un programa sobre la cría de carneros y de otro programa para incentivar las artesanías, ciencia y tecnología, contratos estos que en su momento no fueron supervisados y que solo hasta ahora están siendo destapados por los organismos de control.
El desfalco, sólo en este tinglado, llegaría a los quinientos mil millones de pesos, “Los cuales habrían sido feriados por comisiones del 30 por cientos”.
Todo se realizaba bajo la extraviada mirada de Alejandro Lyons, quien con los años fue creciendo política y económicamente. Estos escándalos están siendo investigados por los entes de control que no han emitido, hasta el momento, ningún fallo a pesar de llevar años.
El último escándalo en que se ha visto inmerso el exgobernador tiene que ver con el llamado Cartel de la hemofilia. Lyons pagó a IPS fantasmas sumas cercanas a 50.000 millones de pesos para tratar a pacientes que sufrían de esta enfermedad de alto costo.
Recientemente se le recordó al senador Bernardo Elías la relación familiar que tiene con Lyons y con su entonces secretario de salud, Alfredo Aruachán. El senador afirmó que las responsabilidades por este último escándalo eran individuales y que si, tanto el exgobernador como el exsecretario, son responsables deben pagar ante la justicia.
A pesar de todo esto el prestigio de los Ñoños sigue intacto. El efecto teflón no se extiende hacia el ex gobernador. Si en este momento se hiciera una manifestación de respaldo hacia Bernardo Elías y Musa Besaile, saldrían a las calles ríos de gente que están convencidos que ellos son los nuevos mesías de Córdoba. La mermelada en esta zona del país no sólo es bien recibida, sino que es bendita.
En Córdoba, definitivamente, no se pasó la página.
