“Y entendí que, en esta coyuntura critica, en esta crisis de confianza, tenía una obligación más allá de mi papel como rector. Como le escribí a los estudiantes, yo creo que lo mejor de la ciencia y la cultura, lo mejor del conocimiento humano, puede transformar la sociedad”.
Así lo señalo el hoy exrector de las Andes y candidato independiente a la presidencia 2022 Alejandro Gaviria, luego de consultar con su familia, con su médico y de especulaciones sobre su proyecto político. En un video publicó “Un ideario en 60 puntos” donde condensa como concibe la libertad, el cambio social, la política y el papel del Estado, que ha expuesto en conferencias y libros, así como en su paso por el Ministerio de Salud, Subdirección de Planeación Nacional, como profesor universitario este ingeniero egresado de la U. de Antioquia, máster en Economía de los Andes y doctor en Economía de la U. de Carolina (USA).
Superar las rencillas eternas y las peleas de siempre, con un escenario de “amigos vs. enemigos” y no de contradictores con opiniones distintas que lleva implícito el respeto a quienes piensan diferente, y el pluralismo político como una de las más importantes (y más difíciles) virtudes democráticas. Los extremos en Colombia nos quieren llevar al concepto religioso de estás conmigo o estás contra mí, expresado en “soy del Centro derecha y hago lo que diga Uribe” o “soy de izquierda y mi líder es Petro” que lidera el Pacto Histórico, mientras Gaviria sostiene: “Tomé la decisión porque creo que mi abordaje de los problemas sociales y mi visión de vida, puede ser unificadora. Abarcante. Puede ayudar a buscar caminos de reconciliación. A juntar a quienes piensan distinto. A darle a nuestra sociedad un poco de esperanza. Un poco de inspiración”. Se trata de un bloque Histórico que se comprometa con un modelo económico incluyente donde el empleo (jóvenes y mujeres), una renta básica para población vulnerable sean prioritarios; el uso de las drogas tratado como problema de salud con énfasis en prevención, pues el paradigma prohibicionista ha fracasado; la seguridad ciudadana cómo un reto que supere el miedo de un pueblo que desconfía de su fuerza pública; y, el cambio climático que demanda una transición energética de la oferta exportadora y el uso de combustibles fósiles, así como parar la deforestación y proteger el Amazonas. Esto en el marco del Acuerdo de paz, desarrollo rural integral y lucha contra la corrupción.
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Superar rencillas y peleas de siempre, con un escenario de “amigos vs. enemigos” y no de contradictores con opiniones distintas y el respeto a quienes piensan diferente
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Gaviria en sus libros describe su trayectoria vital cómo el más reciente En defensa del humanismo, que reúne varios discursos de grado expuestos como rector: “Somos una especie accidental: un primate que se bajó de los árboles, aprendió a caminar erguido, creó un lenguaje incipiente, complejizó su vida social y (con el tiempo, con el pasar de los años y los siglos) expandió su lenguaje y su cerebro para responder a los retos de la sociabilidad. Sea lo que sea, la aventura humana es única”. (discurso de grado, agosto 2020)
En Otro fin del mundo es posible, apoyado en Aldous Huxley, cuenta su experiencia con el LSD como una inmersión en la “revolución psicodélica” que se avecina. En el libro Hoy es siempre todavía (más vendido), relata su doble vivencia cómo Ministro de salud y a su vez paciente de cáncer. Lecciones de vida de alguien que le ha hecho descuentos a la muerte.
Este reconocido economista y académico fue ministro estrella del gabinete de Juan Manuel Santos, quizás el más auténtico liberal, que con sus credenciales progresistas enfrentó a las grandes farmacéuticas por los precios especulativos de los medicamentos regulando sus precios; logró suspender las aspersiones aéreas con glifosato (herbicida cancerígeno) para erradicar cultivos ilícitos, protegiendo la vida de los campesinos, la fauna y la flora colombiana confrontando a los señores de la guerra.
En un país que ha perdido la guerra contra las drogas, ha acompañado la tesis de la corresponsabilidad de productores y consumidores, en un mercado de mafias internacionales. Así mismo lo complementa con la sustitución de cultivos alternativos, descriminalización del uso de las drogas y considerarlo como asunto de salud pública. En su gestión reglamentó la prometedora industria de cannabis medicinal, que el mismo usó para su recuperación. El derecho a una muerte digna, la interrupción voluntaria del embarazo, fueron algunos de sus logros que confrontaron las tesis más conservadoras.
Por primera vez se medirá en las urnas y lo hará por medio de firmas para no comprometer su independencia, invita a una campaña de propuestas y sin mencionar nombres, en su discurso “Colombia tiene futuro” promete un país más justo, equitativo y más sostenible. Gaviria insiste en que: “El miedo y la rabia hacen parte de la política y de la vida. Yo prefiero sin embargo otra emoción, más incierta tal vez, pero más constructiva. El sesgo por la esperanza, la invitación, desde el discurso y desde el ejemplo, a ser mejores”.
Algunos sectores como el Partido Liberal, la Alianza Verde y el Nuevo Liberalismo le abrieron sus puertas. El partido del mártir Luis Carlos Galán revive con el reciente fallo de la corte, sería uno de los más cercanos al candidato, pues su padre fue militante del mismo y mantiene estrechas relaciones con Juan Manuel y Carlos Fernando. Sin duda, ante un país polarizado y con muchos aspirantes, Alejandro Gaviria puede conquistar el voto de opinión (voto urbano) y colocarse en el partidor del centro-izquierda, tomándole ventaja a sus competidores y si el centro llega unido podría dar sorpresa en la primera vuelta.
Su gran reto es poder trasmitir a los sectores populares y la Colombia rural, la confianza de que un intelectual, ‘presidente profesor’, es capaz de interpretar sus intereses y defenderlos, para que no se repita la experiencia del 2010 con el exrector Antanas Mockus con la “ola verde”. Se daba por claro ganador, pero fue derrotado por las maquinarias políticas de los partidos tradicionales, que, si están preparados para ganar elecciones al costo que sea: desde recurrir a la calumnia, la mentira, la compra de votos hasta aliarse con grupos al margen de la ley. Por ello desde las regiones, gobernadores y alcaldes con sus diputados y concejales, liderados por sus “caciques” preparan la campaña para elegir a sus senadores y representantes, con los que podrían manipular al presidente, que, si no tiene una bancada mayoritaria en el Congreso y unos aliados comprometidos con sus proyectos, le sería muy difícil la gobernanza. El exrector, gran admirador y seguidor de Estanislao Zuleta, recordó que: “Una sociedad mejor es una sociedad capaz de mantener mejores conflictos”, refiriéndose al conflicto armado y el tercer pico de la violencia ¿Podremos realizar una campaña pedagógica, con el fin de tener autentica ciudadanía y de verdad una Colombia con futuro?