No es de extrañar que Alejandra Azcárate, confesa uribista, se haya quedado callada ante la ley 516 que el pasado fin de semana causó el rechazo unánime por parte del gremio actoral al que ella también pertenece. A fin de cuentas, la también actriz cuenta con la suerte que muchos de sus colegas no. Ella no sufrirá perjuicio alguno por cuenta de dicha ley ya que el Canal RCN acaba de anunciar que desde el lunes 6 de abril retirará su programación habitual en la franja prime time y repetirá algunas novelas de años anteriores. Una de estas novelas es Diomedes, producción en donde participó la Azcárate, quien ganó un premio India Catalina por su interpretación de una de las amantes del Cacique de la Junta.
La decisión de RCN se produjo luego de la ley 516, que reduce a tan solo un 20% la cuota de producción nacional que puede ser emitida en pantalla. Según dijo el gobierno, la ley es solo una medida transitoria para enfrentar la pandemia del Coronavirus y busca desestimular las aglomeraciones de gente que implica la producción de un programa nacional. La preocupación de los actores es que ocurra lo mismo que ocurrió con el cuatro por mil hace 20 años, que supuestamente era también una ley temporal.
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Según un comunicado de la Asociación Colombiana de Actores, la ley desconoce que existe una enorme cantidad de latas y producciones que los canales tienen almacenadas. Más preocupación causa aún el hecho de que gracias al derecho a la comunicación pública los actores reciben regalías cada vez que su imagen está en televisión, no importa si se trata de una novela grabada hace años. Por cuenta de la ley 516 se reducirán las repeticiones de producciones nacionales, lo que constituye menos regalías para los actores en Colombia, quienes vieron su principal fuente de ingresos frenada por el Coronavirus.
Sin embargo, nada de lo anterior afecta a Alejandra Azcárate. Con la repetición de una de las telenovelas en donde participó ella se asegura un ingreso, así sea mínimo, durante una época en que el panorama laboral para su gremio es desolador. Independientemente si recibe regalías o no, la Azcárate tiene el derecho a recibirlas. Aunque no lo haga valer, el derecho a regalías que tiene es fruto de las luchas del gremio al que pertenece. Qué bueno sería ver que la Azcárate también tiene solidaridad con el gremio al que pertenece y que alzara su voz de protesta en contra de la ley 516 que es un claro golpe a la industria audiovisual colombiana. Dudo que lo haga, en últimas ella es una fiel exponente del egoísmo que caracteriza la clase privilegiada a la que representa.
