En días pasados estuve viendo la serie de entrevistas que está haciendo Alejandra Azcárate para Coffee Delight, tradicional marca de chocolates de café, que la eligió para una serie de charlas con diferentes personajes. No soy ni seguidor ni detractor de Alejandra Azcárate, pese a su abierta posición uribista y sus polémicas del pasado. A decir verdad, me es indiferente. Es más, debo aceptar que tras haber visto un par de entrevistas el formato me parecía bastante entretenido. Sin embargo, cuando llegué a la entrevista con Carla Giraldo caí en cuenta por qué la Azcárate tiene ganada la fama e imagen que tiene. La comediante no pudo evitar que se le saliera el arribismo típico de la burbuja social donde creció y de la que nunca ha salido pese a haber viajado por el mundo entero.
A la hora de definir lo que para ella es turismo de aventura Alejandra Azcárate dijo textualmente: "Mi espíritu es de aventura y cuando hablo de aventura no es de irme de mochila a un lugar. Yo para pasar trabajo no me voy de vacaciones. Detesto el ecoturismo, que te digan que cada zancudo es de este tamaño, que te van a robar el reloj... Yo a eso no le entro". Las afirmaciones textuales se pueden encontrar a partir del minuto 16:37 del siguiente vídeo:
Habiendo viajado por varios rincones de Colombia haciendo ecoturismo puedo decir que la Azcárate se equivoca. En primer lugar, ecoturismo o viajes de mochila no son "pasar trabajo". El comentario refuerza una serie de estereotipos que no necesariamente corresponden con la realidad. Ni hablar de la forma en que fue dicho, que evidencia una falta de tacto grandísima. No sabe uno si la metida de pata es más de la Azcárate o de la marca que no le vio problema a la afirmación y al publicarla pareciera que la comparte.
Alejandra, ojalá entendieras que cuando uno es una figura pública debe tener bastante cuidado de lo que dice. Miles de personas ven a Alejandra Azcárate y, por simple responsabilidad, uno no puede ir haciendo juicios de valor de una manera tan ligera. No tengo duda que detrás del comentario no hay ninguna mala intención, pero sí muchísima ignorancia. Y así fue como sucedió con la columna de las gordas que en 2012 tocó una fibra bastante sensible al punto que a la comediante le tocó pedir disculpas. Una cosa es no tener filtro para decir verdades y otra es no pensar antes de hablar, como le pasa a la Azcárate. No es casualidad que, si bien tiene su audiencia, hay gente que ya no se la pasa.
Claramente ni Alejandra Azcárate ni las personas por las cuáles pasó el video saben que el ecoturismo es una fuente de ingresos importantísima para comunidades en rincones apartados del país. Hay sitios que, tras varios años afectados por el conflicto, hasta ahora empiezan a cotizarse como destinos turísticos para colombianos y extranjeros. El ecoturismo es la forma en que comunidades locales en departamentos como Bolívar, Huila, Nariño, Putumayo, Chocó, entre otros, están aprendiendo a explotar el potencial turístico de sus regiones y a cuidar los ecosistemas al mismo tiempo.
Por eso es gravísimo que una figura pública como la Azcárate salga a decir tan campantemente que detesta el ecoturismo. Se entiende que lo que detesta Alejandra no es al ecoturismo en sí, sino a las dificultades que -según ella- conlleva el ecoturismo. Pero en todo caso, el comentario sigue siendo bastante desconectado con la realidad. Sin embargo, parece demasiado pedirle a la Azcárate que entienda eso. Ella solo sabe de aventuras en un spa de la Riviera Maya o en algún resort de Punta Cana.