A los alcaldes y gobernadores recién incorporados y a los neoaspirantes que preparan baterías para la próxima campaña, habrá que inscribirlos en cursos de emprendimiento porque ad portas de una nueva recesión mundial, que en el continente lleva un año corrido, se les ha ocurrido pensar que deben surtir sus periodos únicamente con los dineros del erario nacional, de los ingresos directos y las regalías. Demostrando poco conocimiento en gerencia, crédito y finanzas públicas.
Como si el país estuviera desarrollado en auge y creciendo a ritmos impresionantes. Estamos exactamente al revés. El 70% de la población es paupérrima, en tres fases, desempleada (20%), y pobreza crítica, (49%), en las regiones acopladas a este cuadro. 25 departamentos están marginados de los avances nacionales, y ausentes de la economía global, con una población rural en estratos 0 y 1.
Por no hablar de la periferia o fronteras donde toda crisis se agudiza y tiende a permanecer enquistando aun más los graves problemas de analfabetismo, marginalidad, delincuencia, desempleo, baja productividad y aislamiento del conjunto nacional. Las bajas participaciones de la Guajira, Chocó, Nariño, César, Norte de Santander reflejan esta situación con alarmantes estadísticas y cuadros humanos de desnutrición, crecimiento de bandas, microtráfico, explotación humana, informalidad y pocas empresas industriales y agro industriales pero creciendo en demografía.
Además de generar planes educativos especiales para estas regiones en los que se fije misión, visión y objetivos de desarrollo que den para alcanzar los avances a los líderes, innovando en aprendizajes, adoptando tecnologías para colegios y universidades, motivando docentes, se debe adelantar una serie de talleres y seminarios para que esos gobernantes no se amilanen ni sean obtusos al plantear el horizonte de sus localidades. Orientarlos a la Gerencia moderna, dinámica, plural, abierta a innovaciones, a planes agresivos, conscientes del significado social de las inversiones, con más herramientas de pensamiento para que sean capaces de reducir el ascenso de las incertidumbres. Al frente la economía verde, agroforestal y agroindustrial, el ecosistema y su preservación, la economía minera sometida a planes y controles continuos, la economía de tecnologías, las nanotecnologías.
Nadie les va dar dinero en donaciones para hacer las vías secundarias y terciarias, actualizar infraestructuras de transportes, logística, energías, comunicaciones, educación y productividad. Eso solo se le ocurre a despistados parroquianos. El precio del dólar no subirá a infinito, las fluctuaciones cesan por conveniencia de la economía global. EL FMI ha expresado normas entre las cuales exige no justificar mas devaluaciones con el cuento de la competitividad.
Entonces a buscar capitales en créditos internacionales, alianzas, co-inversión, APP, Concesiones, bonos, proyectos claves, porque no vamos a perder 4 años más en sueños, muertos del miedo y renegados a fuera de los últimos lugares. Hambre, miseria y desolación no dan tregua. Atender factores estratégicos como transportes, producciones, energías, turismo y servicios, que sean motores y centrífugos que desaten las demás variables y fomenten actividad o dinámicas aceleradas. Proponerse a reducir el aislamiento con todos los medios posibles vías, ferrocarriles, aviación, navegabilidad.
Las periferias y fronteras internacionales de Colombia reclaman desempeño de los líderes en ejecutar verdaderos planes de desarrollo sin timidez que sacudan este pasado oneroso, y negativo, porque si hay recesión en Europa, China, Rusia, y América Latina, Colombia no esta excluida y recibe este impacto aumentando incertidumbres y penurias de 10 millones de seres que ven consumir sus vidas sin soluciones. Emprender la modificación del presente en desorden que en el tiempo se pagan los costos del progreso y se recoge paz, equidad y verdadera prosperidad generalizada no sectorizada ni zonificada. Hay herramientas, medios, entidades, programas y oportunidades, se requiere dirijan a sus comunidades sin egoísmo o corrupción a otros horizontes. Las nuevas tazas de crecimiento aportan el flujo de pago y de florecimientos.
