Los funcionarios de la Alcaldía de Medellín y su Secretaría de Comunicaciones les aseguran a los medios alternativos, comunitarios o independientes que no hay dinero para invertir. ¿Será que los consideran de alto riesgo? Porque incluso el proyecto político de Daniel Quintero de ir a la presidencia lo confirma en la destinación de recursos a los medios de comunicación, ¿por qué? Actualmente tiene un contrato publicitario de 50 millones con el País de Cali; prefiriendo invertir en medios de otros lugares y dejar sin nada a los de su propia casa.
Minuto 30 pasó a ser el difusor de boletines de prensa de la Administración de Quintero, pero ¿con un contrato publicitario de 850 millones hasta junio? ¿Quién se atrevería a cuestionar la administración?
EPM, que es uno de los que se encargan de promocionar a los medios, castiga a los medios que cuestionan la Administración de Quintero, cerrando el anillo para quienes divulgan sus declaraciones; no cuestionan el proceso de Hidroituango o las acciones que le regaló UNE-EPM a Millicom con el actual silencio cómplice del mandatario de por medio.
En este juego de poderes y de egos de nuestros “dirigentes”, al final quien pierde es la ciudad, que se quedará sin voces importantes, que aunque visibilizan lo que ocurre con las irregularidades de la institucionalidad antioqueña, su voz no se siente; porque si vamos a la Gobernación de Antioquia, pasa lo mismo, a quienes hicieron campaña con el “dotor” Gaviria les sacaron la excusa de que no los pueden financiar por ley de garantías porque prefieren dárselo a los grandes medios de comunicación, que sí los protegen como debe ser: pata ligera, boca cerrada y cartera abierta.