Una de las muchas promesas de campaña hechas y repetidas por usted en diversas ocasiones fue la siguiente: “No voy a hacer el TransMilenio por la Séptima, así lo llamen eco-TransMilenio o como quieran". Dicha compromiso hoy se incumple, como se desprende de la presentación del diseño conceptual del corredor verde anunciado por usted el pasado 23 de noviembre y divulgado por diferentes medios de comunicación. Aun cuando merecen reconocimiento algunas variantes interesantes, tales como la sectorización de la vía, la inclusión de varias alamedas y la siembra de muchos más árboles, en realidad lo que se propone es una troncal de TransMilenio por la Séptima; lo anterior no es más que el continuismo de la concepción peñalosista de convertirlo en la columna vertebral del sistema masivo de movilidad en Bogotá. Un aspecto sustancial del proyecto y que está siendo cuestionado por una amplia mayoría de ciudadanos y expertos colombianos en movilidad, de reconocimiento nacional e internacional, es adoptar los buses duales BTR como el sistema masivo de movilidad a través de la Séptima con carril exclusivo.
Decir que se está atendiendo el pedido de 50.000 ciudadanos que se expresaron en los talleres virtuales organizados por su administración y quienes supuestamente se inclinaron por la opción de los BRT es muy discutible por varias razones. En dichos talleres (en la mayoría de los cuales participé), las personas solicitaban un transporte limpio y amigable con el medio ambiente, y cuando mencionaron explícitamente un medio se refirieron al tranvía, sistema que, según lo expresa usted ahora, queda descartado porque resulta más costoso y menos eficiente que el TransMilenio en términos de movilidad horas/hombre. En aras de la transparencia del proceso, comedidamente le solicitamos permitirnos conocer los respectivos estudios comparativos. De hecho, al respecto resulta pertinente señalar que una firma francesa hace unos años realizó un estudio comparativo, demostrando las bondades, en cuanto a costos y movilidad, del tranvía frente al TransMilenio en la Séptima, investigación que reposa en Planeación Nacional.
Adicionalmente, bien puede ser que en los registros aparezcan 50.000 personas que ingresaron a las plataformas habilitadas por la administración para recoger las opiniones y propuestas sobre el corredor verde, pero el solo registro no indica que todas las 50.000 participaron. Por ello no sería responsable afirmar que se haya dado una participación efectivamente incidente de la ciudadanía. Al respecto, con acierto, alguien comentó en Twitter: 50.000 registros para 3.000.000 de afectados (según la alcaldesa) representa el 0.01%, es decir, una centésima del 1%. ¿Puede ser esto interpretado como participación incidente? La efectividad de la incidencia está en el diálogo, la concertación y el acuerdo en el diseño conceptual para integrar todo en una sola propuesta, como juiciosamente lo escribió también alguien en Twitter.
Así pues, señora alcaldesa, cumpla su promesa de campaña de no TransMilenio por la Séptima. No defraude a quienes la apoyamos. Permítele a expertos calificados, diferentes a quienes la asesoran a usted, participar e interactuar en un comité que de manera seria y rigurosa revise esta propuesta que aún no es la definitiva y que, tal como lo expresó en su presentación, aún es susceptible de recibir aportes y de ser ajustada. De lo contrario, a la mayoría de ciudadanos, y en particular a quienes integramos el comité Defendamos la Séptima, nos quedará la sensación del engaño como ingrediente fundamental del corredor verde.
Finalmente, cabe anotar lo que señaló un gran estudioso de la movilidad: “Si se trata de construir un corredor verde con énfasis ambiental y peatonal, el tranvía es mucho más amigable que los buses bi o triarticulados de TransMilenio. Pero obviamente esto requiere mirar el corredor (la Circunvalar, la 5ª., la 7ª., la 9a., la 11, la 13 y la 14) en su conjunto para asignar los flujos como sea mejor. Y así un tranvía sería un primer paso 'real' para introducir nuevos modos de transporte en la ciudad”.