El 29 de octubre de 2019, Claudia López dio su discurso de victoria como la primera alcaldesa electa de Bogotá. Ciertamente, que una mujer perteneciente a la comunidad LGBTI y que proviene de una familia de clase media ocupara el segundo cargo más importante del país fue un hecho histórico.
En sus palabras, sus contrincantes encontraron conciliación y sus votantes, la esperanza de un gobierno diferente. Un gobierno en el cual todas las personas de Bogotá se sentirían representadas, donde se lucharía de frente contra la corrupción, contra la discriminación… "El fin del machismo, de la xenofobia, del clasismo y del racismo"¹.
Debo admitir que me contagié de la esperanza que transmitía ese discurso, y seguro no fui el único, pues en este país quedan pocas cosas a las que aferrarnos para no perder la visión de un futuro diferente.
En diciembre de 2019, ya empezaron a sonar varios nombres para el gabinete del palacio de Liévano, y se habló de un proceso inclusivo, basado en la meritocracia, que incluía una firma consultora y así conformar el mejor equipo posible para liderar la ciudad. Sonaba muy bien.
Llegó enero de 2020. Después de la posesión de la alcaldesa López, los nombres se ratificaron, y los puestos se fueron llenando. Al final, el día 16 de enero, con el nombramiento del Subdirector de asuntos étnicos el mensaje fue muy claro: ausencia total de la comunidad afrobogotana en el gobierno distrital.
Esta noticia se recibió con sorpresa, también con pesar e indignación en la comunidad afrobogotana. Puede que para el resto de ciudadanos no signifique mucho, pero por eso mismo, es importante entender el significado de este mensaje.
¿Cuáles son las implicaciones de esta decisión del nuevo gobierno distrital?
En primera medida, promueve la invisibilidad del pueblo afro en la ciudad. Esto a su vez, alimenta el imaginario colectivo racista de muchos que piensan que un negro no puede ser bogotano. Cada presentación de los miembros del gabinete empezaba diciendo que eran bogotanos, que crecieron aquí, tienen su vida y su familia en la ciudad. Que no exista representación afro en este grupo nos borra del mapa, nos sigue mostrando como un cuerpo extraño, como inmigrantes en nuestra propia tierra.
Y esa es una visión muy extendida en la ciudad, donde para muchos es sorpresa ver negros en la ciudad y aún más, nacidos en Bogotá. Un prejuicio que se cae solamente con las cifras, pues, aunque usted no lo crea, en Bogotá hay más negros que en Quibdó. Según Planeación Distrital, en Bogotá hay 115.088 afrodescendientes, una cifra que debe ser mayor, si tenemos en cuenta los fallos de procedimientos del censo y el autorreconocimiento.
Además, la presencia de Afrodescendientes en Bogotá no es una cosa reciente, o solo un fenómeno migratorio, producto de la violencia en las regiones. Los afrobogotanos hacemos parte de la esencia misma de la ciudad, de su historia, hemos estado aquí en las guerras, la revoluciones, aguantando el frío y la lluvia. Nuestra historia en esta sabana se puede remontar hasta los tiempos de la conquista española. Aquí hemos estado siempre, construyendo los cimientos de la ciudad (literalmente) pero desde el anonimato y el olvido al que nos fuerzan las élites de turno.
Por eso, no solo es importante sino necesaria la representación visible de la comunidad afrobogotana, y tiene que ir mucho más allá de los asuntos étnicos, donde ya otras alcaldías han puesto “la cuota”. En pro del justo reconocimiento, reparación y reivindicación del pueblo negro, más allá de cualquier tendencia política, se necesita representación en el gabinete distrital. Necesitamos visibilizar el trabajo de nuestra comunidad y que toda la ciudad entienda que también somos bogotanos, capaces de liderar el cambio en la capital.
¿Por qué no hay afros en el gabinete?
¿No hacemos parte del nuevo modelo de ciudad o de su plan de gobierno?
¿En el proceso de selección no se presentó ninguna persona de la comunidad afrodescendiente?
Si fue así, ¿por qué no solicitaron un listado de perfiles profesionales a las organizaciones o realizaron una convocatoria de acción afirmativa?
Estoy seguro que existen profesionales afro que cumplen con el perfil, con la preparación y la disposición de ejercer estos cargos públicos. Incluso, dentro de la lista del Partido Verde y Activista, se encontraba Libardo Asprilla², líder afrobogotano, exdirector de Asuntos de Comunidades Negras en el Ministerio de Interior que trabajó junto al actual secretario de gobierno, Luis Ernesto Gómez y fue apoyado y elogiado públicamente por la actual alcaldesa. Asprilla, quien sumó 11.113 votos y quedó a solo un puesto de poder ocupar un escaño en el concejo de Bogotá, parecía ser la opción más cercana como representación afrobogotana en este gobierno, pero al parecer quedó relegado a un segundo plano.
Por otra parte, debo también señalar la pasividad y falta de iniciativa de las organizaciones de comunidades negras en Bogotá. Se necesitaba la intervención y mediación de la comunidad antes de los nombramientos, para poder poner el tema sobre la mesa y evitar exactamente esto que está pasando. Si se hizo, no surtió efecto. Y ahora también pesa la ausencia de comunicados oficiales y manifestaciones contra este mensaje de la administración distrital. Solo espero que esta actitud no esté relacionada con el miedo a perder subvenciones y contratos con el gobierno actual, pues son las organizaciones más que cualquier persona, las llamadas a alzar la voz en estos casos de discriminación estatal.
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, hago un llamado público a la alcaldesa Claudia López, al secretario de Gobierno Luis Ernesto Gómez y a todo el gobierno distrital, para sean coherentes con su discurso de cambio, de inclusión, de igualdad y de lucha contra el racismo. Que se pronuncien sobre el tema y tomen prontas medidas, para que su intención de crear un gobierno para todos los bogotanos y bogotanas no se quede solo en palabras. La comunidad afrobogotana ha sido ignorada y golpeada durante toda la historia de la ciudad, pero ya no vamos a estar inmóviles ante la situación coyuntural que vive el país.
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¹ Discurso de victoria de Claudia López
² "Libardo Asprilla es un ejemplo de superación y capacidad”: Claudia López