El informe Medellín Cómo Vamos, que evalúa la calidad de vida de la ciudad, no de deja bien librado al alcalde Daniel Quintero en su ejecución social. “El Distrito de Medellín tiene un presupuesto de $ 7 billones, que pagamos todos en los servicios públicos y hay cada vez más recaudo del impuesto predial; sin embargo, la eficiencia en hacer llegar los recursos a quienes más lo necesitan es baja en comparación con otras ciudades como Bogotá”.
El informe resalta un aumento de la desnutrición crónica en la primera infancia, una mayor tasa de niños con bajo peso al nacer y una reducción en las coberturas de vacunación en menores de edad. De la misma manera, se indica que hay una baja cobertura y falta de continuidad en los programas de la tercera edad, así como el desempleo y la pobreza afecta más a las mujeres jóvenes y de manera desproporcionada a las familias con jefaturas femeninas. Fue la menos efectiva en reducción de pobreza, aunque registró el menor porcentaje de pobreza y pobreza extrema.
Las ciudades colombianas no están siendo capaces de generar mecanismos efectivos de seguridad alimentaria, y Medellín menos, posee el segundo mayor número de hogares que consumen menos de tres comidas al día, solo superada por Bogotá.
En el caso de la educación, 7 de cada 10 estudiantes se encuentren en colegios oficiales, pero, solo la mitad de quienes se encuentran en edad para estudiar en los grados décimo y once están matriculados en colegios. En las pruebas Saber 11, Medellín fue la que peores resultados promedio registro para todas las áreas en colegíos públicos y privados.
Y menos de la mitad, 45,3 %, de quienes terminan colegio pasan a la Universidad.
A corte de agosto de 2022, registra la cifra más alta de denuncias de hurto a persona desde que se tienen registros.