En estos días en los que la curva de infección parece estar por fin alcanzando el pico nos encontramos con que el alcalde Quintero de la bella ciudad de Medellín ha comenzado a actuar como un adolescente tiránico al que no le gusta que no le hagan caso.
Comenzó por ofendernos a todos poniendo ley seca y toques de queda porque habían encontrado gente de fiesta y ahora nos encierra de nuevo, todo con la excusa de que la culpa del pico pandémico es de nosotros los ciudadanos de a pie.
Pues bien, lamento informarle varias cosas, alcalde Quintero.
Primero, si las administraciones no ofrecen condiciones en las cuales cumplir las normas, no pueden esperar que estas se acaten a cabalidad. ¿Qué quiere decir esto? Que si usted no puede o no quiere ayudar económicamente a quienes viven del diario o de la informalidad y que si usted no puede o no quiere darle tranquilidad a quienes tienen familia y la están viendo morir de hambre, no puede pretender que esta gente se quede en sus casas, con o sin pandemia, viendo morir a sus familiares de hambre para que los encuentren quién sabe cuánto tiempo después... porque ahora si uno no sufre de COVID-19 no hay nadie que venga a ayudarle. Además, si usted como gobernante de esta ciudad no puede entender que si no provee las condiciones para un encierro la gente no va a hacerle caso porque la supervivencia prima por encima de cualquier palabra que usted tenga, no puede gobernar.
Segundo, si las administraciones alcahuetean comportamientos que rompen con las normas establecidas y las excusas se vuelven pendejas, por no usar una palabra más fuerte, no puede pretender que la gente acate dichas normas. No vi ningún pronunciamiento de su parte acerca del día sin IVA antes de que este sucediera, aunque todos supiéramos de antemano que iba a ser una desgracia en contagios. Incluso, permitió la remoción del pico y cédula (que tanto le gusta) para que hubiera un día sin IVA, aun sabiendo las consecuencias que este iba a tener en la curva de contagiados y los pocos beneficios reales para los pequeños y medianos comerciantes que son quienes más han sufrido el golpe económico de la pandemia. Tampoco vi ningún pronunciamiento de su parte condenando el comportamiento del fiscal en sus vacaciones en cuarentena, a pesar de ser un ente de control y de comportarse contrario a su cargo y sus acciones. Entonces, alcalde Quintero, ¿pueden ustedes, pero nosotros no?, ¿acaso ser fiscal o alcalde o compradores sin IVA los hace inmunes al virus? Si usted no entiende que a la gente se le educa con el ejemplo, entonces no debería gobernar.
Tercero, quiero recordarle que su cargo le dicta que debe hacer lo mejor por sus ciudadanos y que esto ya ha sido diseñado: multar a quienes no cumplan con las normas. ¿Entonces por qué viene usted a creerse juez y justiciero, haciéndole daño a tiendas y expendios de licor porque la gente hace fiesta? Su labor es contener estas situaciones, cobrar las multas y seguir con su vida. Usted no es nuestro padre y no debemos darle completa obediencia. Somos ciudadanos libres, conscientes en la mayoría de los casos de las consecuencias de nuestros actos. No debe usted comportarse como un tirano haciendo pataleta. “¡Si no me hacen caso les quito el trago!”, ¿acaso usted cree que eso va a reducir el consumo de alcohol?, ¿o las fiestas? Eso solamente perjudica a quienes estaban volviendo a comenzar sus actividades económicas, a los borrachos y a los fiesteros solo les toca planear con mayor anticipación... y su rabieta solo hace que los ciudadanos lo odiemos más y le perdamos más el respeto. Si usted no sabe para qué sirve su cargo y tiene ínfulas de tirano radical, no debería gobernar
Cuarto, si usted no es capaz de salir y confrontar los errores que ha cometido y si no propone soluciones sino que nos acusa a los ciudadanos de ser quienes estamos generando el pico pandémico y toma otras decisiones tiránicas, no puede esperar que la gente le haga caso de buena gana o le haga caso en general. La gente tiene miedo, está confundida, no entiende nada y usted y su administración lo único que hacen es enredar más a la población y además de todo culparla y hacerle daño económicamente con decisiones de afán y en medio de pataletas. Si usted no puede aceptar sus errores y partir de ahí para construir comunidad y crear reglas que beneficien a todos, no debería gobernar.
Por último, el pico de la pandemia iba a llegar, nos eche o no la culpa a nosotros, los ciudadanos de a pie. Lo que hubiera podido ser más bien es que en vez de aceptar enfermos de todas partes y luego echarnos la culpa a nosotros y crear reglas perjudiciales para el ciudadano económica, social y psicológicamente, usted ha debido prever que esto podía suceder y salir al menos a aceptar la situación y pedir colaboración a las otras poblaciones que confiaron en usted y que ahora ocupan las camas que usted dice no tener.
La realidad es que por todas estas razones usted no debería gobernar, pero estamos en pandemia y no hay que cambiar el gobierno porque genera más desestabilidad en la comunidad. Sin embargo, al menos deje de echarnos la culpa y de actuar como adolescente pataletudo y póngase serio.
